“Te quiero”
“No me olvides” “Deseo hablarte”
Son frases que se pueden decir sin palabras, con el movimiento del abanico
Se trata del lenguaje que los
enamorados usaban antaño, para comunicarse y fueron dando pie a decenas de frases que pueden expresarse con
un simple movimiento
De esta forma, una dama podía “decirle”
a su amado:
La hora en que se encontrarían. No es posible nuestro encuentro. Alguien nos está mirando.
Soy mujer comprometida.
No deseo conocerte.
Por ejemplo, cuando el abanico era
colocado sobre el corazón, significaba que el caballero en cuestión, había “Ganado su amor”.
Cerrar el abanico tocándose el ojo derecho, significaba “podré verte” y el número de varillas que se dejaban abiertas indicaba “La hora de la cita”
El abanico medio abierto y presionando
los labios, era una manera de decir
“Puedes besarme”.
Cuando una mujer escondía lo ojos detrás del abanico abierto, expresaba “Te quiero”.
Este lenguaje también incluía expresiones de rechazo.
Dos manos juntas sujetando el abanico abierto, “olvídame”.
Sobre la mejilla izquierda “No”.
Alrededor de los ojos “Lo siento”.
Abrir y cerrar varias veces “Eres cruel”.
Abanicarse lentamente “Estoy casada”. Moverlo rápidamente “ Estoy comprometida.
Sobre la oreja izquierda “Deseo deshacerme de ti.
Darle vuelta con la mano derecha “ Quiero a otro”.
Detrás de la cabeza con el dedo extendido
“Adiós”.
Presentes en la historia de milenarias
culturas y de obras literarias de autores clásicos, los abanicos dan cuenta de sus orígenes desde tiempos muy remotos.
De bambú, encaje, marfil, tela o plumas, así de versátiles pueden ser los abanicos.
En España, se producen los abanicos de
la mas alta calidad y belleza.
Son pintados a mano y los diseños de los expertos Españoles del ramo, los convierten en verdaderas obras de arte.
El uso que le han dado personajes de la
realeza y del espectáculo, hacen que el abanico sea algo necesario en el atuendo femenino.
Existen empresas Españolas, que
ponen a disposición del público en general, colecciones de edición muy limitada, de sorprendente belleza y elegancia, que por la calidad de sus materiales y lo exclusivo de los diseños, alcanzan precios no accesibles para todos.
El abanico ha estado presente a lo largo de la historia, como símbolo de distinción y elegancia.
También es utilizado como un artículo ornamental, por su gran poder decorativo, cuando son enmarcados, para adornar las paredes del hogar.
Es así que el abanico, fue
instrumento de un lenguaje del que los enamorados hacían uso para que nadie mas conociera sus secretos.
Por su belleza, sencillez y elegancia. en el mundo contemporáneo sigue vigente como un accesorio para complementar el atuendo femenino y apaciguar el calor.
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