Se salió de la calzada, atravesó una zona de paseo de más de cinco metros de anchura, rompió la barandilla del Muro y acabó con su coche volcado en la arena. En pleno debate sobre la segregación de ciclistas y viandantes en el Muro, un conductor ebrio acabó ocupando la madrugada del viernes al sábado el espacio peatonal para los vehículos a motor. El resultado final, aunque el accidente pudo haber derivado en tragedia, dado el continuo trasiego de gente por el paseo marítimo, se quedo tan sólo en un buen susto, una detención y un importante destrozo.
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 5.20 de la madrugada. Tres personas circulaban en un coche por el tramo de la calle Ezcurdia que discurre junto a la playa entre Eladio Carreño y el Naútico, cuando en un momento dado su vehículo se salió de la vía e invadió la acera, aproximadamente a la altura de la escalera 5 de la playa de San Lorenzo. A diferencia de lo que ocurre en gran parte del Muro, en este lugar no hay jardines ni murete de separación entre la calzada y el paseo, por lo que el coche tuvo vía libre. Aunque aún se está investigando si el turismo circulaba a una velocidad excesiva, atravesó la zona peatonal con potencia suficiente como para destrozar la barandilla del Muro -derribó unos diez metros- y acabó cayendo al agua, que tenía poca profundidad. Los ocupantes sólo sufrieron lesiones leves y pudieron salir por su propio pie. El conductor dio positivo en la prueba de alcoholemia y fue arrestado por un delito contra la seguridad vial.
Embiste a un guardia civil
Por otra parte, la Policía Local detuvo anoche a un conductor en la calle Guipúzcoa, después de que embistiese con su coche por detrás la moto particular de un guardia civil que estaba parado en un semáforo. El hombre se dio a la fuga, y fue alcanzado por los agentes. Estaba ebrio. El motorista, J. A. G. R., presentaba un leve dolor cervical.
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