La crisis inmobiliaria estadounidense ha agudizado el ingenio de los ciudadanos del país. Ahora todos aspiran a convertirse en Ken Robinson, un sin techo de Flower Mound, una pequeña localidad al norte de Dallas (Texas), que ha conseguido hacerse con una lujosa mansión valorada en 330.000 dólares.... ¡por solo 16 dólares!
Para este ex marine divorciado en dos ocasiones, padre de seis hijos y abuelo de dos nietos, es como si le hubiera tocado la lotería. Hace apenas cuatro meses dormía en albergues municipales, pero hoy disfruta cada día paseando por su jardín o limpiando la piscina.
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Robinson ha aprovechado una antigua ley de Texas para obtener el derecho a vivir en el chalet. La legislación, denominada'Adverse possesion' y promulgada hace más de 200 años, permite residir en una propiedad abandonada para darle "mantenimiento y vigilancia".
'Adverse possession' permite la ocupación legal de la propiedad durante un periodo determinado, normalmente 10 años, al final del cual puede solicitar la escritura de la propiedad. A lo largo de todo ese tiempo, el propietario puede luchar contra esta operación, pero a un alto coste.
Sin embargo, no es algo que parece que vaya a suceder en el caso de Robinson: la única manera de echarle supondría que la entidad financiera sobre la que recae la hipoteca de la casa se hiciera cargo del pago completo de la deuda antes de reclamar al juzgado una orden de desahucio. Circunstancia altamente improbable ya que propietarios de la casa la abandonaron cuando la embargó el banco, que poco después quebró por las deudas.
Un héroe popular
Ante la estupefacción del vecindario, Robinson se instaló en su nueva vivienda el pasado 17 de julio. La casa llevaba más de un año completamente abandonada y los vecinos, asustados, avisaron a la policía para que le desalojaran, algo que no pudieron hacer al haber accedido a la casa con la llave y al tratarse de un contencioso civil.
Ante la estupefacción del vecindario, Robinson se instaló en su nueva vivienda el pasado 17 de julio. La casa llevaba más de un año completamente abandonada y los vecinos, asustados, avisaron a la policía para que le desalojaran, algo que no pudieron hacer al haber accedido a la casa con la llave y al tratarse de un contencioso civil.
La curiosa manera de utilizar la crisis del mercado inmobiliario para encontrar casa por apenas unos dólares ha levantado gran interés entre varias compañías inmobiliarias, que le han llegado a ofrecer trabajo o incluso 10.000 dólares por dar un seminario a sus empleados, según asegura el diario Dallas Observer.
No obstante, a su nueva casa no llegan solo visitas profesionales: ciudadanos de todo el país se acercan a ver a Robinson en busca de consejo y un apretón de manos de su héroe. De hecho, desde hace tres meses recibe en su enorme salón a una media de dos invitados diarios, a los que despacha antes de ponerse a leer las cartas de sus fans, que llegan de lugares tan sorprendentes como Tailandia o China.
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