Pasó otro hombre que la vio, le gustó y decidió comprarla. Le arrancó las plumas cortadas y se las hizo crecer de nuevo. Repuesta el águila de sus alas, alzó vuelo, y apresó a una liebre para llevársela en agradecimiento a su liberador.
La vio una zorra y maliciosamente la mal aconsejaba diciéndole:
-No le lleves la liebre al que te liberó, sino al que te capturó; pues el que te liberó ya es bueno sin más estímulo. Procura más bien ablandar al otro, no vaya a atraparte de nuevo y te arranque completamente las alas.
Moraleja:
Siempre corresponde generosamente con tus bienhechores, y por prudencia mantente alejado de los malvados que insinúan hacer lo incorrecto.
Reflexión de actualidad:
Reflexión de actualidad:
Mucha gente piensa, incorrectamente, que es a los malvados a quienes debe de tratárseles con bondades y ventajas, para que así no vuelvan a delinquir, y tratar con indiferencia a quienes se comportan debidamente.
Pero la realidad es que esa actitud lleva a que los malvados se sientan estimulados a seguir con sus daños, pues piensan que así les darán aún mas ventajas y más bondades. O sea, sienten que están recibiendo un premio por sus malos actos.
El delincuente, de cualquier categoría, debe ser castigado adecuadamente en proporción al daño que causa, y a la vez invitarlo a corregirse en adelante, dándole educación y facilidades para ello.
La gente honesta es la que siempre debe recibir bondades y ventajas.
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