miércoles, 10 de junio de 2015

El extremeño que susurra a los caballos

No nació en Santa Mónica, ni su apellido es Redford, pero sin embargo el extremeño Andrés Romero comparte el mismo misterioso don que el protagonista del best seller de Nicholas Evans. Es “susurrador de caballos”.

Andrés domina un "idioma" que los caballos parecen comprender. Foto: JaviMoreno
El saber popular, siempre perspicaz y sentencioso, a menudo ha llegado a considerar a las personas dotadas con ese don como brujos o encantadoresque se valían de enigmáticas “palabras clave” que, susurradas al oído del animal, les confería el poder absoluto sobre ellos.
Epopeyas aparte, es probable que si alguien nos contase esta historia en la barra de un bar la incredulidad fuera la nota predominante, pero hay veces, créanme, en que la realidad supera a la ficción.
Andrés ha logrado convertir su afición en su modo de vida. Sus días transcurren en medio del campo, abrazado por la naturaleza, al amparo de las añosas encinas que engalanan la soberbia dehesa del suroeste extremeño.
Me recibe en su segunda casa, el Centro Ecuestre “El Camino” que administra desde hace años en Higuera la Real, donde además de impartir clases de equitación, realizar excursiones a caballo, o incluso darte la oportunidad de apadrinar a un cerdito… se convierte en guardián de oficios al borde del olvido, como el herraje, tratando de devolverles el valor y el arraigo que tuvieron antaño.
Allí, rodeado de caballos, ponys e incluso una mula enana con nombre propio: Camila, considerada la más pequeña del mundo con su “excepcional” medio metro de altura; me habla de su maestro en esta técnica de desbrave, el argentino Fernando Noailles, y de un arte tan longevo como aquellos que lo pusieron en práctica por vez primera, los indios nativos americanos.

Camila, de poco más de medio metro, es el resultado del cruce entre burro y pony. Foto: A. Romero
La doma racional se basa, fundamentalmente, en conseguir que los caballos«hagan aquello que se les pide por su propia voluntad. “Hablar” su idioma en lugar de someterlos y establecer así un vínculo hombre-caballo». Un método que, según relata, «se practica desde hace siglos en Sudamérica, y que ha llegado incluso a nuestros días en lugares como Asia, donde se emplean estos mismos principios para domesticar elefantes».
Resulta asombroso presenciar el vínculo que establece con el animal a través de un idioma que los equinos parecen comprender, rompiendo todas las reglas de seguridad que hasta ahora el hombre tenía establecidas a la hora de trabajar con animales indómitos. Andrés es capaz de domesticar a un caballo de más de 500 kilos usando únicamente la vozgestos y caricias.

Un caballo de media tonelada de peso rendido ante Andrés. Foto: JaviMoreno
Un talento innato, mezcla de ciencia y arte, en el que importa a partes iguales lo que se dice, lo que no se dice, y el modo en que se dice.
A estas alturas del relato imagino que la curiosidad habrá tomado hechuras de interrogación en ustedes, deseosos de saber ¿Qué es exactamente lo que le dice al caballo al oído?. No lo sé, pero tampoco se lo pregunté.
Este viaje acaba justo aquí, a un paso de despistarme de lo racional, que para cuestiones “Espinosas” de magias y conjuros, por fortuna, está Israel. Y no existe nadie con mas lustre y solvencia que ella para narrar y custodiar estas intrigas.
Los más románticos me sabrán indultar por no ser yo quien descomponga esta fábula que el tiempo y los hechos se han encargado de tejer. Pero entenderán que prefiera que descanse en mi la culpa de alimentar la leyenda de Andrés, un hombre de apariencia normal que, como han podido comprobar, hace cosas extraordinarias.

