jueves, 1 de mayo de 2014

Ruta por el Madrid histórico y misterioso

Cuenta la superstición que, antiguamente, los terrenos situados entre la cuesta de San Vicente y San Francisco el Grande estaban habitados por brujas, duendes y fantasmas, que empezaron a manifestarse durante el reinado de Alfonso VI y la construcción del antiguo Alcázar
                                 EL PALACIO REAL
Felipe V encargó en 1735 erigir el palacio «más grandioso del mundo», según sus propias palabras, sobre las cenizas del Alcázar.
Al finalizar las obras, y para que el arquitecto no pudiese construir otro palacio igual, Felipe V ordenó que le sacaran los ojos y le cortaran los brazos y la lengua.
Al finalizar las obras, y para que el arquitecto no pudiese construir otro palacio igual, Felipe V ordenó que le sacaran los ojos y le cortaran los brazos y la lengua.
 Cuenta la leyenda que una de las cabezas que adorna el frontispicio del Palacio representa al arquitecto y que algunas noches se oyen voces y ruidos en salas cerradas, provocados por él.

 El Campo del Moro también tiene
su historia
El rey Juan II, fue muy bien recibido por el pueblo de Madrid.
Se le obsequió con un osezno y su domador, que fueron instalados en el
Campo del Moro. El adiestrador amaestró al animal violentamente.
Una noche, el oso se escapó de su jaula y al día siguiente desapareció su domador.

  En las noches de luna llena los centinelas
contaban que se oían pisadas, gruñidos y
gritos humanos.

Algunos afirmaron haber visto entre los árboles las sombras de un animal y una
persona que huía de sus garras. Esta leyenda cobró fuerza con el paso de los años
 LA CATEDRAL DE LA
ALMUDENA

Al estar tan cerca del Palacio Real, Campo del Moro , y todos los edificios y zonas que la acompañan, tambien dicen que pasan cosas extrañas y luces, pero lo
mismo son reflejos de los coches je je
 la historia de la Virgen de la
Almudena.
La leyenda nos cuenta que tras la conquista de Madrid por el rey Alfonso VI, en
noviembre de 1085, comenzó la búsqueda de la imagen de la Virgen que, casi cuatrocientos años antes, en el año 712, había escondido un herrero para evitar que los musulmanes la profanaran a su entrada en Madrid.




 Después de nueve días de constantes
plegarias, un cubo de la muralla se
resquebrajó dejando al descubierto la imagen de la Virgen y dos cirios que la habían alumbrado durante los 373 años que había permanecido escondida.

 CRIPTA CATEDRAL

 Masonería y Misterios en la plaza de Oriente
(Madrid)
El emplazamiento sobre el que reposa el
Palacio de Oriente de Madrid siempre ha estado asociado a fenómenos extraños: apariciones mortales, ruidos aterradores... Pero pocos saben que la plaza de Oriente y el palacio fueron parte de un proyecto masónico de gran calado simbólico.
 la Plaza de Oriente
Los visitantes observan la estatua ecuestre de Felipe IV, que representa al monarca galopando a lomos de su caballo. Pocos son los que saben que esta escultura recibe también el nombre de la estatua de los cuatro genios, porque fue
realizada por Diego Velázquez, que la pintó;
Pietro Tacca que lo esculpió; Galileo Galilei, que aconsejó que se hiciera en dos partes para mantener la posición de las patas hacia arriba y Martínez Montañés, que realizó el busto.

