La Unión Europea está empezando a verle las orejas al lobo y ha comenzado a entrar en fibrilacióntras el rechazo del Parlamento de Chipre el pasado martes a la injusta propuesta de la troika y el propio Gobierno conservador chipriota de imponer una tasa a los depósitos bancarios de entre 20.000 y 100.000 euros a cambio de que se desbloquee el rescate de 10.000 millones de euros para recapitalizar el sistema financiero de la isla.
Según las notas de una conferencia telefónica entre responsables de finanzas y del Tesoro de los países miembros de la eurozona y representantes de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo a las que ha tenido acceso la agencia Reuters, las autoridades económicas europeas se ven "en un lío" de considerables dimensiones.
Hasta el punto de que han comenzado a "hablar de manera abierta sobre la inminente salida de Chipre del euro" y a estudiar una estrategia para impedir que esto se lleve por delante al resto de economías de la moneda común.
Según Reuters, Chipre decidió no participar en esas conversaciones telefónicas, lo que fue interpretado por el resto de países como muy problemático y fruto de "la confusión que rodea a las intenciones de la isla".
"El Parlamento chipriota es demasiado sensible y no va a decidir nada, si Chipre ni siquiera se ve en disposición de participar en la llamada es un gran problema para nostros", dijo el representante de Francia según la misma agencia.
Alemania, según la misma información, pidió que se realice un estudio exhaustivo sobre el flujo de capitales desde Chipre a Reino Unido y Rusia y quiso dejar claro que "estamos dispuestos a encontrar una solución inmediatamente", siempre que Chipre acepte el plan trazado por los ministros de la eurozona el pasado fin de semana.
Ese plan original hablaba de tasar los depósitos bancarios más altos y fue modificado -y aceptado por los estados miembros- después por el propio Gobierno chipriota para evitar un problema con las fortunas rusas que guardan su dinero en los bancos de Chipre. La misma persona, hablando en nombre de Alemania puso sobre la mesa que había que encontrar una solución inmediata a los problemas de los dos mayores bancos chipriotas, que estarían a punto de quebrar, según la información, y sugirió la posibilidad de que Chipre abandone el euro. Si esto sucediera, el mismo interlocutor advirtió de la necesidad de crear una barrera que impidiera el contagio de la salida chipriota del euro a Grecia.
Fuga de capitales y control del BCE
Reuters asegura que otro de los temas más recurrentes de la conversación es el riesgo de una gran fuga de capitales el próximo martes cuando los bancos vuelvan a abrir. El Banco Central Europeo, en un intento por aumentar la presión sobre el Gobierno chipriota amenazó esta mañana con retirar su apoyo financiero el lunes si no se aceptaban las condiciones de la quita pactada el fin de semana. El representante del BCE en la conversación telefónica habría asegurado que estaban vigilando muy de cerca ese flujo de capital y que estaban llevando a cabo "los preparativos técnicos" necesarios para intentar limitar la fuga. "Estamos haciendo todo lo posible para limitar cualquier fuga sin autorización".
Mientras tanto, el ministro de finanzas chipriota, Michael Sarris, continúa en Moscú intentando pactar una salida con Rusia, uno de los principales acreedores del país. En las últimas horas se había hablado de la posibilidad de que los dos mayores bancos rusos, el VTB y el Skerkbank, compraran las dos entidades chipriotas al borde de la bancarrota, términos que han sido desmentidos este mediodía por los propios aludidos.
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