Lo obvio, si solemne, dos veces obvio. Mariano Rajoy rompió ayer 12 días de silencio absoluto para hacer su primera radiografía de la situación económica que le corresponde gobernar tras su victoria en las elecciones del 20-N. Desde la noche electoral, el presidente in péctore se ha acuartelado en su despacho para tomar el pulso a la crisis, según sus colaboradores, sin manifestarse en público.
Ayer verbalizó su diagnóstico tras 12 días de análisis. Sin sorpresas: "Las cosas estáncomplicadas", solemnizó. "Va a haber que gobernar", se autoprescribió como receta, en un fugaz contacto con la prensa en el que no admitió preguntas(#sinpreguntasnocobertura) celebrado en Pontevedra. El líder conservador eligió su circunscripción original allí estrenó el primer coche oficial en 1981, con 26 años para su primera escapada después de la rotunda victoria del PP en las pasadas elecciones generales. "No es un acto político, es casi un acto personal", confesó.
El líder conservador se niega a admitir preguntas de la prensa
Desde el 20-N, Mariano Rajoy sólo se había manifestado a través de dos mensajes en Twitter, donde la extensión de cada idea escrita está limitada a un máximo de 140 caracteres. Abonado a la misma concisión, el próximo jefe del Ejecutivo optó por el lenguaje telegráfico para radiografiar la crisis: "En España hay más de cinco millones de personas que no pueden trabajar. Hay mucha gente que lo está pasando mal". "Esto requiere hacer otra política económica y explicarla muy bien", añadió Rajoy para concretar su estrategia de combate contra el paro.
El reto es de tal calado que invitó a todo el mundo a aportar su esfuerzo: "Estoy absolutamente convencido de que España va a salir adelante. Esta no es tarea sólo de un Gobierno. Es tarea de toda la nación. Es una tarea de las fuerzas políticas, de los agentes económicos, de los agentes sociales y de todos los españoles", repartió Rajoy tareas desde la línea de salida de su gestión frente a la crisis.
Rajoy: "No he podido parar"
Reclama el trabajo de "todos", no sólo del Gobierno, para "salir adelante"
Presidente in péctore, el líder del PP ha concentrado en los últimos días todas sus fuerzas en su despacho. Desde que conquistó la mayoría absoluta en las urnas, no ha hecho otra cosa, aseguró. "No he podido parar, no he salido de Madrid, lo cual es lógico, porque la situación es difícil y complicada", se justificó.
La laxitud acreditada en estrenar su nueva vida pública casi semana y media no será, sin embargo, marca de la nueva legislatura, según se comprometió. "Vamos a intentar hablar con todo el mundo, pero también tenemos que ser rápidos y ágiles en todas las decisiones que tomemos".
La agenda política más inmediata llevará a Mariano Rajoy a Marsella (Francia) la próxima semana para participar en la reunión de líderes conservadores previa al Consejo Europeo del 9 de diciembre.
"Me entrevistaré con los más importantes dirigentes europeos para dar a conocer nuestra posición", anunció. ¿Cuál? "Nosotros estamos a favor de controlar el gasto, de no vivir por encima de nuestras posibilidades y no gastar lo que no tenemos", se limitó a apuntar.
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