Varias organizaciones en defensa de los Derechos Humanos investigan el trato dado a una indígena que acudió el pasado miércoles a una clínica pública del estado mexicano de Oaxaca para dar a la luz y, tras ser presuntamente ignorada por los médicos, tuvo que hacerlo en el césped de las inmediaciones del centro.
Este caso no es el primero registrado en la región. El presidente de la Comisión Estatal de Derechos de Oaxaca, Arturo Pemibert, asegura que está anomalía "se ha detectado de forma reiterada en el sistema sanitario del estado" y, en la mayor parte de los casos "en agravio de mujeres indígenas y de clases desfavorecidas". Fuentes de la policía local han añadido que los agentes investigan además "presuntas violaciones sufridas por la mujer".
La imagen captada por un testigo, que retrata a la joven, de 28 años, llorando desconsolada sobre el cesped, apoyada sobre una rodilla y con su hijo tendido debajo aún con el cordón umbilical ha conmocionado a la sociedad mexicana y ha desatado una oleada de ira generalizada contra la falta de humanidad de los trabajadores del hospital.
El director del centro, Adrián Cruz, ha justificado el incidente por la falta de personal médico en el momento de que la joven llegó a la clínica. "El médico del turno matinal entra a las ocho y la mujer llegó a las siete y media de la mañana", afirmó. Cansada de esperar a ser atendida, incapaz de soportar los dolores, Irma López, optó por abandonar el centro. Junto al mismo alumbró a un pequeño que según fuentes hospitalarias, se encuentra en buen estado.
El estado de Oaxaca concentra la mayor parte de la población indígena de México, que alcanza los 14 millones de personas. En julio tuvo lugar un hecho similar, cuando otra indígena tuvo un parto en el césped del mismo hospital. Entonces se achacó la noticia a "la falta de personal de guardia" en el centro.
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