ACIONERO.- Persona friolera, que siempre tiene frío aunque no lo haga.
ACEO.- Ácido, agriado.
ACERÓN.- Planta herbácea de hojas redondeadas y comestibles de sabor avinagrado. De raíz perenne. Suele renacer en los cercados de piedra.
ACHIPERRES.- Trastos viejos e inútiles.
ACORRICAR.- Recoger del campo productos ya recolectados y dejados atrás. (era muy normal en el caso de aceitunas, espigas, etc., etc.).
ACOMPAÑADO.- Persona que ha puesto unos quilos, (entrado/a en carnes).
AGARFAÑAR.- Acción de recogerlo al máximo, ahorrarlo todo.
AJILAR.- (Figuradamente poner al hilo) en camino, en fila organizada. También significa irse.
AGITADO.- Ahitado, de ahíto, estar saciado.
AJOCICAR: Agachar la cabeza. Caerse.
AJOTAR.- (Azuzar) incitación al perro para que te ladre o persiga.
ALABÁN.- Algo muy abundante, generalmente mucho ganado.
ALCANDORA.- Chaqueta tres cuarto abrigada.
ALCANZÚA.- (Por hucha) para guardar los ahorrillos.
ALEJINOSO.- Muy dado a las novelerías, pamplinoso.
ALFEÑIQUE.- Enclenque, débil, de pocas fuerzas.
ALGAFAIFA.- Fruto del algafaifo (azufaifo).
ALGAFAIFO.- Arbusto de mediana estatura, de fruto carnoso y comestible, de sabor algo ácido, su tamaño es inferior a una cereza y de textura más consistente que está el color de la cáscara es rojizo y el interior de un amarillo verdoso.
ALGOFIFA.- (En el DRA: aljofifa) Bayeta para el fregado de los suelos. Se hacía de rodillas en un artilugio deslizante fabricado en madera al que se le llamaba rodillero (Esto, naturalmente, fue anterior al invento de la fregona).
AMO.- Persona dueña de tierras y otras propiedades (el amo) no en el sentido de dueño de los asalariados u obreros como ocurría en época feudal (vengo de casa del amo) no de mi amo como pudiera creerse.
ANDACAPADRES: Cacharros de cocina.
ANDADOR.- Utensilio o prenda confeccionada artesanalmente en tela fuerte y resistente que servía de faja a los niños. A esta faja se cosían dos aros de tela de unos 60 centímetros de largo, de esta forma se asía al niño para que aprendiera a echar sus primeros pasos, en caso necesario se les colgaba de una silla, pestillo de puerta u otro con la sola condición que el niño tuviese sus pies en el suelo.
ANDANCIO.- Generalmente en invierno, a los resfriados u otra enfermedad estacional leve que padecía casi todo el pueblo.
ANSIAS.- Fatigas con ganas de vomitar.
ANTUSANERO.- Persona dada a sobrevalorar todo aquello que incumbía a su persona o a su hacienda, particularmente a su salud (quejumbroso).
APALPÓN.- Agarrón.
APARENTE: Apañado en el sentido que sirve para algo.
APENCAR.- Apechugar con algo.
APITIDO.- Grito muy fuerte y exagerado, chillido.
APLICARSE.- Dícese cuando los cerdos están por comer bellotas.
ARREBAÑAR.- (En DRA. rebañar) Recoger todo lo que hay sin dejar absolutamente nada.
ARRECARCAR.- Presionar fuertemente el contenido de un costal, saco, serón etc. para llenar al máximo de su capacidad.
ARRECÍO.- Entumido de frío, helado.
ARREPIO.- Dar un arrepío, darle un pronto exagerado.
ARRIMAILLO.- Aparato de hierro en forma de u con un rabito, que se le ponía a las ollas en la candela de la chimenea.
ARRISCARSE.- Vestirse con el traje de fiestas.
ARROYON.- (o afrecho) Cáscara que envuelve al trigo y procedente del primer cernido de la harina. Se utilizaba para comida de animales amasada con agua.
ARRUCHE.- Estar o quedarse sin dinero alguno.
ATACARSE.- Acción de abrocharse el pantalón, la camisa u otra prenda de vestir.
AVENTAR.- Se aplica por tirarse, arrojarse sobre una persona o cosa (ej. aventarse) o echar (las papas avientan flores blancas…).
AZAFATE.- Recipiente metálico galvanizado en zinc, de forma rectangular, poca altura y esquinas redondeadas. Se utilizaba para servir la comida en la mesa.
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