 TEMPLO DE DEBOD
Cuenta la leyenda que, desde que el templo fue trasladado a Madrid, por las noches
aparece en sus alrededores un gato negro que podría ser una representación del dios Amón
CUIDADO no te cruces con EL
 MADRID
es todo un misterio
Pero precioso ¿no?
Gracias a todos los que nos hicisteis una tarde inolvidable
Y
PARA TERMINAR
UNA PRECIOSA PUESTA DEL SOL EN LOS JARDINES DEL TEMPLO
 Barrio de la Morería, se llega a La Casa del Pastor, primer Ayuntamiento de Madrid y Toledo. Desde aquí estaremos bien situados para dirigirnos a las tres plazas que formaban el Madrid Medieval: La Plaza de la Paja, que fue el foco comercial, la Plaza de San Andrés, donde se hallaba una de las más antiguas parroquias de la ciudad, y la Plaza de Cruz Verde, donde se encontraban las caballerías que entraban por la "Puerta de Moros
 Plaza de Alamillo
 Es la entrada al Madrid árabe. La ruta se adentra en el barrio de la Morería para detenerse en la Plaza del Alamillo, en donde se cree que tuvo su sede el Tribunal Árabe de la Morería, cuando Madrid era Mayrit, la ciudad árabe fundada en el siglo IX. A pesar de sus orígenes, no está claro si el nombre de esta plaza proviene del árabe alamud (tribunal), o bien responde
simplemente a la especie de los árboles
que en ella se plantaron.  Debajo de
esta plaza hay gran cantidad de
pasadizos que datan de la época árabe
y que tienen su origen en la Calle
Segovia a la altura del actual Viaducto
y Casa del Pastor. Por ello, en muchos
locales bajos y comercios de la acera
impar de la Calle Segovia, pueden
observarse grutas y cuevas en sus
sótanos.
 Junto a la Plaza del Alamillo comienza la calle del Toro que no fue nombrada así por los encierros que en siglos pasados se celebraron en ese barrio, sino que cuentan que uno de los vecinos de la calle colgaba de su ventana unas astas de toro con el fin de atemorizar a los transeúntes, imitando el bramido del animal.
Cuenta OTRA DE LAS LEYENDAS que gobernaba Madrid el moro Aliatar, enamorado de la bella mora Zaida, y
para conquistarla organizó unos juegos y festejos en la plaza del Alamillo. Comenzó la fiesta de alancear a un toro. Resultó el astado bravísimo, y cada moro que intentaba clavar su lanza al animal, terminaba volteado y por los suelos.
Apareció un caballero cristiano que quiso probar suerte, y Aliatar se lo permitió pensando que correría la misma suerte que los demás. Pero el caballero alanceó al toro con gran precisión y
acabó con la vida del animal. el caballero se desprende del casco y enseña su rostro: era el Cid Campeador.
Tras su victoria, el caballero abandonó la
ciudad, pero ya había inflamado el pecho de la bella mora Zaida que, enamorada del cristiano, mandó disecar la cabeza del toro en recuerdo y colocarla en la fachada de su casa (en la actual
calle del Toro). Cuentan que cada vez que Zaida suspiraba de amor, el toro mugía…
 Plaza de la Paja
Al llegar a la Plaza de la Paja, se
recuerda al visitante que en el pasado, la que hoy conocemos como Plaza Mayor era en realidad una plazuela en los arrabales de la ciudad, mientras que la primera era el verdadero núcleo de Madrid. En ella, los capellanes subastaban el grano obtenido de las cosechas para pagar su manutención, por esa razón, se conoce desde entonces como la Plaza de la Paja.
 La Plaza de la Paja, Al fondo, la Capilla del Obispo y las cúpulas de San Andrés, la iglesia barroca más antigua de Madrid y de las más antiguas de Europa.


