jueves, 5 de mayo de 2011

TEMAS DIVERSOS HOY. LA BASURA

Podríamos resumir como BASURA todo aquello que está ahí, presente,  pero que aparentemente ya NO es ÚTIL ni podría llegar a serlo.
La basura puede provenir de sobrantes de otra cosa a la que se le dió utilidad, o a la que se le trató de dar alguna utilidad pero no fructificó, o incluso cosas que se hacen sin que su confección esté provista de utilidad.
Ejemplo básico es la basura doméstica como las cáscaras y despojos de frutas y hortalizas que se desechan después de aprovechar su contenido principal. Pudiera ser también el caso de una receta o preparación de comida que se pasó de cocción y ya no sirve para alimento, por lo que se convierte en basura.
Un periódico una vez leído y pasado el tiempo de su actualidad, pasa a ser basura. Los envases, frascos, cajas, bolsas, una vez acabado su contenido, por lo general se convierten en basura.
Existe también la basura industrial, donde se usan muchos elementos para realizar un producto, pero que siempre dejan sobrantes que pasan a ser basura, y generalmente son contaminantes del ambiente. Por ejemplo el humo excedente de las calderas u hornos, aceites que ponen de más en las maquinarias, químicos que se utilizaron indebidamente, y así muchos casos más.
El aceite "quemado" o usado de los vehículos automotores es otro caso.
Podemos ver la basura agropecuaria en las granjas, fincas o haciendas como son los excrementos de los animales, los sobrantes de los concentrados alimenticios, los agroquímicos que se usaron en demasía.
Y de más actualidad en la vida digital moderna, está la basura en mensajes de los correos de internet, mundialmente conocida como SPAM, que no tienen ninguna utilidad.
Algunos decimos que SPAM significa: "Sirven Para Atrapar Mediocres".
Decíamos al comienzo:

"Podríamos resumir como BASURA todo aquello que está ahí, presente,  pero que aparentemente NO es ÚTIL."
¿Por qué la palabra aparentemente?
Porque NO SIEMPRE  toda basura ya no tiene mayor utilidad.
Hoy en día está en función una nueva actividad muy útil que se llama RECICLAJE.
El RECICLAJE consiste en darle una utilidad similar o diferente pero siempre  provechosa a lo que se consideró como basura.
Tal es el caso de los residuos de vegetales y frutas con los que se pueden confeccionar fertilizantes para otras plantas. O los residuos orgánicos de animales en granjas donde se pueden convertir en bio-gas, o también en fertilizantes. Los aceites usados de los automotores pueden procesarse y limpiarse para usarlos de nuevo como lubricantes. Los restos de periódicos pueden volverse a usar como papel. Los envases de vidrio, plástico o aluminio pueden renacer como tales. 
Los rellenos sanitarios de las ciudades pueden servir para extraerles un gas con el que se genera electricidad.
En cuanto a los excedentes químicos, deben de recibir un tratamiento especial para capturarlos y desnaturalizarlos antes de que contaminen las aguas y suelos.
En general, con un poco de buen aprovechamiento del conocimiento humano y las tecnologías que se van desarrollando, las basuras podrían dejar de ser basura, e incluso llegar a ser muy buscadas por muchas empresas que deseen sacarle un sano e inteligente provecho.
¡Ah! y algo muy importante:  NUNCA arrojar basura en las calles o suelos o ríos o riachuelos. Poner siempre la basura en los recipientes o depósitos que se han colocado o hecho con ese propósito.

CADA DÍA UN REFRÁN

¿A dónde vas Vicente?
¡al ruido de la gente!
 Se refiere a personas que no piensan ni analizan las situaciones para tomar una propia determinación, sino que por pereza o ignorancia prefieren hacer lo que otros hacen, sin importarles si está bien o mal. Personas así forman la llamada "masa".       
Piensa siempre con tu propia
cabeza, no con la ajena.

CADA DÍA UNA FABULA HOY: EL ÁGUILA Y LA ZORRA

Un águila y una zorra que eran muy amigas decidieron vivir juntas con la idea de que eso reforzaría su amistad. Entonces el águila escogió un árbol muy elevado para poner allí sus huevos, mientras que la zorra soltó a sus hijos bajo unas zarzas sobre la tierra al pie del mismo árbol. 
Un día que la zorra salió a buscar su comida, el águila, que estaba hambrienta cayó sobre las zarzas, se llevó a los zorruelos, y entonces ella y sus crías se regozijaron con un banquete.
Regresó la zorra y más le dolió el no poder vengarse, que saber de la muerte de sus pequeños.
¿Cómo podría ella, siendo un animal terrestre, sin poder volar, perseguir a uno que vuela? 
Tuvo que conformarse con el usual consuelo de los débiles e impotentes: maldecir desde lejos a su ahora enemiga.
Mas no pasó mucho tiempo para que el águila recibiera el pago de su traición contra la amistad. Se encontraban en el campo unos pastores sacrificando una cabra; cayó el águila sobre ella y se llevó una víscera que aún conservaba fuego, colocándola en su nido. Vino un fuerte viento y transmitió el fuego a las pajas, ardiendo también sus pequeños aguiluchos, que por pequeños aún no sabían volar, los cuales se vinieron al suelo. Corrió entonces la zorra, y tranquilamente devoró a todos los aguiluchos ante los ojos de su enemiga.

