Es difícil encontrar una obra importante en Burgos donde un nombre no aparezca, el del poderoso constructor Antonio Miguel Méndez Pozo: presidente de la Cámara de Comercio, presidente de la Fundación Atapuerca, presidente de la Fundación Silos, dueño del Diario de Burgos.... Méndez Pozo es desde hace ya tres décadas el gran poder político y económico en la ciudad, a pesar de que sus desmanes urbanísticos le llevaron a la cárcel en los años 90, condenado en un famoso caso de corrupción. Los antecedentes penales no le impiden disfrutar de adjudicaciones y recalificaciones millonarias en el Ayuntamiento de Burgos, su gran bastión.
Nada importante se mueve en la ciudad sin la participación o el control de Méndez Pozo. Y la polémica obra en el barrio de Gamonal contra la que protestan los vecinos no es ni mucho menos la excepción.
El proyecto "anónimo" que se publica en prensa
La adjudicación en Gamonal se hizo en dos etapas: primero salió a concurso el proyecto de plan maestro para todo el barrio de Gamonal y su barrio vecino, Capiscol. Después, se sacó a concurso la construcción de la primera obra de este proyecto: el ya famoso aparcamiento de la calle Vitoria y su transformación en un bulevar con aparcamiento.
El primero de los dos concursos lo ganó una de las empresas de Méndez Pozo, MBG Ingeniería y Arquitectura SL. El nombre MBG responde a las iniciales de los tres hijos del constructor. Miguel, el mayor, gestiona Río Vena, la inmobiliaria familiar. Blanca, la mediana, es la que lleva MBG, que se ocupa de redactar los proyectos de obra. Y Gregorio, el menor, dirige Promecal, la empresa que agrupa los numerosos medios de comunicación. Las sinergias entre los tres negocios familiares son obvias: los periódicos son la clave para influir en el poder político, la llave del tesoro para un constructor.
Se suponía que la adjudicación que ganó MBG con su proyecto para remodelar los barrios de Gamonal y Capiscol era un concurso anónimo. Es decir, que el jurado del Ayuntamiento que tomaba la decisión no sabía a qué empresa correspondía cada propuesta. Sin embargo, el proyecto de anónimo tenía muy poco.
El jurado se reunió para decidir el 20 de febrero de 2012 y la adjudicación se cerró pocos días después, el 1 de marzo. Esta imagen sale del proyecto "anónimo" que ganó, el de la empresa MBG que dirige Blanca Méndez. Forma parte de la propuesta de origen desconocido que evaluó el jurado. Era la propuesta número 3.
Y esta otra imagen, idéntica a la de MBG, apareció publicada en el Diario de Burgos el 4 de agosto de 2011, un mes antes de que el Ayuntamiento convocase el concurso anónimo. Los parecidos no es que sean razonables: es que se trata del mismo dibujo.
Como se lee en la noticia – aún sigue en la web del Diario de Burgos aunque, misteriosamente, la imagen ya no está–, el dibujo pertenece al plan que la empresa de Méndez Pozo realizó para el consejo de barrio de Capiscol, una zona limítrofe con Gamonal. Según explicó el propio Diario de Burgos, el consejo del barrio –una institución que agrupa a las asociaciones de Capiscol– encargó a la empresa de Méndez Pozo MBG que hiciese un proyecto de obra para mejorar su barrio.
En la edición en papel del Diario de Burgos de ese 4 de agosto de 2011, la noticia ocupó la portada y el editorial del día, que se titulaba “Capiscol merece más atención del Ayuntamiento”. En ese editorial, el Diario de Burgos recomendaba al alcalde que escuchase a los vecinos en su propuesta de un “ambicioso plan” para la zona elaborado por un “estudio arquitectura”. El editorial también contenía un críptico recado, en el último párrafo, donde se decía que el barrio necesitaba instalaciones para solucionar carencias porque “se han levantado bloques nuevos, sobre todo cerca del Arlanzón”.
Lo que el Diario de Burgos ocultaba a sus lectores es que esos bloques nuevos al lado del río Arlanzón los había construido el dueño del periódico. Tampoco explicaba que ese “ambicioso plan” era una propuesta diseñada por otra de sus empresas, MBG.
Los vecinos, con el plan elaborado por Méndez Pozo, se fueron a ver en agosto al alcalde de Burgos, Javier Lacalle (Partido Popular), y al vicealcalde, Ángel Ibáñez. El propio Diario de Burgos informó el 4 de agosto de 2011 de la inminente reunión. Y apenas un mes después, en septiembre, el Ayuntamiento convocó un “concurso anónimo” para decidir el plan maestro de los barrios de Gamonal y Capiscol.
