jueves, 23 de octubre de 2014

La estación del año en que naciste influye en tu personalidad. Te decimos cómo

Los nacidos en verano tienen un humor mucho más cambiante e inestable, mientras que los nacidos en invierno tienen un tener un carácter poco irritable. (iStock)
Un reciente estudio reafirma las creencias de que el momento del año en el que nacemos afecta en cómo será nuestra personalidad al llegar a la vida adulta. Así lo explica un estudio de la Universidad Europea de Neuropsicofarmacología cuyos resultados tratan de demostrar que nuestro humor podría estar determinado por nuestra fecha de nacimiento.
No es la primera vez que la ciencia se plantea este tema, pero parece que la profesora Xenia Gonda y su equipo han llegado a la conclusión de que realmente influye en nuestro carácter si somos de los meses de verano o invierno.
Tras estudiar a 400 personas, observaron que en función de cuándo nacieron, su tipo de personalidad al crecer era de un modo u otro, dándose coincidencias interesantes entre las personas nacidas en los mismos meses.
Los na
En base a los resultados obtenidos, Gonda afirma que “las personas nacidas en ciertas épocas del año tienen una mayor probabilidad de desarrollar ciertos tipos de temperamentos, que pueden conducir a trastornos del estado de ánimo”.
La clave está en la monoamina
Los científicos analizaron que estas coincidencias en el carácter se deben a que “las estaciones tenían una influencia sobre ciertos neurotransmisores de monoamina”, que, como la dopamina y la serotonina, controlan el estado de ánimo. Pero, ¿por qué?
Tras años de investigación y seguimiento de los comportamientos posteriores de los niños estudiados, Gonda explica que “los estudios bioquímicos han demostrado que la temporada en la que se nace tiene una influencia sobre ciertos neurotransmisores de monoamina que es detectable incluso en la vida adulta”.
Es decir, los niveles de monoamina presentados al nacer son similares en los individuos nacidos en la misma época y, según los resultados obtenidos, podrían presentarse en las mismas cantidades con el paso de los años.
En opinión de la profesora, “el momento en el que nacemos puede aumentar o disminuir la probabilidad de padecer ciertos trastornos del estado de ánimo”.
Los nacidos en verano, propensos a los cambios de humor
Entre los datos más llamativos del estudio está el poder establecer las diferencias de caracteres entre las personas según su fecha de nacimiento.
Lo
Así, se observó que la mayoría de los niños nacidos entre junio y septiembre tendrían, y mantendrían con el paso de los años, niveles irregulares de monoamina y, en consecuencia, un humor mucho más cambiante e inestable.  
También se observó un mayor número de personas con un temperamento hipertímico, aquel con una tendencia a ser excesivamente positivos, entre los nacidos en los meses de primavera y cercanos al verano.
Por último, encontraron que los nacidos en otoño eran menos propensos a ser depresivos, mientras que los niños de los meses invernales se caracterizaban por tener un carácter poco irritable.
En resumen: “los bebés que nacen en el verano son mucho más propensos a sufrir cambios de humor cuando crecen, mientras que los nacidos en el invierno son menos propensos a convertirse en adultos irritables”, afirma el equipo de científicos.
¿El horóscopo de la ciencia?
Este tipo de investigaciones científicas, podría dar, en cierto modo, la razón a otras disciplinas como la astrología que, según la RAE, se centran en el “estudio de la posición y del movimiento de los astros, a través de cuya interpretación y observación se pretende conocer y predecir el destino de los hombres y pronosticar los sucesos terrestres”.  
Sin embargo, Gonda se aleja de estas creencias y afirma que lo que están tratando de averiguar es “si hay marcadores genéticos que estén relacionados con la época de nacimiento y produzcan trastornos en el estado de ánimo”.
En opinión del profesor Eduard Vieta, miembro del ECNP, “a pesar de quetanto los factores genéticos como ambientales están implicados en el temperamento de cada uno, ahora también sabemos que la temporada en la que nacemos tiene un papel importante”.
Un descubrimiento que podría explicar que tengamos un carácter cambiante, fuerte, positivo o depresivo según cuando hayamos nacido. Como decía Vieta en la última Conferencia Anual del ECNP, en la que se presentaron los resultados del estudio, “la constatación de la tendencia a un temperamento hipertímico entre los nacidos en verano es bastante intrigante”.

Pablo Iglesias canta borracho La Internacional

Pablo Iglesias cantó en visible estado de embriaguez "La Internacional" en un local nocturno, junto a varios amigos suyos, entre los que se divisa al condenado por enaltecimiento de terrorismo Pablo Hasel o a Íñigo Errejón, otro de los líderes de Podemos.
No destaca Pablo Iglesias por su entonación. Bien podría recibir clases de Bibiana Aído o Leire Pajín, cuando, puño en alto, cantaban ese mismo himno en Rodiezmo.
El repertorio musical de Pablo Iglesias ha 'evolucionado' con los años. De La Internacional ha pasado 'L'estaca', de Lluis Llach, que cantó junto con sus correligionarios para clausurar la asamblea de Podemos del pasado fin de semana.

