Al buzón del Palacio de La Zarzuela ha llegado una carta con remite de Los Yébenes. Dentro, una invitación para la inauguración del Museo de las Ciencias Naturales, el próximo 24 de mayo. Si lo abrieran hoy tendrían prensa a patadas. Porque el desnudo de la exconcejala Olvido Hormigos en ‘Interviú’ ha provocado un nuevo peregrinaje –y con este son ya tres– de los reporteros hasta este rincón de la Mancha que se encarama en los montes de Toledo y que vive del turismo de caza mayor. «Venados y ciervos, sobre todo. Somos un pueblo de cuernos», lanza con descarada sorna una vecina. Son 6.367 en el pueblo, incluida la mediática Hormigos, que sigue viviendo en una casita en el casco antiguo. No se fue cuando, el pasado septiembre, un desgraciado filtró un vídeo suyo masturbándose y no lo va a hacer ahora que se ha expuesto por gusto. «Quiero estar bien con la gente del pueblo pero (...) yo con mi cuerpo hago lo quiero», advierte anticipándose a las críticas.
Pero el sentir general de sus paisanos es de hartazgo. «El pueblo está hasta las pelotas. Ella puede hacer lo que quiera pero los demás estamos hartos», explota el dueño de un hospedaje. Y se intuye un enfado monumental con los periodistas. «Es que encima, algunos que no tienen ni idea nos han acusado de ser un pueblo retógrado. ¡Que no es eso! Es que pasamos de todo... como Olvido». Que ya está de vuelta de todo y ayer ‘promocionaba’ su vídeo erótico desde su cuenta de Twitter (tiene casi 5.500 seguidores).
En el Ayuntamiento de Los Yébenes, ‘no comment’ y el alcalde, Pedro Acevedo (PP), no se pone ni al teléfono. «No hay declaraciones», le excusa un funcionario. Y precisamente para Acevedo tiene unas palabras Olvido en la entrevista con ‘Interviú’: «Es buena persona, pero un poco corto». Aunque contra quien carga es contra «el futbolista», un joven con el que mantuvo una relación de tres meses y el destinatario del vídeo. «Se pasea por el pueblo como si nada. Quiero que pague».
Ella ya lo ha hecho. «Le gente pensará que soy de hielo pero fue horrible (...) Se me pasó por la cabeza eso de ‘ojalá mañana no me despierte’». Y no es difícil imaginarlo. Concejala de un pueblo pequeño, casada y con dos hijos de 10 y 13. «Conocí a mi marido con 18 años, ha sido mi único novio. De buenas a primeras voy yo y le digo que le he sido infiel y que todo el mundo lo sabe porque tienen un vídeo mío. ¡Es muy fuerte! No se ha enfadado pero lo ha pasado muy mal», reconoce a la revista la exedil socialista, retratada en tacones, lencería transparente y con media sonrisa.
12.000 euros
‘Interviú’ le habría pagado 12.000 euros por estas fotos y Telecinco 30.000 por participar en ‘¡Mira quien salta!’, aunque no pasó del ángel hacia delante desde los 3 metros y fue eliminada en la segunda gala. «Quiero hacer entender a mi familia que no hay nada malo en aprovechar el momento». Ya es más que lo que ganaba como en el Ayuntamiento de Los Yébenes, donde solo recibía una dieta por asistencia a los plenos –su hueco lo ocupó otra persona en el pueblo del pasado jueves. «Lo del vídeo fue un error y le supuso un disgusto pero le está sacando provecho. Con esto se ha retratado. Tiene tragaderas», le afea una vecina. En peluquerías y panaderías, la portada de ‘Interviú’ era ayer «el chisme», aunque los vecinos, pese a estar «un poco alborotados», se guardan mucho de hacer comentarios en público sobre su mediática vecina. «¿Quién es esa?». Otros directamente colgaban el teléfono.
El de Olvido Hormigos sonaba sin que nadie atendiera al otro lado, aunque ella nunca se ha escondido y sigue haciendo la misma vida que antes. «Baja a la compra, a por el tabaco... A veces lleva a los chavales a la escuela y otras veces lo hace su marido». Él sigue con su pequeño negocio de carpintería, apoyando a regañadientes a su mujer en su carrera mediática: «Le han puesto de calzonazos (...) ni antes ni después del vídeo hemos pensando en separarnos».
Pero todas estas explicaciones se las traen al pairo a la parroquia de Los Yébenes. Ellos no quieren periodistas, quieren turistas que acudan al reclamo del ciervo en salsa, que es lo que les da de comer. «Aquí ha venido a cazar media España. El Rey, Mario Conde...». Olvido no sale de caza, a ella lo que le gusta es el pádel.
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