¿Debemos fiarnos de la caída del paro?

Bruno Pérez

miércoles, 03/07/13 - 06:00

• Los datos del mercado laboral en junio muestran una tendencia sorprendente: aunque la ocupación apenas se incrementó en 26.800 personas, el paro se redujo en 127.200, casi cinco veces más
• ¿Cómo se explican esos 100.000 parados menos de diferencia? Aspectos estadísticos, estacionalidad o pérdida de confianza en encontrar un empleo en España, algunas de las razones

 

El pasado mes de junio 127.248 personas abandonaron las listas del paro, según los registros de los Servicios Públicos de Empleo. Sin embargo, la afiliación a la Seguridad Social, es decir, la ocupación, únicamente se incrementó en 26.900 personas.

Es decir, que hay algo más de 100.000 parados cuya salida de las listas de los Servicios Públicos de Empleo no se explica porque hayan encontrado un trabajo, al menos, aparentemente, sino por otras circunstancias diferentes y que no se reflejan con claridad en las estadísticas.

La misma incoherencia se aprecia en la información disponible de lo que va de año. Mientras las cifras de paro registrado muestran una caída deldesempleo de 85.043 personas, las de afiliación a la Seguridad Social indican que el número de cotizantes ha descendido en 48.815. Es decir que hay menos parados que hace seis meses...y  también menos ocupados ¿Cómo es esto posible? Intentamos arrojar un poco de luz sobre este fenómeno:

1. El efecto estadístico. El modelo estadístico SISPE, a partir del cual se miden las cifras del paro en los Servicios Públicos de Empleo, calcula la variación de los registros entre el último día del mes anterior y el último día del mes en curso. Sin embargo, la Seguridad Social ofrece datos medios de afiliación en el conjunto del mes. Es decir, no compara la cifra de afiliados en el último día del mes en curso con los que había el último día del mes anterior, sino que realiza un cálculo sobre el número medio de afiliados que ha habido durante el mes en curso.

Si tomásemos los datos del último día del mes, la variación positiva en el número de afiliados a la Seguridad Social hubiera sido de 64.709 (no de 26.900) y ese llamativo escalón de 100.000 personas entre la salida de parados y la entrada de nuevos ocupados se reduciría a 62.539.

2. Muchos parados han perdido la fé. El segundo factor que puede explicar esta falta de sintonía entre los datos del paro y los del empleo es el denominado 'efecto desánimo'.

Y es que no todos los que salen de las listas del paro lo hacen porque han encontrado un empleo.

El caso paradigmático de este fenómeno es la construcción. En junio, el desempleo en el sector cayó por tercer mes consecutivo. Lo hizo en 18.516 personas y en los últimos doce meses acumula un descenso de 73.839 personas.

Pero, ¿ha descendido porque los parados del sector han encontrado al fin acomodo en el mercado de trabajo? No lo parece. Los datos de Seguridad Social muestran que lejos de incrementarse, la cifra de cotizantes adscritos al sector se ha reducido en 123.744 personas.

¿Cómo se explica esta aparente contradicción? Según los sindicatos, de forma muy sencilla: "ha cundido el desánimo". La construcción lleva destruyendo empleo desde finales de 2007 a un ritmo de 300.000 puestos anuales y las oportunidades son escasas.

"Mucha gente se ha cansado de esperar un trabajo en la construcción y se ha terminado dando de alta como demandante de empleo en otro ámbito", aseguran desde MCA-UGT. Es decir, no es que la gente esté encontrando trabajo, es que está desistiendo de encontrarlo.

3. Los estudiantes se buscan la vida fuera. Hace unos años era muy habitual que los estudiantes se dieran de alta como demandantes de empleo en mayo o en junio con el fin de encontrar un empleo de temporada o de prácticas durante el periodo estival.

Este año las cosas han cambiado. El número de demandantes de empleo menores de 25 años se ha reducido en más de 9.000 personas este mes y ya acumula un descenso superior a los 30.000 en los últimos doce meses. Y ello pese a que la tasa de paro juvenil ha escalado hasta el 57%.

Una cifra, esa de 30.000, que cuadra de forma bastante precisa con elflujo de salida de jóvenes españoles con dirección al extranjero en busca de una oportunidad laboral.

Un tráfico en dirección al exterior que tradicionalmente se ve acentuado en el mes de junio como consecuencia de los estudiantes que marchan al extranjero en busca de mejorar sus niveles de idiomas durante el parón estival. Según Universia, la demanda de este tipo de cursos por parte de jóvenes españoles se ha disparado un 50% este año.

4. Demasiada estacionalidad. ¿Qué es eso de la estacionalidad? Básicamente, el efecto sobre la creación de empleo y la reducción del paro de fenómenos que tienen un horizonte temporal limitado: campañas agrícolas, periodos vacacionales o empleos de temporada.

"Son puestos de trabajo que se crean hoy, pero que sabemos que no existirán mañana", aseguran desde los sindicatos. Por ese motivo los economistas escrutan con minuciosidad la evolución de los datos desestacionalizados en busca de las tendencias de fondo del mercado laboral, que no siempre se aprecian con los datos que figuran en las estadísticas.

¿Y qué dicen los datos desestacionalizados? Que el paro en junio, limpio de contratos de temporada en el sector turístico o en campañas agrícolas, lejos de reducirse en más de 127.000 se habría incrementado en 5.500 personas, y que el número de cotizantes a la Seguridad Social no sólo no habría aumentado en 26.900, sino que habría caído en unos 13.000, según la estimación de BBVA Research.

5. Mucho 'minijob'. De los 1.277.255 contratos suscritos durante el pasado mes de junio, 458.295 regularon jornadas a tiempo parcial, nada menos que un 36% del total. La inmensa mayoría de ellos (428.519) fueron, además, contratos temporales.

La incidencia de los empleos de jornada reducida en el mercado laboral español es cada vez más relevante. En 2010, se suscribieron 372.407 contratos a tiempo parcial en junio, 85.000 menos que este año, y su peso sobre el total apenas llegó al 28%.

6. El empleo no mejora. Y el dato que más dudas genera: la atonía del empleo. Es cierto que en los últimos cuatro meses, a lomos de una estacionalidad favorable (los expertos aseguran que el periodo marzo-julio es particularmente favorable para el empleo en España y el periodo agosto-diciembre singularmente negativo) la cifra de cotizantes a la Seguridad Social se ha incrementado en 243.118 personas y que esta cifra mejora en más de 87.000 la del año pasado. Pero también es cierto que a cierre del mes de junio había 633.977 cotizantes menos que hace doce meses y que el balance interanual ha empeorado respecto a mayo.