Andrés Romero y uno de sus caballos en el Centro Ecuestre "El Camino". Foto: JaviMoreno
Hoy.es

Una niña de dos años sin nariz tendrá una hecha gracias a una impresora 3-D

Una niña de dos años sin nariz tendrá una hecha gracias a una impresora 3-D
Los médicos han diseñado una prótesis nasal que se ajusta al cráneo de la niña y que será reemplazada en varias ocasiones a lo largo de su crecimiento. Le implantarán la definitiva durante la adolescencia. La ausencia parcial o total de la nariz en el nacimiento es conocida como arrinia, una rara malformación congénita que impide tener sentido del olfato.
Tessa Evans nació hace dos años en Irlanda con una rara malformación congénita causante de que la pequeña naciera sin nariz. La arhinia (arrinia en castellano), en concreto, es la ausencia parcial o total de la nariz y está clasificada como una anomalía craneofacial, que impide a las personas que lo padecen tener sentido del olfato. Se trata de una anomalía tan extraña que, de acuerdo con el periódico británico DailyMail, sólo se han dado 47 casos en la historia de la medicina reciente. Los padres, conscientes de que su hija vendría al mundo con esa anomalía —lo que provocó que se tuviera que someter a una traqueotomía que le ayudara a respirar con más facilidad cuando sólo era un bebé—, rechazaron desde un primer momento las técnicas de reconstrucción que se han estado realizando a lo largo de estos años. Principalmente, por las profundas cicatrices que deja en el rostro y que son imposibles de disimular. Entonces, el doctor Jonathan Britto, del Great Ormond Street Hospital de Londres, propuso a los progenitores de la niña una solución innovadora que, aunque no le devolverá el sentido del olfato, servirá como solución estética. Todo ello gracias a las impresoras 3-D. "La nariz no servirá como vía respiratoria, pero dará un buen resultado estético", ha comentado el doctor Britto. Los orificios nasales no serán reales sino tatuados, pero la apariencia será la de una nariz normal Según detallan algunos medios británicos, los médicos han usado la impresora en tres dimensiones para diseñar una prótesis que se ajuste al cráneo de la niña y que será reemplazada en varias ocasiones durante las diferentes fases de su crecimiento. De manera que en la adolescencia se construya la definitiva. Las prótesis se implantarán, a diferencia de las reconstrucciones de nariz, a través de una incisión en el cuero cabelludo, que no dejará rastro en su rostro. En cuanto a los orificios nasales, tal y como comenta el doctor, "no serán reales sino tatuados, pero la apariencia será la de una nariz normal". Así, Tessa Evans se convertirá en la primera persona en recibir una prótesis de nariz creada a través de las nuevas tecnologías y que irá creciendo de acuerdo a sus fases de crecimiento.

martes, 9 de junio de 2015

ROMANCE DE MANUELA CARMENA Fray Josepho


http://counters.libertaddigital.com/img/none.png?cpn=75616&type=o&section=POLIT

El año cuarenta y cuatro,
cinco después de la guerra,
en la villa de Madrid
nació Manuela Carmena.
Estudió, siendo mujer,
de Derecho la carrera,
y no sabemos si Franco
le concedió alguna beca.
Sus ansias de progresismo
siempre fueron gigantescas,
y se hizo del PCE,
de aquel partido que era,
en tiempos del dictador,
proclive a la Unión Soviética.
¡El Partido Comunista
que, según los suyos cuentan,
tiene como cometido
luchar por la clase obrera!
Al derecho laboral
precisamente Manuela
dedicó sus energías,
sus horas y su sapiencia.
Después, ya con Franco muerto,
sentó plaza como jueza,
sin dejar de ser política,
porque eso va en la genética.
Y Manuela se casó
(ya no sé si por la Iglesia)
con un señor, arquitecto,
que se apellidaba Leira.
Tenía muy buen pasar,
ciertamente, la pareja.
Mientras Manuela juzgaba,
su esposo fundó una empresa.
Y contrató personal,
y lo puso a la faena.
Pero, muy astutamente,
para ahorrarse algunas pelas,
como ficticios autónomos
figuraban sus currelas.
Pretextó que, como hay crisis,
o lo toman, o lo dejan.
Pero la cosa fue a más
(o a menos, según se vea).

Un buen día a sus currantes
vino a proponerles Leira
que aunque fueran arquitectos
con título y con carrera,
como "técnicos de cálculo"
los iba a tener la empresa.
Los pobres trabajadores
tragaron con esa afrenta,
que suponía, en sus sueldos,
una sustanciosa mengua.
Consienten el subempleo,
la rebaja y la vergüenza,
porque tienen sus familias,
sus hijos, sus hipotecas,
sus facturas, sus impuestos,
sus apuros y sus letras.
Mejor trabajo-basura
que quedarse sin faena.
Lo malo no es que tragaran.
Lo malo es que el señor Leira
(verano de dos mil diez)
el sueldo no les ingresa.
Ni de técnicos de cálculo,
ni de autónomos de pega,
ni de currantes timados,
ni de arquitectos de veras.
Pasa un mes y pasa otro,
y ellos curran por la jeta.
Y pasa otro más, y otro,
y no les paga la deuda.
Y pasan más, hasta siete,
sin que entre un euro en su cuenta.

Mientras tanto, el empresario,
el marido de la jueza,
con su Lexus de alta gama
(un coche bastante hortera)
se pasea por Madrid,
de Chamartín a Hortaleza,
y se hace viajes a China
con pasaje de primera.
Los currantes lo denuncian,
y el juez de turno decreta,
después de haber estudiado
los testimonios y pruebas,
que Leira debe pagar
todo lo que les adeuda,
más las indemnizaciones
los pluses y los etcéteras.
Se pusieron muy contentos
los pobrecitos currelas.
¡Al fin iban a cobrar!
¡Albricias y enhorabuena!
Pero héteme aquí, señores,
que el marido de la jueza
le traspasa a su mujer
(a la muy progre Carmena)
sus propiedades, su pasta,
su patrimonio y su hacienda.
¡Y se declara insolvente,
y no paga una peseta!
Y otra vez van los currantes
a ponerle una querella
por alzamiento de bienes
al marido y a la jueza.
Pero otro juez (es decir,
un colega de Carmena)
les dice a los demandantes
que es válida la insolvencia.
Que verdes las han segado.
Y que sin cobrar se quedan.
Y sin cobrar se han quedado,
por decisión leguleya,
los pobres trabajadores,
mientras que doña Manuela
se presenta candidata
por una lista de izquierdas,
con Podemos de la mano,
para el puesto de alcaldesa.
¡A luchar por los de abajo
viene Manuela Carmena!
¡A proteger a los débiles!
¡A darle a la clase obrera
lo que los capitalistas
y los ricos le saquean!
¡La adalid de los currantes!
¡El dechado de decencia!
¡La firme fustigadora
de todas las corruptelas!
¡La que es pura e intachable,
como han de ser las izquierdas!
¡Votadla, gente indignada!
¡Que la apoya Pablo Iglesias!
¡Votadla, que el progresismo
le circula por las venas!
¡Votadla, que va a ganar!
¡Y cuando sea alcaldesa,
seguro que entonces sí
decide pagar sus deudas!


lunes, 8 de junio de 2015

NACIDOS ENTRE LOS AÑOS: 1935 y 1960

                                   ¡ SOMOS MÁS FUERTES !
 Primeramente, hemos sobrevivido al parto de madres que, en su mayor parte, bebían vino moderadamente durante el embarazo.

 Tomaban aspirinas, comían salsa vinagreta, postres, y no comprobaban su grado de diabetes o nivel de colesterol. De hecho, la mayor parte de ellas, o viven, o han muerto con más de 85 años.
 Después de este trauma.... Dormíamos en cualquier sitio, nos acostábamos con el cuerpo sobre camas-banco, en habitaciones pintadas con plomo.
Tengo que decir que no nos venía a la mente la idea
de mordisquear restos de pinturas de las paredes...


 No teníamos cerraduras en las puertas. Cuando tuvimos bicicleta, no utilizábamos gorras ni cascos de protección.
 A los bebés y a los niños nos metían en vehículos sin aire acondicionado, sin cinturones de seguridad, sin silla para bébés, y sin air -bag,
 El viajar en la parte trasera de una camioneta,
en un bello día soleado,
fue siempre una cosa extraordinaria.
 Bebíamos el agua directamente de la fuente,
y después, el agua corriente, en las casas,
venía por tuberías de plomo.
 Comíamos galletas, pan duro, auténtica mantequilla, manteca de cerdo, tocino. Tomábamos chocolate con azúcar real.
Y no estábamos obesos.
 ¿ POR QUÉ ?
Porque estábamos siempre en movimiento, jugábamos al aire libre... Salíamos de casa por la mañana para jugar todo el día al aire libre, a condicion de estar de regreso cuando las farolas se encendían.
  Dedicábamos horas a construir nuestros patinetes de ruedas con los que descendíamos las cuestas, sin frenos. Después de habernos caído una par de veces, ya habíamos aprendido a enfrentarnos a los problemas.
 No teníamos Playstation, Nintendo, X-box, iPod.. No había vídeo-juegos, ni 150 canales por cable, ni películas en vídeo o DVD, ni sonido estéreo o CD, ni móvil, ni ordenador, ni Internet .
 TENÍAMOS AMIGOS
Y salíamos al aire libre para encontrarles,
nada de amigos desconocidos en las redes sociales.
 Nos tirábamos de los árboles, haciendo el paracaídas, nos cortábamos, nos rompíamos huesos, dientes, y no había juicios por ello.
 Jugábamos con balsas y barcas en los ríos, hacíamos trineos para deslizarnos sobre pendientes nevadas, íbamos a la escuela en pantalón corto en todo tiempo, saltábamos desde árboles y barcas, y nos sumergíamos en los ríos sin la presencia de un salvavidas sindicado.
 Hacíamos bricolage con todo tipo de herramientas, consideradas peligrosas, procedentes de los talleres de nuestros padres.

Chupábamos todo el día dulces de coco
(no de coca) ;
 En las horas más calientes, los barreños de lavar eran nuestras piscinas,
 En los huertos, descendíamos las cuestas de hierbas sobre placas de linóleo a guisa de trineo.
 En las tardes excepcionales de grandes nevadas, teníamos permiso para jugar, al resplandor de las farolas en las calles nevadas, con trineos de madera fabricados el mismo día, ocupando nuestro tiempo, con manos heladas, sin guantes;
  Y aunque nos dijeran lo que nos podría suceder, pasábamos allí la mayor parte de nuestro tiempo.
 Montábamos en nuestras bicis sin frenos o íbamos hasta la casa del compañero de clase o del barrio y llamábamos a su puerta; simplemente entrábamos y ya nos encontrábamos bien
 La idea de que nuestros padres salieran un día de la cárcel era desconocida,
estaban CON la ley.
 La idea de que nuestros padres pudieran estar en contra de los consejos del maestro, del profesor, del policía, del alcalde, que pudieran llegar a las manos o a los insultos, era inimaginable.
 Tanto en la escuela como en casa, hemos aprendido a convivir respetándonos, incluso si las peleas terminaban con sangre, nunca aparecían cuchillos o kalachnikovs.
 Estas generaciones han dado algunas de las mejores cabezas pensantes e inventores de todos los tiempos, líderes empresariales, a menudo autodidactas y con
mucho sentido común.
 Estos 50 años han sido una explosión de
innovaciones y nuevas ideas.
 Tuvimos libertad y miedo al fracaso, alcanzamos el éxito y las responsabilidades que le acompañan, y aprendimos cómo manejar todo ello.
 Si eres uno de ellos, si te reconoces..
¡ FELICIDADES !
 Quizás quieras compartir esto con otros que han tenido la oportunidad de crecer antes de que los abogados vinieran a reglamentarlo todo.
 Qué bella era la vida, alegre, a veces algo ruda, pero
¡ cuán felices éramos !
 Podéis enviar este mensaje a vuestros hijos, para que puedan darse cuenta de la suerte que tuvieron sus padres.
 Que aprendieron a contentarse y ser felices con lo que tenían
 Textos tomados de la diapositiva:
« Vida de 1935 a 1960 a través de fotos de la
Isla de Bréhat »
                                  FIN