Con su afán de conquistar el mundo, el ser humano ha creado ciudades en lugares subterráneos, en peligrosas zonas de actividad volcánica y también lo ha hecho en lugares que superan los 4000 metros de altura. Adaptarse a esas condiciones de vida no es nada fácil. Si alguna vez visitas el pueblo más alto del mundo te damos consejos para que no sufras el famoso conocido síndrome conocido como el mal de altura. Pero antes vamos a conocerlo un poco más.
La Riconada Perú- 5400 m
La Rinconada, en Perú se encuentra a aproximadamente 5400 metros sobre el nivel del mar bajo un glaciar que permanece congelado todo el año, al lado de un lago y solo se puede acceder a ella por complicadas carreteras. En plenos Andes, además de la falta de oxígeno, las temperaturas por la noche caen bajo cero y por el día no superan los 10ºC. Condiciones muy duras para la vida humana.
Existen asentamientos humanos por encima de esta altitud, normalmente corresponden a templos budistas, dónde los monjes se han habituado a vivir, lugares donde el resto de los mortales tendríamos serias dificultades para hacerlo.
La ciudad cuenta con veranos húmedos e inviernos secos y fríos y nevadas frecuentes. La temperatura media anual de La Rinconada es de 1,3°C y la precipitación media anual es de 707 mm. Además esta localidad es famosa por su mina de oro la cual se puede visitar.
Efectos de la altitud en los seres humanos
El cuerpo humano se ve duramente afectado por la altitud y funciona mejor a nivel del mar donde la presión atmosférica es de 1013.25 hPa. En este nivel la concentración de oxígeno en el aire es del 20.9% por lo que la presión parcial del oxígeno es de 21.2 kPa. En personas sin ningún problema de salud, esto satura la hemoglobina, el pigmento rojo que captura el oxígeno en los eritrocitos de la sangre.
Debido a que la presión atmosférica disminuye con la atura, también lo hace la presión parcial del oxígeno. Su concentración se mantiene estable durante los primeros 100 km de la atmósfera. Cuando se habla de disminución del oxígeno con la altura, se refiere a que disminuye la presión atmosférica y con ello, la de todos los gases.
Cuando el cuerpo alcanza cerca de 2100 metros sobre el nivel del mar, la saturación de la oxihemoglobina (oxígeno en sangre) comienza a disminuir drásticamente. Sin embargo el cuerpo humano posee adaptaciones a corto y largo plazo que le permiten compensar de forma parcial esta falta de oxígeno.
Imagen: zonatrekking.com
No obstante, hay un límite en la adaptación del cuerpo y es que a altitudes superiores a los 8000 metros se encuentra la llamada zona de la muerte, o lo que es lo mismo el límite donde ningún cuerpo humano puede aclimatarse.
¿Cómo superar el mal de altura?
El mal de altura es una falta de adaptación del organismo a las alturas con síntomas que se manifiestan en intenso dolor de cabeza, fatiga, trastorno del sueño, nauseas, vómitos, trastornos digestivos, falta de apetito u agitación.
Para evitar sufrirlo si viajáis a este lugar o a cualquiera con cierta altura es necesario aclimatarse y en los primeros días no realizar esfuerzos físicos importantes, así como evitar beber alcohol, comer ligero o dormir bien.
También conviene realizar inspiraciones de aire, hidratarse constantemente y no fumar.
La regla que os recomendarán los lugareños es beber antes de tener sed, comer antes de tener hambre, abrigarse antes de tener frío y descansar antes del agotamiento.
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