1889. Tras su retiro de la ingeniería, Eiffel se dedicó a investigar en la meteorología y la aero dinámica, haciendo importantes contribuciones en ambos campos.
de la torre Eiffel
construcción de la torre de 7,300 toneladas de hierro proyectada por
el ingeniero francés Gustav Eiffel para la Exposición Universal que
tuvo lugar en París en 1889.
Los artistas de la época la veían como "un monstruo de hierro", un
monumento a la fealdad y al mal gusto con esos 300 metros de altura
de chatarra desafiante que se elevaba hacia el cielo.
Para su construcción se elaboraron unos 5.300 planos por un equipo
de 50 ingenieros que permitieron ensamblar las 18.038 piezas de
hierro y la asombrosa cifra de 2.500.000 remaches. Un trabajo
formidable que se realizó en dos años y dos meses.
Todo comenzó con la organización de la conmemoración del centenario de la
Revolución Francesa. Entre los muchos proyectos presentados, figuraba uno cuyos
primeros estudios databan de 1884 y estaban avalados por el célebre ingeniero
Gustav Eiffel, y el proyecto consistía en la construcción de una inmensa estructura
metálica en forma de torre que sería vista desde una enorme distancia. El proyecto,
lejos de enamorar a los parisinos, tuvo un enorme rechazo social, pese al cual
finalmente la Torre de Eiffel sería levantada e inaugurada el 31 de agosto de 1889,
tras tres años de obras y polémicas. Todo pudo acabar en 1900
Pese a lo impresionante de la obra, lo cierto es que la Torre Eiffel no acababa de
gustar, y los parisinos la veían como un inmenso armatoste de hierros, así que se
fijó la fecha de 1900 como tope para ser desarmada, tras la conclusión de la
Exposición Universal que debía albergar Paris en ese año.
Llegó el año 1900 y todo parecía indicar que la Torre Eiffel sería demolida pese a los
intentos infructuosos de los que la admiraban por encontrarle un uso práctico para
justificar su conservación frente a sus detractores, y finalmente, sería la armada
francesa quien acabaría por salvar la vida de la Torre Eiffel, ya que tras unas
pruebas del ejército con equipos de transmisiones se llegó a la conclusión de que la
Torre Eiffel era un lugar privilegiado para la instalación de antenas y equipos de
radio, con lo cual la Torre Eiffel ya tenía un uso práctico que provocaría su amnistía
y pararía los proyectos de "ejecución".
símbolo más representativo de Paris, la ciudad más visitada del mundo y
una de las más bellas del planeta. En efecto, resulta muy difícil, si no
imposible, imaginarse Paris sin la Torre Eiffel, o la Torre Eiffel sin Paris para
ser contemplado desde lo alto de la misma. Pese a todo la relación Paris-
Torre Eiffel ha sido todo un culebrón, ya que para su construcción se hubo
de salvar un importante desacuerdo popular, el desacuerdo de un pueblo,
el parisino, y de una ciudad, que acabaría por quedar enamorado al igual
que todo el mundo por la grandeza y belleza de la torre diseñada por
Gustav Eiffel.
En 1889 la Torre Eiffel contaba con una altura de 312 metros, si bien con
las posteriores instalaciones de antenas de radio la altura de la Torre Eiffel
se sitúa hoy en día en 324 metros, siendo este el punto más alto de
cualquier construcción presente en París.
115 metros de altura, y si somos lo suficientemente valientes podemos coger allí otro ascensor que nos llevará a la cima de la Torre Eiffel, a 276 metros de altura ni mas ni menos (existen instalaciones un poco más
arriba de donde puede subir el público, pero lógicamente el acceso a estas instalaciones está cerrado a los visitantes).
Si subimos a pie tan solo podremos subir hasta la segunda planta, aunque lo más probable es que, a menos que tengamos una forma física excelente, nos quedemos en el primer piso, donde la vista de Paris es ya impresionante.
De la planta baja a la segunda planta :
3 ascensores (pilares Norte, Este y Oeste) disponibles para los visitantes.
1 ascensor reservado exclusivamente para el restaurante Jules Verne, en el pilar Sur.
1 ascensor de servicio/montacargas, también situado en el pilar Sur
De la segunda planta a la cima :
2 baterías con 2 cabinas dobles
Los ascensores, elementos fundamentales del monumento, se someten a una dura
prueba. La distancia recorrida por las cabinas al año equivale a dos veces y media la
circunferencia de la Tierra, es decir, más de 103.000 kilómetros.
Se revisan, reparan y engrasan continuamente las cabinas, los sistemas eléctricos,
informáticos y las maquinarias originales que los accionan. Estos ascensores son
controlados en todo momento por los técnicos del monumento que los ponen en
marcha por la mañana temprano, antes de la llegada de los visitantes. Además,
supervisan de cerca su funcionamiento durante todo el horario de apertura al público.
Su pilotaje está garantizado por los operarios de los ascensores de la Torre Eiffel.
