Además de trabajar, las azafatas del Salón de Frankfurt disfrutan como cualquier visitante con las últimas novedades presentadas. Son profundas admiradoras del mundo automovilístico, del olor a goma quemada y del sonido de cualquier modelo deportivo. Y no hay que negarlo: la nota de color y elegancia en los pasillos del IAA no existiría sin ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario