Unas de las frases que repito con cierta frecuencia la tengo muy en cuenta
SIEMPRE HAY UN MAÑANA QUE NO LLEGA
Y ese mañana que era día 25 de Julio , Santiago Apóstol , patrón de España
no llegó para 78 personas que tenían sus vidas, sus tristezas, sus alegrías,
sus esperanzas y sus felices vidas en más o menos intensidad . Sus vidas quedaron truncadas sin presentirlo , sin esperarlo no por un hecho inevitable por el ser humano, sino por la actuación de una persona irresponsable que demostró no merecer la confianza depositada en él, solo tenía que controlar la velocidad y esa irresponsabilidad le costó la vida a 78 personas y posiblemente a alguna más.
Estas son las circunstancia de alguna de ellas.
Francisco José Garzón Amo, conductor del Alvia que descarriló en Santiago de Compostela, tenía gran pasión por la velocidad, algo que mostró en su perfil de Facebook hace un año, cuando se jactó de la velocidad que usualmente alcanzaba durante su trabajo, aunque admitió: "Estoy en el límite.
No puedo correr más si no me multan". En un comentario posterior, bromeó: "Qué gozada sería ir en
paralelo con la Guardia Civil y pasarles haciendo saltar el radar. Menuda multa para Renfe". Un perfil que ha sido ya borrado pero del que ha dado tiempo a recuperar algunas imágenes y comentarios que delatan su pasión por ir rápido.
Quizá por eso Francisco José Garzón Amo se dio cuenta enseguida de que un posible fallo suyo había causado el accidente que ha provocado la muerte de 78 personas. "Somos humanos", decía el maquinista nada más lograr salir de la cabina a cuyos mandos se había puesto en la estación
de Orense, tras recoger el testigo de un compañero, que pasó a ser un viajero más en los 180 kilómetros últimos kilómetros de la ruta Madrid-Santiago de Compostela, tal y como recoge el diario 'El País' en su edición de este viernes y que reproducimos a continuación. El periódico recoge la biografía del maquinista, que está actualmente ingresado como herido leve en un hospital de la ciudad gallega y que espera a declarar ante el juez después de haber reconocido, nada más suceder el accidente que "la he jodido".
Garzón, de 52 años, comenzó a trabajar en Renfe hace 30 años prestando servicios auxiliares en la
estación de Monforte de Lemos, de donde es natural. Se hizo maquinista hace una década. Después de pasar un tiempo en la línea entre Madrid y Barcelona, decidió pedir el traslado a Galicia hace tres años. Su madre estaba enferma y él, que reside en La Coruña, quería estar cerca de ella.
Con una hoja de expediente intachable, era uno más de los cientos de maquinistas de Renfe. Tras el accidente participó en el rescate de algunos heridos. Unos minutos antes, todavía atrapado en la cabina del convoy que pilotaba, habló con la radio que lo comunicaba con la estación. Tenía contusiones y le dolía el cuerpo. "Espero que no haya muertos, porque caerán sobre mi conciencia", dijo entonces.
Minutos antes de esa conversación, Francisco
José Garzón Amo iba demasiado rápido en un tren de alta velocidad preparado para alcanzar los 230 kilómetros por hora, pero que no podía superar los 80 en ese tramo. Después de que el tren descarrilara en esa curva, limitada a 80 kilómetros por hora, Garzón habló por teléfono con el servicio de emergencias de
Renfe: "¡Tenía que ir a 80 y voy a 190!". Lo dijo en presente, aunque el accidente ya era irreversible. Según admitió más tarde el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, el propio maquinista reconoció que entonces que doblaba la velocidad permitida
en el tramo del siniestro."Descarrilé, qué le voy
a hacer", mantuvo Garzón.
El juzgado de instrucción 3 de Santiago de
Compostela espera a que desentrañe el
tacógrafo , la caja negra de los trenes, para aclarar qué paso. Los compañeros del Sindicato de Maquinistas, al que Garzón estaba afiliado,
quisieron "transmitirle su apoyo".
