viernes, 1 de mayo de 2015

Jose María Aznar: "Si España me necesita volveré a ser Presidente para un Gobierno de salvación"

jose maria aznar presidente
Algunos medios se han atrevido ya a insinuar la vuelta de José María Aznar al primer plano de la vida política nacional en lo que algunos observadores consideran “política ficción”. Pero que hay movimiento subterráneo al respecto es algo que se puede describir con nombres, pelos, señales e incluso intereses. 


El llamado “sector crítico” del Partido Popular que básicamente viene a coincidir con los derrotados en el Congreso de Valencia ha seguido sin mucho entusiasmo pero con disciplina la llegada al poder de Mariano Rajoy. A la fuerza ahorcan. Rajoy con el poder en la mano ha demostrado, sin gritar ni amenazar públicamente, que es temible.  Pero nunca le han visto con buenos ojos; se han limitado a aceptar su poder como cuestión inevitable. Punto.  Incluso algunos de estos críticos de la segunda generación aznarista (es el caso de García Legaz, secretario general de FAES, repescado, entre otros,  por el ministro de Economía como Secretario de Estado de Comercio) se han incorporado al Ejecutivo de Rajoy en diferentes escalones. Otros como Carlos Aragonés o Miguel Angel Cortés, aznaristas convictos y confesos desde siempre, se han quedado para calentar escaño en el Congreso de los Diputados.
Lo que sí se ha oído públicamente decir a Aznar es que él había dejado de ser un político para ser un escritor, intelectual, etc…En público llegó a reconocer que “hay mucha gente que quiere que vuelva” (cuando en el poder estaba Rodríguez Zapatero y muchos en la derecha creían que Rajoy sería incapaz de derrotar a la izquierda).
Otras veces ha sido taxativo: “Sólo volveré si España me necesita y me pide que vuelva….”

La izquierda se opone

Pero para pilotar un gobierno de salvación, coalición o concentración su presidente tiene que ser aceptado por todas las fuerzas políticas. Aznar ha sido uno de los presidentes más rechazados por un sector de la izquierda nacional por su participación en la guerra de Irak y otros capítulos que no invitaban precisamente al consenso.
Su propio proceder, chulesco, fascista y zafio en determinadas ocasiones, le ha hecho convertirse en la “bestia negra” de una mayoría de la sociedad española. 

¿Es éste el momento para que Partido Popular reemplace a Mariano Rajoy por la bestia negra?

Juan Carlos Monedero, 'número 3' de Podemos, dimite de todos sus cargos en el partido

Monedero era el encargado de coordinar los programas electorales. Junto con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, rostro visible de Podemos. Lo ha anunciado Pablo Iglesias en una conferencia en Madrid. Monedero fue protagonista en los últimos tiempos de varias polémicas. Juan Carlos Monedero carga contra Podemos.