La maquinaria de los ascensores históricos se abre excepcionalmente al público en
determinadas Jornadas Europeas del Patrimonio o en el caso de las visitas guiadas de
los entresijos de la Torre Eiffel.
Si Paris está considerada una de las ciudades más románticas del mundo, cenar en la Torre Eiffel con ese alguien especial es el sumum del romanticismo. Ello es posible en cualquiera de los dos restaurantes de la Torre Eiffel, el Altitude 95, y el solo apto para los bolsillos más pudientes Jules Verne, poseedor de una estrella en la Guía Michelín.
El Altitude 95, situado en la primera planta de la Torre Eiffel, debe su nombre a que 95 metros es precisamente la altitud de la Torre Eiffel en su primera planta con respecto al nivel del mar. El restaurante tiene capacidad para doscientas personas, y por un lado tiene fantásticas vistas al Sena y Trocadero, y por el otro da al interior de la Torre Eiffel. El restaurante dispone también de bar. El Jules Verne es uno de los mejores restaurantes no solo de Paris, sino también si hablamos de la totalidad de Francia. Se trata de un restaurante gastronómico poseedor de una estrella de la Guía
Michelín (16/20), y que está situado en la segunda planta de la Torre Eiffel, y cuyos clientes podrán acceder al restaurante por medio de un ascensor privado que evitará tener que hacer cola con los demás visitantes
La decoración de Le Jules Verne es contemporánea y elegante, ofreciendo luz natural por el día, y un ambiente que invita a la evasión por la noche.
Le Jules Verne ofrece una aventura gustativa que no es otra que el descubrimiento de una cocina que recuerda el incomparable talento francés y su patrimonio culinario. El chef Pascal Féraud, discípulo de Alain Ducasse, pone a disposición del cliente todos sus conocimientos, para que este disfrute de la mejor cocina francesa.
El restaurante cuenta con diferentes menús y cartas, según si elegimos comer o cenar. Además, cuenta con varios menús especiales y, por supuesto, con una amplísima selección de vinos entre los que destacan los franceses, procedentes de regiones como Borgoña o Burdeos.
De entre sus platos, destacan los Espárragos verdes de Provenza con mousse de trufa, la Langosta francesa con ensalada de manzana salvaje o las Fresas salvajes con zumo de mango y fruta de la pasión.
El precio de los menús oscila entre 85 y 200 euros y el restaurante tiene una capacidad para 120 comensales.
El restaurante "Altitude 95" esta situado en la primera planta de la Torre Eiffel, debe su nombre a que 95 metros es precisamente la altitud de la Torre Eiffel en su primera planta con respecto al nivel del mar.
El restaurante tiene capacidad para 200 personas, y por un lado tiene unas fantásticas vistas al Río Sena y al Río Trocadero, y por el otro lado da al interior de la Torre Eiffel.
El restaurante dispone también de bar.
Panorama excepcional .El 58 Tour Eiffel te recibe todos los días (con o sin reserva) para una comida rápida y divertida. Una azafata te conduce hasta la mesa. Unos instantes después, te tomamos el pedido y te llevamos la comida en una cesta estilo picnic para que disfrutes de un almuerzo de lo más original.
Para los grupos de más de 10 personas, le proponemos menús servidos en mesa.
Tour Eiffel adquiere una nueva dimensión.
Una azafata le recibe y le acompaña hasta su mesa, donde una
agradable atmósfera le envolverá.
Luz tamizada y mobiliario minimalista para no restar protagonismo a
las luces de la ciudad. Un decorado ultracontemporáneo creado por
Patrick Jouin y una carta que aúna las tendencias con lo tradicional,
servicio únicamente en mesa.
Ideales para un tentempié apetitoso
Ponemos a su disposición una larga lista de bebidas frías y calientes, de placeres dulces o salados. Descubra nuestras ensaladas y nuestros bocadillos caseros, nuestro surtido de bollería y pasteles horneados
in situ, o incluso nuestras pizzas y variedad de helados.
Disfrute de una copa de Champagne en la cima de la Torre Eiffel y termine su visita con un momento festivo...
Situado en el último piso del monumento, el Bar à Champagne le propone una pausa elegante a la par que original.
Emplazado en la estructura del monumento, le ofrece una selección de champagne rosado o blanco, servido a una temperatura ideal y que podrá degustar mientras contempla un panorama único en el mundo...
Como parte de la remodelación de la primera planta, el "Gustave Eiffel" hall de recepción se encuentra cerrado por reformas. La reapertura está prevista para finales del primer trimestre de 2013.
El nuevo "Gustave Eiffel" sala de recepción se magnifica por su fachada transparente (que estaba escondido en el pasado por las cortinas), una altura del techo 6.80m, equipo moderno, una etapa adaptable y una decoración contemporánea, el "Gustave Eiffel" sala de voluntad ser una de las más atractivas áreas de exposición en París.
Con una capacidad de 400 personas, acogerá todo tipo de eventos profesionales: seminarios, conferencias, cócteles, cenas, conferencias de prensa, presentaciones de productos y muestras.
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