La atracción sexual que tienen algunos por los objetos inanimados no deja de sorprenderme. Si ya me parecieron increíbles los ‘affair’ con un maniquí, una empanadilla o un sofá, ahora llega la versión cajero automático, al que hay que añadir además una mesa de bar, ya que parece que con la ‘primera pareja’ no quedó del todo satisfecho.
Sin mediar palabra, el señor Hutton, como poseído por un deseo irrefrenable, entró en el bar, se quitó los pantalones, se bajó los calzoncillos y comenzó a tener relaciones íntimas con la máquina ante la atónita mirada de todas las personas que llenaban la taberna.El protagonista de estos curiosos encuentros amorosos es Lonnie Hutton, un hombre de 49 años que fue arrestado en un local de Tennessee (EE UU), tras intentar sinéxito tener una ‘noche de fiesta’ con un ‘indefenso’ cajero, según publica un medio local.
Ahora este ‘conquistador’ se enfrenta a una acusación por escándalo público, exhibicionismo y desacato a la autoridad. El juez ha fijado una fianza de 250 dólares (170 euros) y unos cuantas semanas de trabajo social. Espero que haya aprendido la lección y no se ‘trabaje’ a más mobiliario porque seguro que la condena es mucho mayor por reincidente.
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