sábado, 22 de febrero de 2014

Moncloa, enfurecida con el “traidor” Sánchez a España


“Es casi un golpe de Estado”. Así se refieren fuentes de Moncloa a las palabras que Ignacio Sánchez-Galán, presidente de Iberdrola, pronunció el pasado martes en la City londinense, centro neurálgico de las finanzas mundiales.
El estupor provocado por las declaraciones fue tal que rápidamente se pusieron en movimiento los departamentos correspondientes del CNI económico para que tanto su superiora jerárquica directa, la vicepresidentaSoraya Sáenz de Santamaría, y por ende el comandante en jefe, Mariano Rajoy, supieran y conocieran en profundidad y “con toda  exactitud” el calado de la “traición” de Sánchez-Galán, señalan en Moncloa.
Durante su comparecencia en la City, el presidente de Iberdrola quiso dejar claro que, a pesar de que las relaciones con el Gobierno en España "son cordiales", “la empresa se siente más británica, mexicana o estadounidense”, porque tiene más relación con los otros países donde la compañía está presente. Jarro de agua fría para la marca España, “sobre todo cuando nos coloca en una situación jurídica peor que la de México…”.
Aunque el jefe de Iberdrola parecía preferir el pulso directo con el ministro del ramo, José Manuel Soria, Mariano Rajoy se lo ha tomado como algo personal. “Parece mentira que Sánchez Galán no conozca a estas alturas el perfil de Mariano…”, subrayan en fuentes próximas al presidente. De hecho, el ‘jefe’ del kilovatio ha tenido ocasiones más que sobradas de conocer al gallego y siempre se le ha supuesto un empresario próximo.
Mariano nunca deja impune ningún acto de este tipo que de alguna manera considera una traición en base a intereses que nada tienen que ver con los generales de los españoles… Cuando la energía es mucho más cara en este país que en la mayor parte de los países de nuestro entorno…”, vuelven a incidir las fuentes.
La experiencia dice que Rajoy jamás se ha olvidado de afrentas que considera del todo injustas, “máxime cuando este Gobierno ha tenido que hacer frente a facturas que venían de mucho tiempo atrás y que, además, tiene que sufrir el acoso por parte de aquellos que consideran que sólo defiende los intereses de las grandes empresas entre las que se encuentra Iberdrola…”.
La estampida de la “bomba nuclear” Iberdrola también se oyó en los despachos de colegas del Ibex. Dinamita en estado puro para The New York Times que anda buscando las vueltas a nuestro país.
Desde su llegada al poder, Mariano Rajoy se ha caracterizado siempre por marcar distancias con los empresarios. De hecho, no suele aceptar invitación alguna para almorzar y comer con ellos, como hacían algunos de sus predecesores. “Estos con Zapatero vivían mejor… Hacían lo que les venía en gana”, concluyen en Moncloa.

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