Entre los años 2008 y 2011 España destruyó empleo por encima de sus posibilidades. Al menos por encima de lo que hubiera sido razonable a la luz de la intensidad de la caída de la economía.
Durante ese periodo el PIB español cayó alrededor de un 3,5%, ligeramente por debajo que la media europea, mientras que el empleo se desplomó más de un 11% dejando como saldo cerca de tres millones de puestos de trabajo perdidos.
Países que presentaron un desempeño económico muy similar al español tuvieron, sin embargo, caídas más suaves del empleo: Portugal (-6%),Finlandia (-3%) o Italia (-1,5%).
Incluso en otros países en que la recesión económica fue mucho más profunda como Lituania o incluso Grecia el destrozo en el mercado laboral fue mucho menor
El último trabajo del Fondo Monetario Internacional Empleos y crecimiento: impulsando la recuperación económica, que será presentado en España el próximo jueves y al que ha tenido accesolainformacion.com, bucea en las razones que convirtieron ese trienio en el mayor periodo de destrucción de empleo de la historia reciente de España.
La conclusión a que llega es tremenda: al menos la mitad de los puestos de trabajo perdidos desde el año 2008 no se puede explicar por la crisis, sino por el largo inventario de desequilibrios y desajustes acumulados por España en los felices años del boom económico.
El estudio realizado por el FMI sólo analiza el periodo 2008-2011, pero sus conclusiones sugieren que al menos dos de los cuatros millones de empleos destruidos durante la crisis podrían haberse salvado si los sucesivos gobiernos de España hubieran afrontado esos desequibrios con anterioridad.
En toda Europa, solo en Irlanda y Bulgaria el impacto de los desequilibrios propios sobre el mercado de trabajo fue más demoledor que en España.
Demasiados desequilibrios
Los desajustes a los que apunta el FMI en el caso de España son variados y, en la mayoría de los casos, ya conocidos porque han sido puestos de manifiesto en anteriores informes del FMI: dualidad del mercado laboral entre unos trabajadores fijos a los que es costoso despedir y unos temporales de los que se puede prescindir gratis, rigidez salarial, dificultades para reducir la jornada laboral dentro del convenio colectivo...
Todos ellos han convertido a España en el país de la OCDE en el que un punto de destrucción de PIB ha generado un mayor coste en términos de puestos de trabajo...y de largo.
Para los analistas del Fondo consideran que hay dos factores que han resultado particularmente devastadores para el mercado laboral español: la elevada incidencia de contratos temporales y el sobreendeudamiento de las empresas.
La investigación publicada este martes por el FMI evidencia una relación directa entre temporalidad en el empleo y altos índices de destrucción de puestos de trabajo.
Mientras en otros países las empresas se han ajustado a las apreturas del ciclo reduciendo el sueldo o la jornada de sus trabajadores, en España se ha optado directamente por el despido, prescindiendo masivamente de empleados temporales.
Esto ha sido posible porque un tercio del mercado laboral estaba compuesto de empleados temporales, pero también por las rigideces que la negociación colectiva ha significado a la hora de permitir a las empresas adaptarse al ciclo.
De hecho, un reciente estudio de BBVA Research alcanzaba una conclusión muy similar a la del FMI: si los agentes sociales hubiesen alcanzado un pacto de moderación salarial al inicio de la crisis se podrían haber salvado un millón de empleos.
Un dato resulta singularmente esclarecedor. Entre principios de 2007 y finales de 2011, España fue el único país de toda la Eurozona en la que elempleo cayó más que las horas de trabajo efectivamente realizadas.
El otro factor que explica esa sobredestrucción de empleo en España es el elevado endeudamiento empresarial. Otra de las evidencias que ha hallado el FMI en su investigación es que en los países donde existe un mayor endeudamiento del sector empresarial, la inversión y el empleo han caído en mayor medida.
La lógica es clara y ha sido explicada en varias ocasiones por el Banco de España. A medida que los costes financieros de las empresas se elevan, éstas tienen que generar mayores colchones de liquidez para responder a los compromisos adquiridos y dado que esos recursos extra no los pueden obtener de una demanda alicaído deben obtenerla de ajustes en su funcionamiento, principalmente con despidos y recortes de la inversión.
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