Dos imágenes que reflejan la incrleíble transformación de Norris GQ
Hace 3 horaslarazon.es. Madrid.
Richard Norris ha llevado una vida de ermitaño durante los últimos 16 años. Sólo salía a la calle cubierto con una máscara y un sombrero y siempre de noche, momento en el que pasaba más desapercibido y podía realizar sus compras de una manera más anónima. Un accidente con un rifle en 1997 le desfiguró totalmente la cara. Después de varias operaciones, lograron salvarle la vida, pero le quitaron la autoestima y le llenaron de miedos. Cada día era una pesadilla para él. A pesar de todo, reunía las fuerzas necesarias para no quedarse en casa, pero fue peor. La gente le trataba con desprecio. Un día, un grupo de cirujanos le propuso realizarle un trasplante de cara, en una de las operaciones más complejas de la historia, le reharían los dientes, la lengua y la mandíbula en Centro Médico Universitario d Maryland. Y aceptó. Era su última esperanza. Ahora, con 37 años y varias docenas de operaciones a sus espaldas ha logrado reconocerse en un espejo, informa "DailyMail". "Cuando me miro en el espejo, veo a Richard Norris", afirma. "Cuando tenía la cara desfigurada, me miraba todo el mundo. Ahora, no hay nadie que me preste
atención. Intentan conocerme sin saber que tengo la cara trasplantada", indica.
Los últimos 10 años han sido un infierno, pero he aprendido mucho", declaró recientemente a Associated Press. Ahora, a los 38 años, ha comenzado una nueva vida, quiere retomar los estudios y crear una fundación para ayudar a sufragar los gastos de personas a las que trasplanten la cara. Además, ha retomado su afición por la fotografía y acaba de publicar un libro sobre su experiencia con el título "Las dos caras de Richard".
La operación duró 36 horas y ha sido la más larga de la historia en esta especialidad porque incluyó el trasplante de los dientes, las dos mandíbulas, una porción de la lengua y todo el tejido del cuero cabelludo hasta la base del cuello. Norris ha avanzado mucho en los últimos 15 meses, ha tenido que aprender a a comer y hablar de nuevo, y se ha tenido que ir acostumbrando a los ajustes de su cara, cada vez más acoplada a su cuerpo y con mayor sensibilidad.
Su espectacular transformación le ha servido para que la revista "GQ" seleccione su historia para llevarla a portada, un gran paso para normalizar su vida, dar a conocer al mundo lo que ha sufrido y para su autoestima personal, la que le impedía salir a la calle de día y la que ahora le ha servido para aparecer como un ejemplo de superación en una de las revistas más conocidas de EE