Moraleja:
Nunca traiciones la amistad sincera, pues si lo hicieras, tarde o temprano del cielo llegará el castigo.
Reflexión de actualidad:
Cuando dos personas se comprometen a mantenerse unidas en cualquier clase de actividad, es muy despreciable si una de ellas se vale de la ausencia o descuido de la otra para traicionar el compromiso adquirido.
Existe una vieja comparación o parábola que dice que vivimos entre montañas con gran poder de eco, y que todo lo que sale de nosotros, nos regresa y aumentado.  
Si de nosotros sale el mal, nos retorna el mal y peor. Si de nosotros sale el bien, nos retorna el bien y mucho mejor. Por eso debemos siempre dar el bien para recibir más bienes, y no dar el mal, porque el mal, al retornar aún más grande, nos caerá encima, y nos dañará irremediablemente, sin derecho a lamentarnos.


CADA DÍA UN CUENTO HOY MONTE SIMELI

04-Monte Simelí   

Había una vez dos hermanos, uno rico y otro pobre. El rico, sin embargo, nunca ayudaba al pobre, el cual se ganaba escasamente la vida comerciando maíz, y a veces le iba tan mal que no tenía para el pan de su esposa e hijos. Una vez, cuando el pobre iba con su carreta por el bosque, miró  hacia un lado, y vio una grande y pelada montaña, que nunca antes había visto. Él paró y la observó con gran asombro.  
Mientras analizaba aquello, vio de pronto que venían doce grandes hombres en dirección a donde se encontraba, y pensando que podrían ser asaltantes, escondió la carreta entre la espesura, se subió a un árbol y esperó a ver que sucedía. Sin embargo, los doce hombres se dirigieron a la montaña y gritaron:
-"¡Montaña Semsi, montaña Semsi, ábrete!"-
-E inmediatamente la montaña se abrió al centro, y los doce ingresaron a ella, y una vez dentro, la montaña se cerró. Al cabo de un rato, se abrió de nuevo, y los hombres salieron cargando pesados sacos sobre sus hombros. Y cuando ya todos estaban a la luz del día, dijeron:
-"¡Montaña Semsi, montaña Semsi, ciérrate!"-
Y la montaña se cerró completamente, sin que quedara seña de alguna entrada a ella, y los doce se marcharon de allí.
Cuando ya no estaban a la vista, el hombre pobre bajó del árbol y fue a curiosear qué secreto había realmente escondido en la montaña. Así que se acercó y gritó:
-"¡Montaña Semsi, montaña Semsi, ábrete!"-
Y la montaña se le abrió a él también. Entró a ella, y toda la montaña era una cueva llena de oro y plata, con grandes cantidades de perlas y brillantes joyas, como si fueran granos de maíz durante la cosecha. El hombre pobre no sabía que hacer, si tomar parte de ese tesoro para sí o no, pero al fin llenó sus bolsillos con oro, dejando las perlas y piedras preciosas donde estaban. Cuando salió gritó:
-"¡Montaña Semsi, montaña Semsi, ciérrate!"-
Y la montaña se cerró, y regresó a casa con su carreta y su carga. 
Y desde entonces ya no tenía más ansiedad, y podía comprar el alimento para su esposa e hijos con el oro, y además buen vino en el almacén. Vivía felizmente y en desarrollo, daba ayuda a los pobres, y hacía el bien a quien necesitara. Sin embargo, cuando se le terminó el oro obtenido, fue donde su hermano y le pidió prestado un barril para medir trigo, fue a la montaña y trajo de nuevo otro poco más de oro para él, pero nunca tocó ninguna de las cosas más valiosas.
El hermano rico, sin embargo, estaba cada día más envidioso de las posesiones de su hermano, y de la buena vida que llevaba, y no podía entender de donde provenía su riqueza, ni qué era lo que su hermano hizo con el barril de medida. Entonces se le ocurrió un pequeño truco, y cubrió todo el fondo del barril con goma, y a la siguiente vez, cuando el hermano le devolvió el barril, encontró una pieza de oro pegada en él. Inmediatamente fue donde su hermano y le preguntó:
-"¿Qué es lo que mides con mi barril?"   
-"Maíz y cebada."- respondió
Entonces le mostró la pieza de oro, y le amenazó de que si no le decía la verdad, lo acusaría a las autoridades. El hermano entonces le contó toda la historia, tal como sucedió.
El hombre rico, ordenó que alistaran su carreta más grande, y se encaminó a la montaña, determinado a aprovechar la oportunidad mejor que como lo hizo su hermano, y traer de regreso una buena cantidad de diversos tesoros.
Cuando llegó a la montaña gritó:  
-"¡Montaña Semsi, montaña Semsi, ábrete!"-
La montaña se abrió y él ingresó. Allí estaban todos los tesoros yacentes a su vista, y por un rato no se decidía por cual empezaría. Al fin, se llenó con cuanta piedra preciosa pudo cargar. Él deseaba llevar su carga afuera, pero su corazón y su espíritu estaban también tan llenos del tesoro que hasta había olvidado el nombre de la montaña, y gritó:
-"Montaña Simelí, montaña Simelí, ábrete."-
 Pero como ese no era el nombre correcto de la montaña, ella nunca se abrió y permaneció cerrada. Entonces, se alarmó, y entre más trataba de recordarlo, más se le confundían los pensamientos, y sus tesoros no le sirvieron para nada. 
Al atardecer, la montaña se abrió, y eran los doce ladrones que llegaron y entraron, y cuando lo vieron soltaron una carcajada y dijeron:
-"¡Pajarito, te encontramos al fin! ¿Creíste que nunca notaríamos que ya has venido dos  veces antes? No te pudimos capturar entonces, pero esta tercera vez no podrás salir de nuevo."-
Entonces el hombre rico dijo:
-"Pero no fui yo, fue mi hermano."-
Y lo dejaron rogar por su vida y que dijera lo que quisiera, pero al final lo dejaron encerrado en la cueva hasta sus últimos días.
 Enseñanza:
La envidia y la avaricia sólo sirven para hundir al envidioso y avaro.