La conmoción vivida por el descarrilamiento del tren de Santiago de Compostela ha traspasado fronteras por el origen de muchas de las víctimas. Las más mediáticas han sido las del periodista Enrique Beotas, la ex directora
de series como ‘Aída’ o ‘7 vidas’ Carla
Revuelta y el primo y la tía del futbolista del
Deportivo Juan Domínguez, Tomás López Brión
y Elisa Brión Sobrido. Sin embargo, la tragedia no fue selectiva ni distinguió entre clases ni
procedencias y detrás de la frialdad del listado de víctimas mortales surgen poco a poco los rostros y las historias de 78 vidas truncadas. Entre ellas, está la de Sara Fuenmayor, una colombiana de 36 años que residía en Madrid desde hace 15, y que tuvo la mala suerte de subirse en el fatídico Alvia. La antioqueña se mudó a la capital madrileña tras graduarse en el colegio de su país. Allí tenía una microempresa de accesorios como pulseras y collares hechos por ella misma.
Una de sus mejores amigas, Tatiana Londoño,
A Yolanda Delfín Ortega le gustaba el clima de
Santiago de Compostela. La joven mexicana,
natural del Estado de Veracruz, llegó a la
capital gallega hace seis meses en un programa
de intercambio para estudiar Derecho. “Le
habían recomendado esa escuela”, dice su hermana de 16 años al teléfono. Confirma con entereza que Yolanda ha muerto. Viajaba en el tren que descarriló a pocos kilómetros de la estación de Santiago. Había comenzado su viaje en Madrid, donde el día antes se despidió de
sus padres y de Mariana después de un mes de
vacaciones por Europa. “Había terminado los exámenes en junio. Fuimos a verla y queríamos que regresara con nosotros, pero ya no había billetes para esa fecha y tuvo que comprar la vuelta para el 2 de agosto”. Por eso volvió a Galicia el miércoles en vez de volar a México. El novio de la joven estudiante, Luis Ledesma, contactó con ella a través de la red social Facebook cinco minutos antes del accidente
La muchacha le dijo que cuando llegase a casa lo llamaría, pero esa fue la última noticia que tuvo de ella. No fue hasta después de las cuatro de la tarde hora
peninsular que la familia recibió la comunicación oficial por parte de la cancillería mexicana. La hermana de Yolanda ha asegurado que este sus padres viajan a España mismo jueves para recuperar el cuerpo.
Tal y como informa el diario 'Criteriohidalgo.com', según el director Acadméico de la Universidad Anáhuac, Ricardo Marín, la joven abandonó el país para mejorar su nivel académico. Sus buenas calificaciones y sus logros académicos permitieron a Yolanda optar por un intercambio académico con la Universidad de Santiago de Compostela, donde continuaría con sus estudios de Derecho. Por su parte, el secretario general de la casa de estudios, Manuel Vázquez Hernández, afirma que "la comunidad universitaria se encuentra muy consternada" y asegura que "Yolanda era parte de nuestro grupo de alumnos brillantes que gracias a su destacados estudios se fue de intercambio".
Rosalina Altagraciana Ynoa era una alta funcionaria del Ministerio de Planificación y Desarrollo de la República Dominicana. Era la menor de varios hermanos y tenía cuatro hijos. Vino a España porque quería dar una sorpresa a su hermana, que desde hace años reside con su pareja, visitándola en Santiago de Compostela. Ramón Jiménez, su cuñado,explicó que fueron sus parientes los que les avisaron de la visita
de Rosalina. "No sabíamos nada de que iba a venir aquí. Quería que fuese una tremenda sorpresa".
Hace unos días volaba junto al viceministro de su país de origen, Inocencio García, como parte de la representación institucional en una reunión de cooperación internacional. No se podían imaginar, ni ella ni ninguno de sus familiares, que sería un viaje
son retorno. Desde Madrid compró un billete del Alvia siniestrado con destino a Galicia.
La alta funcionaria era la menor de varios hermanos, estaba casada y tenía cuatro hijos.
