miércoles, 25 de mayo de 2011

LA PARÁBOLA:

LA BODA
.Un rey celebraba la boda de su hijo. Envió criados para avisar a los que ya estaban convidados, pero estos no quisieron acudir. Volvió a enviar criados, encargándoles que les dijeran:
-- Tengo preparado el banquete, he matado ternero y cebones y todo está a punto. Venid a la boda.
Pero los convidados no hicieron caso: uno se marchó a su finca, otro a sus negocios, los demás echaron mano de los criados y los maltrataron hasta matarlos.
El rey montó en cólera y envió tropas para que acabaran con aquellos asesinos y prendieron fuego a su ciudad. Luego dijo a sus criados:
-- La boda está preparada, pero los que estaban convidados no se la merecían. Id ahora a las salidas de los caminos y a todos los que encontréis invitadlos a la boda.
Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales.
Cuando entró el rey a echar un vistazo a los comensales, reparó en uno que no iba vestido de fiesta y le dijo:
-- Amigo, ¿ Cómo has entrado aquí sin traje de fiesta ?
El invitado no contestó palabra. Entonces el rey dijo a los camareros:
-- Atadlo de pies y manos y sacadlo afuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el apretar de dientes..
Comentarios:1- Las atenciones y buenas acciones que recibamos de los demás, debemos corresponderlas con generosidad y agradecimiento.
2- Cada momento y situación tiene sus circunstancias especiales, las cuales deben ser coordinadas con nuestros actos para mantener la armonía adecuada. Procuremos no ser causa de resquebrajamientos.
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