¿Y POR QUÉ NO UN PREGONERO PARLEÑO Y GRATIS?

Acabo de coger un programa de las fiestas de Parla que empiezan la próxima semana con el famoso pregón que va dar el cómico Leo Harlem. Conste que no tengo nada contra este señor, todo lo contrario, me parece que el tío es bastante gracioso, pero como vecino de esta ciudad me pregunto si a nadie en este ayuntamiento se le ha ocurrido que el pregón lo diera alguien que se identifique de verdad con nuestra ciudad y que lo haga gratis. 

Por ejemplo, el banderillero El Chano, parleño de pro y que además recientemente ha sido noticia por sufrir una gravísma cogida de la que se está sobreponiendo con un coraje que ha salido en muchos medios de comunicación. O los chicos de la Escuela Municipal de Danza que hace unos meses ganaron un premio europeo. O alguien representativo del equipo de fútbol. O cualquiera de los muchos parleños que seguro que han hecho algo por esta ciudad. A mi personalmente me parece que sería más merecido y más barato que un señor que viene, lee un par de gracietas en dos minutos, cobra y se va, porque lo mismo te da un pregón en Parla que en Fresnedillas de la Oliva. 

Y conste que no lo critico, porque este señor es un profesional y se dedica a eso, creo que la culpa no es de él, sino de quien se lo paga (por cierto, con el dinero de todos los vecinos) y que no tiene la sensibilidad de buscar a gente de Parla que de verdad se merezca dar ese pregón, que les va a hacer más ilusión y que encima nos sale gartis, lo que, dado como está el panorama en este ayuntamiento, tampoco está de más. 

Es mi opinión por dos razones fundamentales: la primera, por representatividad y la segunda, por ahorro económico. Igual estoy equivocado y a la peña lo que le gusta es que venga cualquiera con tal de que salga en la tele y que se lleve no menos de 2.000 ó 3.000 eurazos por soltar un discursito aunque no tenga nada que ver con la ciudad. A mi eso para un teatro o una actuación me parece perfecto, pero no creo que sea lo que debe ser un pregonero de las fiestas de una ciudad, ¿no creéis?