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El nuevo 'reality' de Cuatro, con personas sin ropa, causa estupor. Sus protagonistas llegaron a preguntarse si La Alhambra es "de alambre" o si el nombre del show viene del "primer fascículo de la Biblia"

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Me enseñaron la verguenza...


Me enseñaron a avergonzarme de mi cuerpo, de mis actos y de mis pensamientos
Me enseñaron que lo que pienso es absurdo, que lo que hago es ridículo, que lo que deseo es sucio.

Y aprendí a no decir lo que pensaba, por vergüenza de que alguien a mi alrededor pensara algo mejor.

Y aprendí a no hacer lo que me apetecía, por vergüenza de que alguien a mi alrededor creyera que era inoportuno.

Y aprendí a no perseguir lo que deseaba, por vergüenza de que alguien a mi alrededor opinara que era inapropiado.

No contenta con someterme a la mirada externa, me plegué también a la vergüenza ajena.

Y aprendí a preguntarle a la vergüenza cómo vestirme, no vaya a ser que alguien pensara que voy buscando gustar, destacar. Y aprendí a escuchar a la vergüenza al desnudarme, no vaya a ser que me sintiera cómoda en mi cuerpo, y me acostumbrara a enseñar(me)lo sin miedo. Y aprendí a consultar con la vergüenza antes de abrir la boca, no vaya a ser que dijera sin filtro lo que me pasa por la cabeza, y se enterara la gente.

Y dejé de bailar, de reír a carcajadas, de rascarme el culo, de preguntar lo que no entiendo, de opinar lo que pienso, de compartir lo que siento, de pedir ayuda, de ponerme faldas, de ir a la playa, de comer o llorar en la calle, de ir sin sujetador, de pintarme, de salir sin pintar, de bajar a la calle despeinada, de usar esa ropa que dicen que no me pega nada, de llamar a quien echo de menos, de tomar la iniciativa, de decir que no, de decir que sí, de quejarme, de vanagloriarme, de estar orgullosa, de admitir que estoy asustada.

Y, a base de sentirme cada día más avergonzada, entendí que mi vergüenza nunca iba a sentirse saciada. Que toda la vida iba a imponerse entre yo y mi representante impostada. Así que busqué a mi sinvergüenza interna. Y le costó salir un poco, le daba vergüenza. Pero acabó sacándome a bailar, haciéndome dúo al cantar, saliendo conmigo a la calle con la cara sin lavar, animándome a hablar, a ignorar las cosas que me deberían avergonzar...

Y ahora no tengo tiempo para sentir vergüenza. Estoy ocupada viviendo.

El mundo entero celebra esta noticia: se ha descubierto la cura para la leucemia. Sepa los detalles

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 “Al poco tiempo de haber aplicado la inyección, el cáncer se había extendido por todo su cuerpo y casi de inmediato se convirtió en no detectable”, añadió Russell.

El caso de la fémina de 50 años de edad, viene a dar respuesta a las suposiciones que muchos médicos a escala mundial, venían realizando sobre el antídoto para atacar la enfermedad que sigue afectando a miles de personas en el mundo.

Un grupo de médicos estadounidenses logró sanar a una paciente que padecía leucemia inyectándole una vacuna contra el sarampión.

La noticia llena de emoción a los profesionales de la salud de todo el mundo, quienes han intentado por muchos años buscar un antídoto para combatir la terrible enfermedad.


La beneficiaria fue identificada como; Stacy Erholtz de 50 años de edad, quien a mediados del año 2013 se encontraba sumida en el dolor, tras quedar sin opciones de tratamiento para atacar su leucemia (cáncer en la sangre).

Su desesperación la llevó a participar en un ensayo que promueve un grupo de investigadores sin fines de lucro hace más de 150 años en la Clínica Mayo, al oeste de Estados Unidos.

Entre tanto, el investigador principal del proyecto, Stephen Russell reveló que a Erholtz le inyectaron en la sangre una vacuna contra el sarampión en una dosis lo suficientemente fuerte como para inocular a 10 millones de personas.

“Al poco tiempo de haber aplicado la inyección, el cáncer se había extendido por todo su cuerpo y casi de inmediato se convirtió en no detectable”, añadió Russell.

Subrayó que el experimento confirma las suposiciones que muchos médicos habían realizado por muchos años y que hasta la fecha no se habían comprobado en los seres humanos.

“Se trata de un hito. Hemos sabido durante mucho tiempo que podemos inyectar un virus por vía intravenosa y destruir el cáncer metastásico en ratones. Pero hasta ahora nadie ha demostrado que se puede lograr en humanos”, aseveró Russell.

A mediados de febrero del 2014, un grupo de investigadores logró dar con un tratamiento que entrena al sistema inmune de pacientes con leucemia avanzada para que este frene a las células cancerosas. Los resultados del estudio revelaron que el tratamiento podría mejorar la inmunoterapia contra el cáncer.

Comentario muy interesante de la Sra. Beatriz Fernandez Bifulco que se refleja que la cura para esta enfermedad esta al alcance de nuestras manos