 Desde la misma plaza se divisa la torre mudéjar de la iglesia de San Pedro ‘El Viejo’, datada en el siglo XIV. Además de su interés religioso y artístico, esta iglesia es conocida porque dicen que la
primera campana que colgó de su torre se colocó sola.
La leyenda asegura que cuando los hombres cargaban con ella para subirla a lo alto, la campana se quedó atascada entre las paredes de la torre. Sorprendidos
e incapaces de moverla, los hombres decidieron
abandonar el trabajo para descansar, pero cuando volvieron al día siguiente, su sorpresa fue mayor al
comprobar que la campana ya se encontraba en su
lugar.
 En san Pedro el Viejo se guarda una de las imágenes religiosas de mayor devoción
entre los católicos madrileños. La talla de Jesús el Pobre, llamado así para diferenciarlo de la imagen de Jesús de Medinaceli En el interior del templo se encuentra la capilla del
Cristo de las Lluvias, que tiene su origen en una tradición de la Edad Media. Según la leyenda, el repicar de las campanas conseguía desviar las tormentas y, con ello, se lograba salvaguardar las cosechas de las adversidades
 PALACIO DEL PRÍNCIPE DE ANGLONA
Precisamente en  esos bajos acogieron en su día
los túneles secretos que comunicaban con el
Palacio Real.
 El jardín del Príncipe Anglona, junto a la casa-palacio del mismo
nombre, estuvo cerrado al público hasta hace pocos años. Ahora es
un lugar tranquilo desde el que divisar los barrios que rodean la
Plaza de la Paja


 En la Plaza de San
Andrés,
nos encontramos la iglesia que da
nombre a esta plaza, la Iglesia de San Andrés.

En esta plaza se alzaba, en la época del medievo, una iglesia medieval
ubicada en el
cementerio donde
fueron encontrados
los restos de San
Isidro
 Plaza de San Andrés,

de paso obligado. En dicha plaza se encentra la capilla de San Isidro, el
museo de San Isidro y la parroquia de San Andrés. Es bonita una parada aqui, por sus fachadas y por su ambiente, muy madrileño.
 La de Puerta de Moros

es una plaza que une de la de la Cebada y la calle de San Francisco, y antiguamente estaba allí una de las puertas de la muralla cristiana de Madrid

 La Plaza del Humilladero
El nombre de esta plaza viene de esta costumbre
En la Edad Media, éste era el límite de Madrid, a pocos pasos se encontraba una de las puertas de entrada a Madrid, hoy
desaparecida pero que conserva el nombre original; Puerta de
Moros.
Humilladero significa: lugar devoto que suele haber en las entradas o salidas de los pueblos y junto a los caminos, en los que colocaba una cruz o imagen de algún santo o de la Virgen. Los antiguos cristianos tenían la costumbre de humillarse cuando pasaban inclinando la cabeza o doblando la rodilla ante la imagen o la cruz.

 Plaza de la Cruz
Verde
Su nombre corresponde a que aquí se ajusticiaban a reos de la Inquisición, y según marcaba la costumbre, en estos lugares
solía ponerse una gran cruz verde de madera señalando este hecho.
 La Fuente de Diana Cazadora,
También es conocida como Fuente de la
Cruz Verde, por el nombre de la plaza donde está ubicada, formada por un ensanche de la calle de Segovia, al que confluyen las calles del Rollo ,Sacramento y Madrid.
 El viaducto
es una de las estampas más conocidas de la ciudad, no sólo por las estupendas vistas que permite disfrutar de los tejados madrileños,
sino también por ser un lugar elegido en demasiadas ocasiones
por los suicidas. Se trata de una sórdida tradición –a la que se ha
puesto solución con unas mamparas de seguridad- con tanta
historia como el propio viaducto. Cuenta la leyenda que ya en el
siglo XIX, una joven quiso morir porque su familia no consintió
que se casara con su enamorado. Sin embargo, esta primera
historia del viaducto terminó con final feliz, ya que la joven sólo
sufrió algunas magulladuras, gracias a que sus faldas frenaron la
caída. La joven moriría mucho después, al dar a luz a su
decimocuarto hijo.
El viaducto que tanto se admira a pesar de sus tristes historias de suicidios y leyendas de almas en pena
 Calle del Rollo
Es una calle con bastante historia. En un origen se llamó Calle de los
Arcos y Calle de la Parra al último tramo, en clara referencia a los
frutos que había plantados. Como anécdota, CUENTA LA
LEYENDA que tal parra fue quebradero de cabeza para el maestro
López de Hoyos, quien en su estudio cercano en el Pretil de los
Consejos, veía cómo sus alumnos hacían novillos para robar la
fruta de este arbusto. Uno de estos alumnos a quien castigó en
repetidas ocasiones por su ausencia escolar fue el mismísimo
Cervantes.
•  El nombre actual es en honor al rollo jurisdiccional de la Villa, que estaba ubicado en esta calle. Su principal característica es la forma escalonada de su trayecto final, acabando en la Plaza de la
Cruz Verde.