Carla Revuelta, directora de la serie 'Aída'
(Telecinco) hasta 2010, es una de las 78 víctimas mortales del accidente del Alvia en Santiago. Su nombre aparecía en
la lista de fallecidos que poco a poco ha ido descubriendo las identidades de quienes perdieron la vida tras el descarrilamiento del tren. Conocida por haber dirigido y realizado algunas de las series más exitosas de la pequeña pantalla, el mundo audiovisual está de luto tras la pérdida de la realizadora, de 37 años de edad y cuyo último trabajo había sido la serie 'Fenómenos' (Antena 3), donde realizó labores de dirección y realización.
Directora de ficción desde hacía 14 años, Carla Revuelta había comenzado en la pequeña pantalla con 'Policías', como recordaba la realizadora de 'Aída' Mónica Artigas en su perfil deTwitter. "Me he enterado hace un rato de que mi amiga y compañera Carla iba en el tren, ha fallecido... Estoy desolada. Yo empecé en el medio con ella, en la serie Policías... El lunes comenzaba un nuevo trabajo... Lloro... el destino es muy cruel!", decía en dos tuits tras enterarse de que Carla era una de las personas de la lista de fallecidos.
Ayudante de realización en 'Mis adorables vecinos' (Antena 3), realizadora en la
mítica '7 Vidas' (Telecinco) y directora también de 'Los Quién' (Antena 3), Carla
Revuelta había participado también en programas de televisión como 'El traidor', 'La
selva de los famosos' o 'La noche de los tramposos'. Los actores con los que Carla
había trabajado durante estos 14 años de profesión no dudaron en mostrar su dolor
a través de sus perfiles de Twitter.
Así, Eduardo Casanova aseguraba estar "destrozado". "Gracias por todo Carla,
todavía no me lo creo. Un fuerte abrazo a los familiares", añadía el actor.
"Compañera, directora de Aida durante años, fallece en el accidente ferroviario. No
somos nadie, lloro con todos vosotros", comentaba David Castillo, que interpreta a
'Jonathan' en 'Aída'. Su compañero Secun de la Rosa también se acordaba de Carla. "El tren se ha llevado muchas vidas, entre ellas una compañera nuestra maravillosa llena de planes y sueños de sonrisa grande. Que pena", escribía. Los perfiles oficiales de la serie de Telecinco y el de los guionistas de la ficción también mostraban su apoyo a la familia de Carla Revuelta.
Además, Ana María Polvorosa, Julián López o Toni Acosta recordaban a la realizadora con la que habían trabajado en las distintas series de las que Carla se había hecho cargo a lo largo de su carrera.
Santiago de Compostela.- El periodista Enrique Beotas,
director y locutor de 'La Rebotica', ha muerto en el accidente de tren de Santiago. Actualmente en Gestiona Radio, ha sido la emisora la encargada de confirmar su fallecimiento, siendo una de las 78 víctimas mortales de la tragedia y una de las más de 50 que ya han podido ser identificadas.
El periodista natural de Ávila, aunque gallego de
adopción, Enrique Beotas había decidido acudir a la capital gallega para disfrutar de las Fiestas del Apóstol, que iban a tener lugar este jueves. El director de 'El Correo Gallego', medio en el que colaboraba actualmente, ha sido el encargado de recibir y arropar a la mujer y la hija del periodista, de 58 años, que se trasladaban a primera hora de la mañana hasta la ciudad gallega tras confirmar el pasado miércoles que Beotas era uno de los pasajeros del tren siniestrado y que no constaba entre los heridos.
Con más de 30 años de carrera a sus espaldas, Enrique Beotas conducía actualmente
'La Rebotica', -uno de sus programas más conocidos-, en Gestiona Radio los sábados
de 17.00 a 20.00 horas. De hecho, ha sido la propia emisora la que confirmaba el
fallecimiento de una de las voces más conocidas de la radio en España. Licenciado en
Periodismo y Publicidad, había dirigido y presentado programas como 'Autores de la Vida'. Cadena Ser, Radio España, Radio Voz, Cadena Blanca, Onda Cero, Punto Radio y Gestiona Radio en los últimos tiempos han sido las emisoras por las que 'La Rebotica' ha sido emitido.
