Zaragoza, viernes 7 de octubre de 2011. 2ª del Pilar. Un cuarto de entrada. Cinco toros de Ana Romero, muy desiguales de presentación y de juego manso y deslucido. Un sobrero (3º tris) de Los Bayones, bien presentado pero inválido. Juan José Padilla, silencio y herido. Miguel Abellán, saludos y silencio. Iván Fandiño, silencio y saludos tras aviso.
La cogida ocurrió en el tercio de banderillas del cuarto toro del segundo festejo de la Feria del Pilar de Zaragoza. Tras colocar el tercer par de banderillas a un astado renuente a embestir, Padilla perdió pie en la misma cara del toro cayendo al piso con tan mala fortuna que el toro le buscó en el suelo propinándole una cornada que le levantó parte de la cara, llegando hasta la cavidad ocular.
El diestro jerezano fue trasladado a la enfermería del coso de Pignatelli donde recibió una primera cura de urgencia por parte del doctor Valcarreres. Una vez intubado ha sido transaladado hasta el Hospital Miguel Servet de la capital maña.
El resto del festejo estuvo marcado por este desagradable hecho. La mansa y deslucida corrida de Ana Romero condicionó la labor de los tres diestros actuantes. Miguel Abellán logró robar algún natural de buena factura al soso segundo mientras que Iván Fandiño se justificó con su lote, especialmente logrando alguna tanda de mérito al que cerró plaza.
La cogida ocurrió en el tercio de banderillas del cuarto toro del segundo festejo de la Feria del Pilar de Zaragoza. Tras colocar el tercer par de banderillas a un astado renuente a embestir, Padilla perdió pie en la misma cara del toro cayendo al piso con tan mala fortuna que el toro le buscó en el suelo propinándole una cornada que le levantó parte de la cara, llegando hasta la cavidad ocular.
El diestro jerezano fue trasladado a la enfermería del coso de Pignatelli donde recibió una primera cura de urgencia por parte del doctor Valcarreres. Una vez intubado ha sido transaladado hasta el Hospital Miguel Servet de la capital maña.
El resto del festejo estuvo marcado por este desagradable hecho. La mansa y deslucida corrida de Ana Romero condicionó la labor de los tres diestros actuantes. Miguel Abellán logró robar algún natural de buena factura al soso segundo mientras que Iván Fandiño se justificó con su lote, especialmente logrando alguna tanda de mérito al que cerró plaza.
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