Invitó a sus diputados a celebrar una reunión permanente en la Asamblea durante toda la noche en la víspera de la primera jornada del debate de los Presupuestos, pero él abandonó el encierro. Increíble pero cierto. El líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, aparecía ayer por la mañana en los matinales de prácticamente todas las cadenas con gesto cansado y cara de pena. Solicitaba al Ejecutivo dirigido por Ignacio González, igual que lo hacía el martes a las nueve de la noche –minutos antes de iniciar su protesta–, que se siente a negociar «de verdad» con los profesionales de la salud. Pero la única verdad de la noche, según ha podido saber LA RAZÓN de varios empleados del Parlamento regional, es que pasadas las dos de la madrugada el secretario general del PSM abandonó la Cámara de Vallecas y no regresó hasta poco después de las ocho de la mañana, con el tiempo justo para prepararse los directos televisivos, cuando se había comprometido a «debatir sobre los recortes» de 21:00 horas del martes a las 9:00 horas del miércoles. «No, todos no se han quedado», esbozaba con media sonrisa un empleado de la Cámara preguntado por el encierro socialista. Otro concretó más: «Se fue, pero tarde, pasadas las dos de la mañana, y ha vuelto a las ocho y veinte más o menos», precisó otro trabajador de Vallecas. Ambos se referían a la misma persona: Tomás Gómez que, o bien tuvo mala suerte, o bien no calculó que todos los movimientos en la Cámara regional quedan registrados por las cámaras que vigilan los empleados de seguridad a los que obligó, con su protesta, a hacer horas extra.
Disciplina de partido
Se suponía que había pasado la noche en su despacho junto a una gran mayoría de sus compañeros de bancada, en una iniciativa que copiaba las protestas del personal sanitario, que estos días se encierra en los hospitales para evitar su privatización. Incluso, el líder de los socialistas había conseguido, según informó una portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, que la medida se extendiera a todos los ayuntamientos donde los socialistas tienen representación y a bastantes de sus agrupaciones en la Comunidad.
Lo anunciaron a bombo y patillo y, de hecho, lograron que #despiertosporlasalud se convirtiera en uno de los temas más comentados durante la madrugada en Twitter y que varios empleados de la red sanitaria agradecieran a Gómez el gesto. Pero habían caído en la acampada-trampa del mismo barón socialista que aseguró por la mañana que había pasado la noche en la Asamblea como «una muestra de solidaridad, una manera de reivindicar que no se aprueben unas cuentas sin futuro que rompen el consenso constitucional porque privatizan la Sanidad pública madrileña». Y es que el trancurrir de la noche fue bastante distinto al de una «reunión permantente» para hablar de los recortes.
Según explicaron ayer algunos diputados socialistas, la charla finalizó unas cuatro horas después de haber iniciado la «fiesta de pijamas». Entonces fue cuando muchos de ellos (finalmente no asistieron los 36 diputados que proclamó el PSM porque algunos parlamentarios se excusaron con cenas programadas hace días) hicieron lo propio. «Algunos pudieron recostarse en sus sillones y echar una cabezada durante dos o tres horas, otros prefirieron bajarse a sus coches para intentar conciliar un poco el sueño», explicó ayer un diputado socialista. Tampoco se mostraron muy conformes con la velada en algunos ayuntamientos: «Dime tú qué competencias en Sanidad tenemos nosotros, hacemos esto por disciplina de partido pero nada más», aseguraban desde una importante agrupación socialista.
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