Referente en la comunicación institucional, fue director de Relaciones
Institucionales y Corporativas de Unidad Editorial, empresa editora de 'El
Mundo', director general de Comunicación del Real Madrid, subdirector General de
Comunicación y Relaciones Institucionales del Grupo Radiofónico Onda Cero y
director de Comunicaciones y Relaciones de Acciona. Actualmente era director
editorial de Quator Quindici empresa dedicada a la gestión de comunicación. En su
currículo también figura haber sido director de la división de comunicación y gestión del grupo internacional Young & Rubicam, además de ser autor de libros como
'Manuel Fraga, cuaderno de notas de una vida', basado en las conversaciones entre Fraga y el periodista, que había sido jefe de prensa del político gallego cuando ocupó la presidencia de Alianza Popular entre 1983 y 1989.
En su carrera no han faltado colaboraciones con 'El Mundo', 'Marca', 'La Razón' o Ya' y en revistas como 'Actualidad Española' y 'Gaceta Ilustrada'.
Juan Domínguez, jugador del Deportivo de la Coruña, es una de las vidas rotas en la tragedia de Santiago de Compostela. Él no viajaba en
ese Alvia 151 siniestrado, pero en el accidente ha perdido a su primo y a su tía.
Juan Domínguez abandonaba este jueves la concentración del Deportivo en la localidad lucense de Monforte de Lemos al enterarse de la noticia. El centrocampista se trasladó a la casa familiar en la parroquia de Limodre, en Pontedeume (La Coruña), para estar con sus allegados.
Su primo era Tomás López Brión, natural de Ferrol y de 21 años. Su tía, Elisa Brión Sobrido, de 46 años. Tomás y su madre, venían de
pasar unos días de vacaciones en Madrid junto a su hermana pequeña de 14 años, Laura, estudiante del colegio Las Mercedarias, que viajaba con ellos en el tren y resultó herida.
Ella permaneció consciente durante todo el siniestro y fue quien identificó el cuerpo de su hermano, una de las primeras víctimas confirmadas.
De hecho, el trágico desenlace de Tomás, que estudiaba en el CIFP Rodolfo Ucha de
Ferrol y lo había hecho anteriormente en el instituto Saturnino Montojo, lo anunciaba su propio padre en su perfil de Facebook a los pocos minutos de que se produjese el accidente: “Mi hijo ha muerto”, escribía en su muro el arquitecto Tomás López Lamas. Elisa Brión Sobrido , madre de Tomás y Laura y tía política de Juan Domínguez, era muy conocida en Ferrol. Hermana de María José Brión Sobrido, vicegerente del campus ferrolano, había desempeñado hace unos años en la ciudad el cargo de directora de la unidad de Promoción y Desarrollo del Plan Ferrol, un programa para la reindustrialización de la zona impulsado por el Gobierno. Era experta en gestión de proyectos, formación empresarial y comunicación, diplomada en Relaciones
Laborales, y había trabajado dentro y fuera de Galicia en la iniciativa pública y privada
CAROLINA BESADA (18 años)
"Acaba de descarrilar el puto tren en el que venía mi hermana". Eran las primeras palabras de la
tarde del miércoles de Marta Besada, una joven de Orense que todavía no conocía el alcance del accidente. Minutos más tarde, su cuenta de Twitter se llenó de mensajes. "Es horrible esta espera. En cuanto sepa algo os aviso", comentaba Marta. En un primer momento, los rumores eran esperanzadores: "Me acaban de decir que el vagón en el que iba mi hermana volcó y que probablemente sólo tenga heridas leves", decía ilusionada. Veinticuatro horas más tarde, los peores presagios se hicieron realidad: "Y entonces, silencio. Descansa en paz, Lila".
RODRIGO DE ANTONIO (22 años)
Natural de Ferrol, Rodrigo de Antonio, era conocido como 'Tortu', un apodo gracias al tatuaje de
una tortuga pequeña que lucía en la espalda. Era monitor en el Centro Juvenil Paseo, se iba a
campamentos con los niños que allí se encontraban y realizaba actividades con ellos. Precisamente, el Centro ha querido mostrar sus condolencias al conocer el fallecimiento de 'Tortu': "Día triste para la familia del Centro Juvenil, rezamos por esa estrella que va a brillar más en el cielo". También se dedicaba a entrenar equipos de fútbol. Viaja a la ciudad de Ferrol, su ciudad natal. Pocas horas
antes de morir escribió en Twitter: "De camino al lugar donde pertenezco".
