Responde una cosa:
Los que tuvísteis la infancia durante los años 50, 60, 70 ...
¿Cómo pudísteis sobrevivir?
Teníamos clases mañana y tarde todo el curso, incluso sábados, e íbamos a almorzar a casa, a veces con media hora de camino en cada uno de los cuatro trayectos diarios.
Brazos enyesados, dientes partidos, polos rasgados, cabeza pelada
¿Alguien se quejaba de eso?
¡Gajes del oficio!
bebida incontrolada, comprada en el quiosco de la esquina, y nunca nadie murió por eso ....
POR SUPUESTO, nada de Playstations, Nintendo 64, juegos de Vídeo ,
Compartíamos con nuestros amigos cualquier BEBIDA |
Nuestras fiestas estaban animadas con tocadiscos, deslizando sus agujas sobre discos de vinilo, había bastante luz y una refrescante sangría,a base de tintorro.
jugabamos siempre en la calle y éramos super activos ...
Comíamos dulces a voluntad, pan con manteca y azúcar, bebidas con ese peligroso azúcar.
No se hablaba de obesidad (existía, aunque poco),Comíamos dulces a voluntad, pan con manteca y azúcar, bebidas con ese peligroso azúcar.
¿Quién no deseó tener un cachorro de perro?
Nada de comida preparada , comían lo mismo que nosotros (muchas veces los restos) ¡Y sin problema alguno!
¿Baño caliente? ¿Champú?
¡Nada! Uno agarraba al perro y otro con una manguera (fría) iba mojandolo y refregandolo con jabón (en barra) ¡De lavar la ropa!
¡Verdad! Allá afuera ¡en ese mundo inseguro!
¿Cómo era posible? Jugábamos a fútbol en la calle, con portería de dos piedras, pelota de trapo y sorteando los vehículos... nadie quedaba frustrado y no era el ¡“FIN DEL MUNDO“!
¿Algún perro murió o enfermó por causa de eso?A pie o en bicicleta, íbamos a casa de nuestros amigos, así viviesen a kms de nuestra casa, entrábamos sin llamar a la puerta e íbamos a jugar. Esto con once años y, si vivían cerca, ya a los ocho.
Nuestras fiestas estaban animadas con tocadiscos, deslizando sus agujas sobre discos de vinilo, había bastante luz y una refrescante sangría,a base de tintorro.
En la escuela había buenos y malos estudiantes. Unos pasaban curso y otros repetían. Nadie iba por eso a un psicólogo o un psicoterapeuta, si acaso, una hora de profe particular en casa. No habia superdotados, ni se hablaba de dislexia, problemas de concentración, hiperactividad. Quien no pasaba, simplemente repetía año y lo intentaba de nuevo el año siguiente.
A fin de cuentas...
Los coches no tenían cinturones de seguridad, apoya cabezas ¡¡Ni air bags!! A nadie se le había ocurrido la utilidad de los asientos para menores.
Teníamos:
Libertad, Fracasos, Éxitos
Y, sobre todo,
Deberes.
sueltos en el asiento trasero, en plena juerga!
¡Y eso no era peligroso!
Las literas con
escalera, carecían de protecciones anti-caída y los juguetes eran de lata, con piezas que arañaban, cortaban y
se soltaban, pintados con unas tintas “dudosas“ que nunca resultaban tóxicas.
No había cerrojos de
seguridad anti-niños en las puertas de los coches, llaves en los armarios de los medicamentos, de los
detergentes o productos químicos domésticos.
„nenas“.
de cerámica, del caño de fuente pública, de manguera, o de un grifo cualquiera y no aguas minerales en botellas
¨esterilizadas¨.
Construíamos patines y aquellos famosos carritos de rodamientos y quienes
tenían la suerte de vivir cerca de una bajada asfaltada, podían intentar batir récords de velocidad y
hasta verificar, en medio del recorrido, que habían gastado la suela de los zapatos, que eran usados como frenos...Y estaban
descalzos...
Después de algunos accidentes, ninguno de gravedad...
¡Todos los problemas estaban resueltos!
Íbamos a jugar a la calle o al solar del barrio con una
sola condición: volver a casa antes del anochecer. Los golpes y arañazos se solucionaban sobre la marcha, así como las peleas particulares o en equipo. No había móviles...claro, que tampoco pelotas para el juego.
¡Y nuestros padres no sabían dónde estábamos!
¡Era increíble!
...y aprendimos a lidiar con cada uno de ellos!
La pregunta que puede hacerse es:
¿Cómo la gente consiguió sobrevivir?
Encima de todo esto ¿cómo conseguimos desarrollar nuestra
personalidad?
Pues lo hicimos
y parece que, a fin de cuentas, ninguno de nosotros ha salido demasiado raro.
¿Eres, también, de esta generación?
Si afirmativo, manda este a tus amigos de ese tiempo,
y también a tus hijos y sobrinos,
para que ellos sepan cómo eran ...
¡nuestros oscuros y atrasados tiempos !
Sin duda van a decir:
Qué aburrido !!!!....
¡¡¡Pero, caramba, qué Felices éramos!!!
¿Lo son también ahora?
Y, sobre todo, siéntete orgulloso de lo que conseguiste.
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