En el jurado que decidió el concurso anónimo, en febrero de 2012 estaba también el presidente del consejo de barrio de Capiscol, además del alcalde y el vicealcalde. En el jurado no participó nadie de la oposición municipal. Y el ganador fue… la propuesta número 3: el mismo proyecto “anónimo” que parte del jurado, y todos los lectores del Diario de Burgos, ya habían visto en una primera versión, unos meses antes.
La adjudicación está recurrida en los tribunales por el PSOE, que sospecha que el concurso está amañado. Lo que nadie podía imaginar es que los indicios más flagrantes de esta adjudicación tan irregular estarían en la propia hemeroteca del Diario de Burgos
Los constructores amigos en la ciudad arruinada
El segundo concurso que convocó el Ayuntamiento de Burgos, tras decidir el plan maestro para el barrio, fue la adjudicación de la obra de la calle Vitoria, la que han logrado parar temporalmente los vecinos. Lo ganó una UTE (unión temporal de empresas) de dos constructoras de Burgos: Copsa y Aroasa. Aroasa pertenece al grupo Arranz Acinas, una constructora que ha hecho a su vez decenas de obras con Méndez Pozo: la reconstrucción del cuartel de la Guardia Civil de Burgos contra el que atentó ETA, la circunvalación de la ciudad, la remodelación del hospital San Juan de Dios…
Ambos constructores también tienen negocios en Palencia, donde invirtieron en los terrenos del antiguo campo de fútbol para construir viviendas y participan –junto con otros socios– en el nuevo hospital de Burgos, que se supone que iba a costar solo 240 millones pero acumula al menos otros 200 millones más en sobrecostes. Méndez Pozo y la constructora Arranz Acinas también han levantado varios edificios de viviendas en otros terrenos recalificados en la ciudad.
En cuanto a Copsa, la otra ganadora de la obra de Gamonal, también es socia de Méndez Pozo en otros negocios. Destaca uno entre todos: la construcción de la Ciudad del Medio Ambiente de Soria, un proyecto megalómano en el que la Junta de Castilla y León ya lleva gastados 52 millones de euros y que está a medio terminar, parado por una sentencia del Tribunal Constitucional. El proyecto fue impulsado por el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que también es de Burgos.
Las tres ganadores de la obra que los vecinos han detenido en Gamonal –Copsa, Arranz Acinas y el grupo de Méndez Pozo– también participan en la mayor operación urbanística de Burgos de los últimos años: el bulevar ferroviario, una enorme avenida que se levantó sobre las antiguas líneas del tren.
El bulevar ferroviario, que está aún sin completar, ha sido un festín para las constructoras burgalesas: no solo ha sido una enorme inyección de dinero público, sino que también ha permitido recalificar y revalorizar amplias zonas de la ciudad. Ya ha costado al Ayuntamiento 63 millones de euros que todavía están sin pagar a los bancos (los constructores, por supuesto, ya cobraron). En total, la deuda del Ayuntamiento ya suma unos 420 millones de euros, si se tiene en cuenta también a las empresas públicas con las que se camufla parte del enorme agujero. Burgos es hoy una de las capitales de provincia más endeudadas del país en relación a su población. El Ayuntamiento debe unos 2.350 euros por habitante, una deuda per capita que supera incluso a la de la casi arruinada ciudad de Madrid. En la capital es de 2.000 euros por persona.
A pesar de la insostenible deuda, el dinero no parece ser un problema para los actuales gestores del Ayuntamiento de Burgos ni cuando se trata de poner en marcha nuevas obras que ni los vecinos quieren ni cuando se elige al constructor. Además de los amigos de Méndez Pozo, se presentó al concurso otra empresa de Santander, Copsesa. Hizo una oferta que costaba 700.000 euros menos y que también ofrecía a los vecinos plazas de aparcamiento más baratas –1.425 euros menos–, pero perdió el concurso.
Lo más barato y eficiente puede perder en Burgos por el tipo de concurso que el Ayuntamiento suele convocar. Según sus baremos, el 40% de la nota depende de criterios subjetivos, que deciden los supuestos técnicos independientes. Pero el funcionario que redacta todos los informes técnicos de las principales obras en Burgos es siempre el mismo: Luis María Arce Lastra. Es una persona de la máxima confianza del alcalde Javier Lacalle y también de los propios constructores.
En 2006, cuando el ahora alcalde era concejal de urbanismo, Luis María Arce y Javier Lacalle fueron invitados a una semana de vacaciones en Niza, en la Costa Azul francesa, pagada por los constructores de Burgos, que les acompañaron en el viaje. Entre los viajeros estaba también el hijo mayor de Méndez Pozo, Miguel, el que se ocupa de la pata inmobiliaria del boyante negocio familiar.
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