¿Han cometido estos dos individuos el atraco más tonto del siglo?

Al ver las caras de estos delicuentes se puede pensar que son peligrosos criminales, nada más lejos de la realidad. Posiblemente estáis contemplando a los mangarrianes más patosos de la historia del crimen, ya que no es suficiente con remontarse a principios de este siglo para encontrar en las hemerotecas un atraco tan cómico. Y reconozco que hay algunos casos que casi se llevarían la palma.

Los protagonistas de esta historia, que podría haber firmado Gila, son Mario García, de 39 años, y Domingo García Hernández, de 28. A partir de ahora, ‘Los García’. Un nombre como con más solera para estos dos ases del despropósito, que pretendían robar un restaurante en el centro de Chicago con una pistola de juguete. Y por si esto no fuera suficiente, volvieron una hora después a la escena del crimen para repetir el atraco. ¿Perdón? El dueño del establecimiento se lo pidió, porque la primera vez no podía atenderlos. No por ser ladrones van a dejar de ser educados.

‘Los García’ son así. Confiados en sus posibilidades, pensaron que lo tenían todo rodado y que habían intimidado al propietario y los clientes del Grill Clifton, se equivocaron. De hecho, Mohammed Mukhi, el encargado del local, creyó que era una broma de mal gusto  (por eso no llamó a emergencias), pero al verlos aparecer por segunda vez comprobó que el atraco era real. Alegando que iba a buscar a la cocina unos cheques de su mujer, entretuvo a los dos ‘avispados’ y avisó a la Policía.

Los agentes acudieron rápidamente y pillaron a ‘Los García’ en pleno festín culinario. ¿Qué se creían que eran los sucesores de John Dillinger? Menudos pichones. Querían hacer el agosto al grito de: “Tengo una pistola, dame tu comida” (y cien dólares para gastos, que se me olvidaba).

El ‘delito del siglo’ les va a salir muy caro. De momento, el juez que lleva su caso les ha fijado una fianza de 25.000 dólares a cada uno. Además, se pueden pasar unos cuantos años a la sombra porque acumulan varios cargos, entre ellos: robo con intimidación y posesión de un arma simulada (aunque sea una pistolita de agua).