Pablo Iglesias ha anunciado este jueves que Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos y hasta ahora secretario de programa y proceso constituyente, renuncia a todos sus cargos y abandonará la dirección del partido después de haber criticado algunas de sus estrategias políticas. El secretario general de la formación lo ha confirmado en una conferencia en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Imágenes 3 Fotos Encuesta ¿Perjudicará a Podemos la marcha de Juan Carlos Monedero? Sí, era una pieza clave en el partido y principal referencia ideológica. No, estaba rodeado de polémicas y ha tenido problemas con la Agencia Tributaria. Debía quedarse en Podemos, pero en un papel más secundario dentro del partido. Iglesias ha agradecido a Monedero su labor: "Quizás Juan Carlos no es un hombre de partido, es un intelectual que necesita volar". Iglesias ha explicado que ambos han estado de acuerdo en eso y en que seguirá trabajando en Podemos fuera de la dirección sin "la presión" y "sin la losa de las responsabilidades orgánicas". "La amistad y la colaboración continúa", ha subrayado Iglesias, quien a preguntas de los periodistas ha admitido que no comparte algunas de las reflexiones de Monedero, "pero eso no cambia" -ha dicho- que sean "enormemente valiosas". "El aguijón crítico de Monedero es imprescindible para mí y para nosotros como formación política. Necesitamos ese aguijón y a Juan Carlos volando y con mucha más libertad para hacer lo que hace mejor y poner el dedo en la llaga", ha añadido. No obstante, ha admitido que puede haber cierta amargura en las críticas que ha vertido Monedero, quien ya había anunciado hace unos días su intención de apartarse de la primera línea política. "También suenan amargas mis palabras cuando hablo de su dimisión", ha añadido Pablo Iglesias, quien ha recordado que el hasta ahora número tres del partido no ha cobrado nada por formar parte de la dirección de Podemos. "Claro que ha tenido que sufrir", ha enfatizado Iglesias tras hacer hincapié en que, en política, cuando se defiende a la gente y no a "los de arriba" se corren esos riesgos, y Monedero ha tenido que vivir situaciones difíciles. "Las más complicadas", ha agregado. Monedero ya había anunciado recientemente que su futuro como político estaba en el aire, y que no contemplaba la posibilidad de hacer carrera política en el partido que él, junto con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, 'número 2', había ayudado a fundar. Monedero ha atravesado en estos últimos meses por dificultades políticas Pese a este progresivo distanciamiento de la cúpula del partido, el mismo Errejón había asegurado este miércoles que Monedero "seguía siendo una parte del partido", trabajando en el campo que se le había asignado, responsable del área de redacción de los programas electorales de la formación. Monedero, considerado la eminencia gris que nutría a Podemos de ideología, ha atravesado en estos últimos meses por dificultades políticas como resultado de un presunto caso de irregularidades tributarias por unos informes no declarados al fisco. Esta relación poco clara con la Agencia Tributaria le forzó a presentar una declaración complementaria de la Renta. De esta polémica no salió limpio y su imagen se deterioró de cara a la opinión pública, siendo incluso criticado por militantes y miembros de su propio partido. Tras el anuncio, el propio Monedero ha asegurado que mantiene su amistad con el líder, Pablo Iglesias, así como su compromiso con la formación política. "Le he presentado a mi amigo Pablo la dimisión en la dirección. Siguen firmes mi amistad con alguien tan grande y el compromiso con Podemos", afirma en su cuenta de Twitter. En esta misma red social, la cuenta oficial de Podemos ha agradecido a Monedero su "extenso trabajo", y ha avanzado que el partido seguirá adelante con su proyecto de cambio "que ilusiona a cada vez más gente". Le he presentado a mi amigo Pablo la dimisión en la dirección. Siguen firmes mi amistad con alguien tan grande y el compromiso con Podemos. — Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) abril 3

