Un sacerdote ha sido detenido después de haber intentado, presuntamente, abusar de un niño de 12 años, al que fotografió con el teléfono móvil y le dio a beber cerveza. El padre Ángel Armando Pérez, residente en Oregón, está acusado de abuso sexual y conducta sexualmente explícita por las autoridades de Estados Unidos.
El cura cuidaba al pequeño en ausencia de sus padres, que volvían al día siguiente a recogerlo. Sin embargo, mientras dormía notó un flash en el rostro que lo despertó. Huyó asustado para pedir ayuda, a la vez que el sacerdote le perseguía en estado de embriaguez y en ropa interior. Después el niño contó que el religioso le había sujetado los genitales con una manos, mientras que con la otra le hacía fotos.
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