martes, 23 de agosto de 2011

EL PERRO




 

'El PUTO PERRO'

Un carnicero estaba apunto de cerrar su negocio cuando vio entrar un
perro. Trató de espantarlo, pero el perro volvió.

Nuevamente intentó espantarlo, pero entonces se dio cuenta que el
animal traía un sobre en el hocico.

Curioso el carnicero abrió el sobre y en su interior encontró un
billete de 50 euros y una nota que decía: "¿Podría mandarme con el
perro 1kg de carne picada de ternera y 1/2kg de pierna de cerdo?"

Asombrado, el carnicero tomó el dinero, colocó la carne picada y la
pierna de cerdo en una bolsa y puso la bolsa junto al perro, pero
olvidó darle el cambio al perro.

El perro empezó a gruñir y a mostrarle los colmillos.

Al darse cuenta de su error, el carnicero puso el cambio del billete
en la bolsa; el perro se calmó, cogió la bolsa con el hocico y salió
del establecimiento.

El carnicero, impresionado, decidió seguir al cánido y cerró a toda
prisa su negocio.
El animal bajó por la calle hasta el primer semáforo, donde se sentó
en la acera y aguardó para poder cruzar.

Luego atravesó la calle y camino hasta una parada de autobús, con el
carnicero siguiéndole de cerca. En la parada cuando vio que era el
autobús correcto, subió seguido por el carnicero.

El carnicero, boquiabierto, observó que el can erguido sobre las patas
traseras, tocó el timbre para descender, siempre con la bolsa en el
hocico.

Perro y carnicero caminaron por la calle hasta que el animal se detuvo
en una casa, donde puso las compras junto a la puerta y, retirándose
un poco, se lanzó contra esta, golpeándola fuerte. Repitió la acción
varias veces, pero nadie respondió en la casa.

En el colmo del asombro, el carnicero vio al perro tomar la bolsa con
el hocico, rodear la casa, saltar una cerca y dirigirse a una ventana.
Una vez allí, tocó con las patas en el vidrio varias veces, sin soltar
la bolsa; luego regreso a la puerta.

En ese momento, un hombre abrió la puerta... y comenzó a golpear al
perro. El carnicero corrió hasta el hombre para impedirlo, diciéndole:
"¡¡Por Dios, amigo!!, ¿Qué es lo que está haciendo?. ¡Su perro es un
genio!..... ¡Es único!"

El hombre, evidentemente molesto, respondió: "¡¡Qué genio ni qué
coño!! Esta es la segunda vez en esta semana que al muy cabrón se le
olvidan las llaves.... ¡¡y yo en el puto baño!!."

MORALEJA:

Por más que te esfuerces y cumplas más allá de tu deber en el trabajo,
a los ojos de un jefe siempre estarás por debajo de lo que él quiere.
Reenvía esta moraleja a quien creas que trabaje como un PERRO.


"No te tomes tan en serio la vida...

¡¡Al fin y al cabo no saldrás vivo de ella!!"










'El PUTO PERRO'

Un carnicero estaba apunto de cerrar su negocio cuando vio entrar un
perro. Trató de espantarlo, pero el perro volvió.

Nuevamente intentó espantarlo, pero entonces se dio cuenta que el
animal traía un sobre en el hocico.

Curioso el carnicero abrió el sobre y en su interior encontró un
billete de 50 euros y una nota que decía: "¿Podría mandarme con el
perro 1kg de carne picada de ternera y 1/2kg de pierna de cerdo?"

Asombrado, el carnicero tomó el dinero, colocó la carne picada y la
pierna de cerdo en una bolsa y puso la bolsa junto al perro, pero
olvidó darle el cambio al perro.

El perro empezó a gruñir y a mostrarle los colmillos.

Al darse cuenta de su error, el carnicero puso el cambio del billete
en la bolsa; el perro se calmó, cogió la bolsa con el hocico y salió
del establecimiento.

El carnicero, impresionado, decidió seguir al cánido y cerró a toda
prisa su negocio.
El animal bajó por la calle hasta el primer semáforo, donde se sentó
en la acera y aguardó para poder cruzar.

Luego atravesó la calle y camino hasta una parada de autobús, con el
carnicero siguiéndole de cerca. En la parada cuando vio que era el
autobús correcto, subió seguido por el carnicero.

El carnicero, boquiabierto, observó que el can erguido sobre las patas
traseras, tocó el timbre para descender, siempre con la bolsa en el
hocico.

Perro y carnicero caminaron por la calle hasta que el animal se detuvo
en una casa, donde puso las compras junto a la puerta y, retirándose
un poco, se lanzó contra esta, golpeándola fuerte. Repitió la acción
varias veces, pero nadie respondió en la casa.

En el colmo del asombro, el carnicero vio al perro tomar la bolsa con
el hocico, rodear la casa, saltar una cerca y dirigirse a una ventana.
Una vez allí, tocó con las patas en el vidrio varias veces, sin soltar
la bolsa; luego regreso a la puerta.

En ese momento, un hombre abrió la puerta... y comenzó a golpear al
perro. El carnicero corrió hasta el hombre para impedirlo, diciéndole:
"¡¡Por Dios, amigo!!, ¿Qué es lo que está haciendo?. ¡Su perro es un
genio!..... ¡Es único!"

El hombre, evidentemente molesto, respondió: "¡¡Qué genio ni qué
coño!! Esta es la segunda vez en esta semana que al muy cabrón se le
olvidan las llaves.... ¡¡y yo en el puto baño!!."

MORALEJA:

Por más que te esfuerces y cumplas más allá de tu deber en el trabajo,
a los ojos de un jefe siempre estarás por debajo de lo que él quiere.
Reenvía esta moraleja a quien creas que trabaje como un PERRO.


"No te tomes tan en serio la vida...

¡¡Al fin y al cabo no saldrás vivo de ella!!"