sábado, 30 de noviembre de 2013

Conmovedor dúo musical de un perro y su dueño


susto en la carretera


EL PADRE NUESTRO POR DIANA NAVARRO


Negra sombra


 Cuando pienso que te fuiste,
negra sombra que me asombras,
a los pies de mis cabezales,
tornas
haciéndome mofa.
 Cuando imagino que te has ido, en el mismo sol te me muestras, y eres la estrella que brilla,
y eres el viento que zumba.
 Si cantan, eres tú que cantas, si lloran, eres tú que lloras,
y eres el murmullo del río
y eres la noche y eres la aurora.
 En todo estás y tú eres todo, para mí y en mí misma moras, ni me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras.
 Ni me abandonarás nunca, sombra que siempre me asombras.



 Si cantan, eres tú que cantas, si lloran, eres tú que lloras,
y eres el murmullo del río
y eres la
noche y eres la aurora
 En todo estás y tú eres todo, para mí y en mí misma moras, ni me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras.
 Ni me abandonarás nunca, sombra que siempre me asombras.
 Una sombra tristísima, indefinible y vaga
Como lo incierto, siempre ante mis ojos va
Tras de otra vaga sombra que sin cesar la huye,
corriendo sin cesar.
Ignoro su destino…; mas no sé por qué temo
al ver su ansia mortal,
que ni han de parar nunca, ni encontrarse jamás.
Analía de Castro


VIDEO EN 3D: 'ACUÉRDATE DE RESPIRAR'

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Lina Morgan, gracias por no venir

Es frecuente ver a Daniel (izda.) y al chófer de la actriz (dcha.) junto a Lina Morgan caminando por las calles de Madrid
Es la tercera vez que Lina Morgan ingresa en un hospital este año. Pero esta ocasión parece la más seria. Lleva en la UCI del Hospital Beata María Ana de Madrid desde hace diez días, y los médicos combaten, parece ser que con una cierta eficacia, la neumonía severa que padece la artista y la infección causada por una bacteria en su organismo. Poco se sabe sobre su estado actual, la tienen sedada y no se permiten las visitas. Bueno, solamente una, la de su hombre de mayor confianza, Daniel Pontes, que es el único al que le permiten verla. Media hora por la mañana y otros treinta minutos por la tarde. Daniel es como un hermano pequeño para la actriz, suple con cariño al que se fue, a José Luis, hace ahora dieciocho años.
Entonces, empezaba para Lina un calvario de emociones contradictorias que la llevó a alejarse de los escenarios. Dicen que José Luis lo era todo, casi una copia, en masculino, de su popular hermana. Se entendían con una simple mirada, con un solo gesto. Y la muerte fue el preludio de años de depresiones para una Lina que escogió el camino del consuelo familiar y la ausencia de actos públicos. Cuando le preguntas si tiene previsto volver a los escenarios, contesta siempre lo mismo: «Si hay un guión que me guste, volveré». Pero ni ese guión aparece ni ella demuestra muchas ganas de reencontrarse con las tablas.
La historia más cercana demuestra que Lina Morgan se ha ido hundiendo poco a poco en la soledad, sobre todo desde que el 24 de diciembre del 2012 se murió su hermana Julia. Ironías de la vida, en esa misma fecha se iba de este mundo Navidad el pequeño perrito Yorkshire de la artista. Más que hermanas eran confidentes, amigas, una prolongación la una de la otra. Iban juntas a todas partes e incluso, se cuenta, compartieron habitación en los últimos meses de vida de la desaparecida Julia. Lina cuidaba de su hermana como una madre, correspondiendo con ello a los cuidados que Julia tuvo con la actriz a lo largo de una extensa vida en la que compartieron cariño y domicilio.
Hace unos meses, en el entorno de la Morgan se utilizaba con demasiada frecuencia la palabra «depresión». La cabeza de Lina no pudo más, y por esas crisis depresivas y por algunos ataques de ansiedad, ya tuvo que ser ingresada en el mismo hospital en el que ahora se encuentra el pasado verano. Es duro pensar que una mujer que lo ha tenido todo en sus manos, los mayores éxitos, los premios más importantes, una legión de admiradores y unos cuantos y muy buenos amigos, se vea en estos momentos tan sola. Pero tampoco hay que echarle la culpa a sus amigos de esa soledad, porque es un estado que Lina ha ido gestando poco a poco; le fallaban las ganas de salir y le sobraban las tertulias de antaño. Alguien que la conoce muy bien nos descubre a una Lina «triste y encerrada en sí misma. Han quedado atrás las comidas con amigos, y uno de los pocos que tiene contacto con ella es el Padre Ángel, al que admira profundamente, y por ello colabora siempre que puede con la organización «Mensajeros de la Paz», creada por el sacerdote». Hace años, organizaba comidas de Navidad con amigos periodistas, allí se hablaba de todo y de todos, y nunca se escuchó de boca de la anfitriona ningún reproche contra cualquier compañero de profesión. Este año, las Navidades van a ser muy duras si los médicos no consiguen atajar sus problemas. Daniel Pontes, que la visita día tras día en el hospital, intenta mantenerse optimista y habla de una ligera mejoría. El problema es que a Lina ya no le queda familia directa en la que apoyarse cuando salga del hospital. Muertos sus padres y sus dos hermanos, parece ser que tan sólo quedan unos parientes lejanos con los que no ha tenido la menor relación. Curiosamente, el martes pasado se presentó en el hospital un supuesto sobrino intentando ver a su presunta tía. Daniel, a modo de parapeto, habló con el sujeto y le hizo desistir de sus propósitos.
El día que le den el alta, lo que no debería hacer Lina Morgan es seguir encerrada en una burbuja que le aleja de todos los que sienten tanto cariño hacia ella, que son muchos. Algunos de ellos le demostraron ese afecto la última vez que la artista apareció en público. Fue en octubre, en el que fuera su teatro hasta hace pocos años, el de La Latina, en pleno barrio castizo de Madrid, el día del estreno de la nueva obra de Concha Velasco. Es que hay personas que consiguen hacerse querer por distintas generaciones, sin distinción de edades o sexos. Y Lina es una de ellas. A sus setenta y seis años sigue siendo una de las artistas más admiradas por un público y unos compañeros que la echan de menos cada vez que sube el telón en cualquier escenario.