Cuenta la leyenda
en la calle Sacramento en la manzana enclavada entre esta calle y las del
Rollo y la de Madrid,
Que una desapacible noche, el guardia de Corps don Juan de Echenique, caminaba por la calle Sacramento, cuando una voz de mujer proveniente de un balcón llamó su atención. El apuesto caballero no se lo pensó dos
veces y atravesó el umbral, subió la escalera y accedió a la lujosa casa donde encontró a la desconocida dama y pasó con ella una gran noche de amor.
Horas después, medio adormilado, el reloj de la Iglesia de San Justo le recordó que debía volver al Palacio Real para el relevo. Salió con prisa del edificio y a la altura de la calle Mayor se percató de que había olvidado el espadín en el salón de su amante. Regresó sobre sus pasos y al llegar a la puerta descubrió que la lustrosa casa lucía entonces un aspecto abandonado, un vecino salió a la ventana y le informó de que en esa casa no vivía nadie desde hacía más de cincuenta años.
Ignorando al informador, Juan de Echenique forzó la cerradura y accedió
al lugar donde horas antes había yacido junto a su amante. Sin embargo,
se encontró con un escenario muy diferente: muebles tapados y cubiertos
de telarañas y suciedad.
De pronto, reconoció un cuadro que ilustraba el retrato de la mujer con la
que había pasado la noche. La fecha no dejaba lugar a dudas, fue pintado
hacía más de cincuenta años.En ese instante, abandonó la casa no sin
antes descubrir su espadín, ya mugriento.
                  Calle sacramento
 Plaza de la Villa
El recorrido por las viejas historias de la ciudad termina a las espaldas de la Plaza de la Villa, en
la calle Madrid. Es el momento de escuchar algunas de las leyendas madrileñas más tenebrosas, sembradas de misterios y muertes, con los fantasmas como protagonistas. Por ejemplo, la del alma del marqués de Cañete a la que se le atribuyen los primeros fenómenos paranormales de la villa
 En el antiguo Palacio de Cañete
ahora edificio que ocupa el Patronato de
Turismo. Cuentan que el espíritu del marqués
asesinado se paseó por los pasillos de su
mansión, lamentándose, hasta que se descubrió
al verdadero autor de su muerte.
 Torre de los Lujanes,
una edificación de estilo mudéjar que sobresale a la vista del transeúnte por su altura. Según cuenta una tradición oral, en su interior vivió en cautiverio el rey Francisco I de Francia, que fue raptado
tras la batalla de Pavía.
 Monumento a Daoiz y Velarde, oficiales de
Artilleria del cuartel de Monteleón.
Se sumaron al levantamiento del 2 de Mayo de 1808.
Plaza del 2 de Mayo. Obra de Antonio Sola.
Daoiz y
Velarde
  Plaza del 2 de Mayo
  Plaza del 2 de Mayo

 Glorieta de Quevedo
                              Barrio de Chamberi
                                   Chamberi
                             Barrio de Chamberi

                          El Oso y el Madroño
                                Kilometro 0
                                    Gran Via
                                   Gran Via
                           Palacio de Cristal
                            Puerta  del  Sol
                                     MADRID
                                   Una ciudad con leyenda Y Llena de misterios
                                    Pero preciosa ¿no creéis?