Luis Bárcenas ha pasado su primera noche entre rejas. A última hora de la tarde de ayer, el extesorero del PP hacía su entrada en la cárcel madrileña de Soto del Real por orden del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. El instructor del 'caso Gürtel' tomó esta decisión a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, que en un cambio de última hora solicitó el ingreso en prisión sin fianza para el extesorero popular.
El juez dió por buenos los argumentos del Ministerio Público, en tanto en cuanto ha aumentado el riesgo de fuga de Bárcenas porque Suiza ha informado que ha llevado dinero a Estados Unidos y Uruguaydesde cuentas que no estaban bloqueadas. "Esta medida es procedente para asegurar su presencia en el proceso evitando el riesgo de fuga y asegurando al mismo tiempo la preservación de fuentes de prueba relacionadas con los presuntos delitos objeto de imputación", señala el auto de prisión dictado por Ruz, de 28 folios.
Asimismo estimó la reiteración delictiva del acusado. Ruz justificó en el auto su ingreso en prisión a partir de "la concurrencia de nuevos hechos y el resultado de diligencias" practicadas en la investigación que refuerzan la imputación del extesorero por los delitos contra la Hacienda Pública, cohecho y blanqueo de capitales y añaden los de falsedad en documento mercantil y estafa procesal en grado de tentativa. Así, indicó que, a pesar de que el imputado ha cumplido hasta el momento con las medidas cautelares que le fueron impuestas -retirada de pasaporte, prohibición de salida del territorio nacional y comparencias quincenales-, "a día de hoy deben ser tenidas en cuenta nuevas circunstancias". Entre ellas destacó "la elevada penalidad que se asocia a los delitos que se le imputan", la alta previsión de responsabilidad pecuniaria que llevan aparejados y su nueva imputación en la pieza en la que se investiga la presunta contabilidad B del PP.
Ruz recordó, además, que el exsenador cuenta "con patrimonio en el extranjero de difícil control e incautación judicial y pone de manifiesto que "durante los años 2011, 2012 y 2013 continuó disponiendo libremente de los fondos en Suiza" y contó con capacidad de "gestión activa" sobre ellos.
Recurrirán el auto
Sobre la decisión del magistrado habló Alfonso Trallero, abogado del extesorero del Partido Popular, que defendió la inocencia de su cliente y se quejó de que fuese enviado a prisión por su patrimonio en dos bancos de Ginebra. "Lo que no se puede decir es que porque uno tenga 25, 30 ó 40 millones de euros en Suiza, esos 40 millones tienen un origen delictivo", dijo ante los emdios congregados a las puertas de la Audiencia Nacional.
Trallero negó que Bárcenas haya dejado en algún momento de colaborar con la investigación que dirige Ruz y rechazó, tal y como sostiene el magistrado, que exista riesgo de fuga. "Es imposible que el señor Bárcenas se pueda fugar y pueda destruir pruebas, es una de las personas más conocidas y tiene una fisonomía que se le reconoce en cualquier parte del mundo a la que vaya", alegó antes de recordar que cuando "ha estado fuera" le han hecho fotos diciendo: "Está cenando en no sé dónde". "¡Es imposible que se fugue, imposible!", añadió.
Fortuna suiza
La de ayer era la novena comparecencia judicial de Bárcenas desde que en 2009 fuera imputado por su implicación en ‘Gürtel’, la trama de corrupción vinculada al Partido Popular que fue instruida inicialmente por el exjuez Baltasar Garzón, expulsado de la carrera por prevaricación en este proceso. La causa contra el exsenador fue archivada por el juez Antonio Pedreira, del Tribunal Superior de Madrid, que dictó el sobreseimiento provisional de las actuaciones en un auto del 29 de julio de 2011 al no ver indicios de delito. Sin embargo, la causa fue reabierta por la Audiencia Nacional en marzo de 2012, precisamente por un recurso de la acusación Adade.
Ayer Bárcenas estaba citado por la fortuna oculta en Suiza, desvelada a mediados de enero. En concreto, por el falso negocio de la compraventa de cuadros con el que trató de justificar parte de sus ingresos, y que para Ruz “no se correspondía con operaciones reales” sino de blanqueo de capitales. Precisamente, uno de las pruebas de la reiteración delictiva, según ha desvelado la Policía en su último informe, es que el extesorero viajó en junio de 2011 a Buenos Aires para falsear el contrato de la venta de los cuadros con una supuesta marchante argentina, Isabel Mackinley, que recibió a cambio 1.500 dólares. Lo hizo pese a estar imputado en el Tribunal Superior de Madrid cuando la causa estaba en este órgano judicial.
En su declaración ante Ruz, Bárcenas insistió en que las operaciones en entredicho, que suscribió la argentina, son lícitas y ha anunciado que la va demandar por haber puesto en cuestión esa compraventa. También ha dicho que pedirá una pericial psiquiátrica para esta testigo.
Tras él, prestaron declaración como imputados su mujer, Rosalía Iglesias, por la operación de venta de arte en la que aparecía su firma, y el supuesto testaferro del extesorero Iván Yánez. A ninguno les himpusieron medidas cautelares.
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