El Gobierno promete crear dos millones de empleos durante la próxima legislatura

El Ejecutivo se ha venido arriba de manera entusiasta. Prevé que España crecerá este año un 2,9% y que en 2016 y 2017 registrará tasas del 3%. El paro bajará del 20% en el transcurso de 2016
Foto: El ministro de Economía, Luis de Guindos
Nadie lo diría, porque suena a tiempos pretéritos. Pero solo han pasado dos años desde que el Gobierno de Mariano Rajoy se puso en lo peor. Fue en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del 26 de abril de 2013cuando Soraya Sáenz de Santamaría, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro oficializaron ese pesimismo con una remesa de previsiones funestas, aunque ellos las tildaron de "realistas", que se resumían en que el crecimiento no superaría el 1% y el paro no bajaría del 25% hasta 2016. Dos años después, y en otra rueda de prensa posterior a otro Consejo de Ministros, los tres mismos protagonistas -Sáenz de Santamaría, Guindos y Montoro- se han puesto en lo mejor, hasta el punto de que el Ejecutivo apenas puede disimular su entusiasmo, porque la recuperación coge impulso cuando mejor lo viene: en pleno año electoral. "Se acuerdan de la rueda de prensa de hace dos años...", ha evocado Montoro para enfatizar precisamente el contraste entre ambas ruedas de prensa.  
La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha celebrado la "firme recuperación de la economía española" y que el Gobierno ha presentado "las mejores previsiones desde antes de la crisis". Y sustenta este entusiasmo en dos cifras principales: este año la economía crecerá al 2,9%, el mayor ritmo desde 2007 y más del doble del 1,4% de 2014, y para 2019 prevé que se alcanzarán de nuevo los 20 millones de empleos.
A finales de 2014, en España había 17,56 millones de ocupados. Como para este año el Gobierno baraja una creación de 601.000 empleos, cuando acabe 2015 habrá 18,17 millones de emplos, con lo que ese pronóstico de los 20 millones anticipa que el Gobierno se compromete a generar dos millones de puestos de trabajo durante la siguiente legislatura.  
Aunque el crecimiento alcanzará el 3% en los próximos años, las previsiones todavía se topan con el muro de 2007, cuando la economía se expandió un 3,8%
Aunque el cre
A más corto plazo, los datos recogidos en el Programa de Estabilidad 2015-2018, que el Ejecutivo remitirá a la Comisión Europea, harían realidad uno de los mayores deseos de Rajoy: que a finales de 2015 el paro se encuentre más bajo que como lo heredó. El Gobierno preve que el paro terminará el ejercicio en el 21,1%, con lo que se situaría por debajo del 22,6% de finales de 2011. Es más, en caso de lograr esos 18,17 millones de ocupados, a finales de 2014 el número de empleados superaría los 18,15 millones existentes a finales de 2011. 

Todavía lejos de 2007

Para que la tasa de paro baje del 20% habrá que esperar hasta 2016, año en el que podría descender hasta el 19,8%. En 2017 caería al 17,7% y en 2018, al15,6%. En cuanto al crecimiento, el 2,9% de 2015 se mantendría en 2016, para acelerarse al 3% en 2017 y 2018. Es decir, por debajo todavía del 3,8% de 2007 y del 3,9% al que la economía creció de media entre 1997 y 2006
La aceleración del crecimiento se apoyará fundamentalmente en la demanda interna. Este año, de hecho, contribuirá con 3,2 puntos porcentuales al crecimiento, con lo que el sector exterior, fiel a la tradición española, restará tres décimas al crecimiento. Y esta constante se mantendrá hasta 2018. 

Esquivando el 100%

Con respecto a las cuentas públicas, los nuevos cálculos del Gobierno contemplan que España evitará que la deuda pública llegue a alcanzar el 100% del Producto Interior Bruto (PIB). Si hasta ahora barajaba que este año se llegaría al 100,3%, ahora rebaja esta proporción al 98,9%. Ahora bien, esta cifra aún estaría por encima del 97,7% de finales de 2014 y todavía más por encima de las cifras inferiores al 40% existentes en 2007.
Es más, aunque el Gobierno confía en que la carga de la deuda pública se aligerará en los próximos años, todavía permanecerá por encima del 90% del PIB. De hecho, para 2018 sitúa esa proporción en el 93,2%. 
En cuanto al déficit público, el Gobierno sigue confiado en cumplir el objetivo del 4,2% para 2015. Y tampoco duda de que la reducción del desequilibrio fiscal se mantendrá en los próximos años, hasta el punto de que en 2018 el déficit público quedará limitado al 0,3%. El recorte previsto para 2015 contempla, de manera especial, que las Comunidades Autónomas serán capaces de reducir el déficit al 0,7%, cuando en 2014 se situó en el 1,7%. En este sentido, la Autoridad Independiente de Rentabilidad Fiscal (AIReF) ya ha advertido al Ejecutivo del peligro de no cumplir la meta prevista para 2015
En este sentido, el Ejecutivo prevé que el gasto público se situará en 2017 por debajo del 40% del PIB -en concreto, en el 39,5%-, algo que, de nuevo, no ocurre desde 2007. En paralelo, los ingresos de las Administraciones Públicos repuntarán ligeramente desde el 37,8% previsto para este año hasta el 38,1% de 2018.