El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, acaba de anunciar que renunciará a finales de agosto a la presidencia de la Junta de Andalucía "después del primer Consejo de Gobierno tras las vacaciones". Griñán, que no prevé un congreso extraordinario en el PSOE andaluz, no se retira de la política activa, ni de sus cargos de presidente del PSOE, ni de la Secretaría General del PSOE-A. Por lo tanto, habrá bicefalia en el partido con Susana Díaz, que tomará posesión en septiembre como presidenta de la Junta de Andalucía.
Griñán ha reconocido que las circunstancias “personales y familiares” han sido “la más determinantes” para tomar esta decisión “meditada desde la responsabilidad” que considera fundamental para que Andalucía remueva “todos sus motores”. “Es lo mejor para agotar la legislatura y fortalecer la necesidad del Gobierno andaluz”, destacó en su comparecencia institucional en el Palacio de San Telmo.
El dirigente socialista confirmó ayer un almuerzo con Alfredo Pérez Rubalcaba, Mario Jiménez, vicesecretario general del PSOE andaluz, yElena Valenciano para debatir esta cuestión. Griñán ha reconocido que le han afectado “cosas y mentiras que se está diciendo”, como una posible imputación en el caso de los ERE por parte de la juez Mercedes Alaya. “No hay razones jurídicas para imputarme, ni razones jurisdicciones por parte del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla”.
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