DAVID VILLOLDO (27 años)
Los que conocían bien a David lo calificaban como un chico, humilde, tímido y muy sano. El joven, gallego de nacimiento de 27 años, cuya vida acabó en el fatídico viaje a Santiago de Compostela. Aunque residía en Madrid, David estudió en su tierra natal. Después, tuvo la oportunidad de ir a la Universidad de La Coruña. ¿Su pasión?, el deporte, y concretamente el fútbol. Además pertenecía a la peña deportivista 'Centenariazo', desde donde le enviaron el siguiente mensaje: "Amigo y hermano de nuestra mini familia en Madrid, descansa en paz".
DAVID MARTÍN Y LAURA NAVEIRAS (21 años)
Eran novios, y habían tomado el tren para visitar la tierra de ella. Ambos estudiaban Medicina en
la Universitat de Lleida, la cual confirmó la tragedia: "Se han ido dos buenos médicos pero mejores personas". Él tenía 21 años, nacido en Bohonal de Ibor (Cáceres), y era hijo de una empleada del Servicio Extremeño de Salud.
ELENA ARROJO AUSINA (32 años)
Muchos vecinos volvían ayer a casa para las fiestas de Santiago. En ese tren llegaban a tiempo de ver los fuegos artificiales. Elena Arrojo Ausina era una de ellas. La guardia civil compostelana de
32 años llevaba cuatro trabajando en la casa cuartel de Yunquera de Henares (Guadalajara).
Acababa de tomarse las vacaciones y las iba a pasar en casa. “Aquí hay mucha gente joven y ella estaba bastante integrada”, relata un agente de la misma unidad, que prefiere no ser identificado. Arrojo no tenía hijos y no estaba casada, según su compañero. Era una chica “muy buena”. No sabe si Yunquera de Henares fue su primer destino como guardia civil y no está autorizado a dar más datos sobre su carrera profesional, pero sí que sabe que esta localidad de unos 2.000 habitantes, está “muy afectada” y muchos acuden al cuartel a trasladar sus condolencias.
JOSÉ MARÍA ROMERAL (65 años)
Chema, como todo el mundo le llamaba, era natural de un pueblo de Ciudad Real. Desde hace 10
años era vicario de la iglesia de Santa Teresa de Jesús, una parroquia del municipio madrileño de
Colmenar Viejo. "Era una persona anónima pero maravillosa. Era también un pintor fenomenal, un decorador", relata una catequista, con la voz rota por la emoción. Romeral cogió el Alvia porque quería pasar una semana de vacaciones en Galicia.
LUIS MANUEL RODRÍGUEZ VALLEO (44 años)
A Luismi, lo conocían todos en el polígono de Torrehierro (Talavera de la Reina). “Llevaba por aquí toda la vida”, relata un mecánico. “Conozco a su familia, aunque a él no le pongo cara”, reflexiona un segundo. Otros, están tan afectados que no se atreven a hablar de él. Casado y con dos hijos, Luis Manuel Rodríguez Vallejo, de 44 años, regentaba, junto a un socio el taller mecánico Automoción Rodríguez Moreno, un oficio que le venía de familia. “Todos se han ido para allá [Santiago de Compostela], aquí no queda nadie”, se excusa un trabajador Talleres y Servicio Vallejos e Hijos, que pertenece a un tío del fallecido, que no sabe por qué Rodríguez viajaba en el tren.
LEONOR BUENDÍA (67 años) y JOSÉ LUIS BALEIRAS POCH (70 años)
La maestra jubilada Leonor Buendía, de 67 años, y el militar retirado José Luis Baleiras Poch, de
70, querían aprovechar la celebración de las fiestas del Apóstol Santiago para pasar unas vacaciones en Galicia, según el rotativo murciano 'La Verdad'. Baleiras, originario de Ribeira (La Coruña) fue destinado en su juventud al cuartel general de la Armada de Cartagena, donde conoció a su esposa, instructora en el colegio público San Isidoro y Santa Florentina, y se afincó hasta retirarse. El diario local cita a fuentes familiares, que recibieron en la misma noche del miércoles una llamada que anunciaba la muerte de él, y durante la mañana del jueves, llegaba la noticia del fallecimiento de la mujer. De sus tres hijos, informa el mismo periódico, el único varón también es militar y está de misión en Afganistán. Ya ha emprendido el camino de retorno para acudir al funeral.
