Expertos fiscalistas consultados por El Confidencial señalan que, aunque no es posible saber exactamente a qué corresponden esos 200 millones, una deuda tributaria de esa magnitud ha tenido que ser generada por un patrimonio de al menos los 2.000 millones citados. Esta cantidad supone una tercera parte del patrimonio oculto total detectado en el HSBC, cifrado en 6.000 millones; asimismo, los 200 millones pagados por la familia Botín representan el 70% de las cantidades pagadas al Fisco por todos los afectados, 288 millones. Un portavoz de la familia declinó confirmar la cuantía del patrimonio oculto.
La Fiscalía Anticorrupción reclama a la Emilio Botín, su hermano Jaime y todos los hijos de ambos el Impuesto de Patrimonio de tres ejercicios (2005-2007) y el IRPF de varios de los últimos cinco años, distintos en función de cada miembro de la familia. Este IRPF se refiere a las ganancias obtenidas por estas cuentas, ya que el origen del patrimonio -la herencia del padre de Emilio y Jaime-ya está prescrito puesto que falleció en 1993.
El Impuesto del Patrimonio tenía un tipo marginal del 2,5%, lo que hace un 7,5% en tres años, que se puede elevar al 8% con recargos e intereses de demora. Eso supondría ya 160 millones de euros de deuda tributaria y dejaría 80 millones como deuda referida a las plusvalías generadas. Si suponemos un tipo medio del 20% (el tipo de las plusvalías ha ido subiendo a lo largo del período considerado), esto supondría una ganancia de 200 millones, es decir, el 10% del patrimonio, lo cual es razonable según los expertos consultados.
Además, otras posibles plusvalías estarían exentas si se han cobrado a través de vehículos holding (como los dividendos del 12% del capital de Bankinter que se incluye dentro de ese patrimonio, que además se aplicarían la deducción por doble imposición internacional). O bien si pertenecen a fondos de inversión que no se han vendido todavía; como es sabido, en España los fondos sólo tributan por las plusvalías materializadas, no por las latentes.
Tomar una cantidad inferior a esos 2.000 millones supondría rebajar la deuda correspondiente al Impuesto de Patrimonio y elevar la cuantía correspondiente a plusvalías, que además habrían sido generadas por un patrimonio inferior, lo cual es poco creíble, según estas fuentes.
Además, está la cuestión de que Hacienda no se ha dado por satisfecha con la regularización de los Botín, lo que presupone que puede haber más cantidades que deben declarar y no lo han hecho, es decir, que el patrimonio en todo caso será superior, no inferior.
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