Los encierros por el campo de Iriépal son una de las citas veraniegas obligadas para los amantes de los toros de Madrid y Guadalajara. A mediados de agosto esta pequeña localidad de cerca de 1.000 habitantes situada a poco más de tres kilómetros de la capital alcarreña se llena de mozos que celebran las fiestas en honor a San Roque corriendo delante de los toros.
Sin embargo, el tradicional encierro campo a través del pasado jueves estuvo a punto de provocar una tragedia: el astado acabó en la ronda norte de Guadalajara y estuvo a punto de acabar persiguiendo coches en la autovía A-2, la carretera que une Madrid y Barcelona, según relatan los medios locales como guadalajaradiario.es.
Finalmente no fue así, pero el toro protagonizó más de un susto a los automovilistas y a los mozos que trataron de buscar cobijo subiendo a los techos de los vehículos, provocando imágenes espectaculares que inundaron las redes sociales durante el fin de semana.
El toro embistió a varios coches que se quedaron parados en medio de la carretera y estuvo a punto de volcar uno, cuyos ocupantes grabaron la escena y la mandaron por Whatsapp a sus conocidos. Y, a juzgar por las imágenes, la noticia fue que no se produjeran heridos.
No es la primera vez que los astados que corren en Iriépal la toman con un coche. En 2011 un toro destrozo un todoterreno Suzuki Vitaragolpeándolo durante más de 2 minutos.
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