ANTONIO JAMARDO VILLMARÍN (40 años)
En el pequeño pueblo de Pontecesures (Pontevedra), la familia de Antonio
Jamardo le esperaba a él y a su novia. No era una visita cualquiera: el más
pequeño de sus hermanos se casaba el sábado. Jamardo se había mudado hacía
un par de años a Madrid, donde era comercial en una fábrica de aluminio, según ha explicado Amancia Villamarín, su tía. Su novia se encuentra entre los heridos leves.
JUANA ARGANDA (64 años)
Juana y su marido, Antonio Rodríguez Gómez, de 67 años, que resultó herido de
gravedad en el accidente, cogieron el Alvia en la estación de Ávila. Cerca, en la
idílica localidad de Navaluenga (Ávila), pueblo natal de ella, el matrimonio tiene
una casa a la que solían acudir a refrescarse del rigor del verano en Toledo,
donde residen habitualmente. Juana y Antonio viajaban a Galicia a ver a una de sus cinco hijos y a su marido, el entrenador de baloncesto Rubén Espeso, gallego de origen, cuyos padres habían invitado a sus consuegros a celebrar con ellos la fiesta mayor de Santiago. No pudo ser.
ANA ÁLVAREZ CARBALLO (45 años)
Ana Álvarez, funcionaria, falleció en el acto. Natural de Ourense pero residente en La
Coruña, se desplazó a Orense junto a una de sus dos hijas, de seis años, para que la
pequeña visitara a sus abuelos. Volviendo de la visita sucedió el accidene. La niña fue
hospitalizada pero está bien
KARMELE SANZ (53 años)
Nacida en Andoaín (Guipúzcoa), vivió durante 25 años en Santiago. Trabajó como auditora, primero en Sodiga y despues en Tracsa. Al final se montó su propia auditoria en la calle Tras do Pilar de Santiago. Soltera y residente en Madrid, se desplazaba a Santiago para celebrar junto a unos amigos el día del Apostol.
ANA MARÍA CÓRDOBA
Viajaba con su marido, Luis Felipe Córdoba, y su hija adolescente: Cristina Córdoba. De
origen colombiano pero de nacionalidad estadounidense, se dirigían a Santiago para
visitar a su hijo, que había estado haciendo el camino de Santiago. Moreno, alto,
vestido de excursionista y teléfono en mano, se le vió ayer por la noche sobre las 22:30 en la sala de espera de la Clínica de Santiago preguntando por "una chica de 16 años". Su padre fue hospitalizado con una contusión craneal y su madre (Ana María Córdoba) falleció.
ANTONIO REYES, ROSA QUIJANO, ESPERANZA MÁRQUEZ, FRANCISCO
GARCÍA E IGNACIO BUSTAMANTE
Tres familias gaditanas que viajaban juntas a Santiago quedaron truncadas por la tragedia ferroviaria. Antonio Reyes tenía 60 años. Estaba a punto de jubilarse como profesor del Instituto Sancti Petri, de San Fernando (Cádiz). Junto a su esposa, Rosa Quijano, su hija Fátima, de 26 años, y dos matrimonios más -los formados por Esperanza Márquez y Francisco García y por Ignacio Bustamante y Josefa Álvarez- acudía a Galicia para encontrarse el Día del Apóstol con unos amigos, también gaditanos, que habían culminado el camino de Santiago. Solo Josefa Álvarez y la joven Fátima, con síndrome de Down, sobrevivieron al descarrilamiento.
Ignacio Bustamante, funcionario del Ayuntamiento gaditano y conocido en
la ciudad por sus cargos en cofradías de la Semana Santa, fue identificado como uno de los fallecidos a primera hora de la tarde.
Y así, hasta 78. DESCANSEN EN PAZ
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