Gómez no pierde un euro por renunciar como senador gracias a un truco

Para algunos la objeción de conciencia de Tomás Gómez al renunciar a su acta de senador le honra. Para otros no es más que una pataleta, una forma de buscar titulares y de paso meter el dedo en el ojo de Alfredo Pérez Rubalcaba, con quien siempre anda a la gresca.

La cuestión es que el gesto del líder del PSM al abandonar el Senado en protesta del nombramiento como vocal del CGPJ del presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid no ha dejado a nadie indiferente. Pero tiene truco: la cuenta corriente de Gómez no lo notará en absoluto. 

Podría parecer que, con su marcha, el secretario general del socialismo madrileño prescinde de uno de sus sueldos. "La coherencia tiene un precio muy alto", señaló el miércoles. Nada más lejos de la realidad: Gómez no perderá dinero como senador porque no recibía un euro de la Cámara Alta.
 
¿Trabajaba, pues, de forma altruista? Tampoco. Cuando la Asamblea de Madrid le eligió senador en representación autonómica, Tomás Gómez se vio en la tesitura de escoger obligatoriamente con cuál de los dos sueldos se quedaba, con el de diputado regional o con el de senador. Porque ambos eran incompatibles. Y el líder delPSM eligió el primero, puesto que era más cuantioso. 

Así quedó de manifiesto en un escrito que presentó a la Mesa del Senado el 9 de diciembre de 2011 y que dice textualmente: "D. Tomás Gómez Franco, mediante el presente escrito, comunica su renuncia a la asignación constitucional de senador optando a mantener el régimen de dedicación exclusiva de la Asamblea de Madrid, de conformidad con lo previsto en el art. 155.4.b de la LOREG, que establece que "sólo podrán percibir la remuneración que les corresponda como senadores, salvo que opten expresamente por la que hubieran de percibir, en su caso, como parlamentarios autonómicos. Para que así conste y surta los efectos oportunos desde el 20 de noviembre de 2011".
 
Se ve que Gómez, que es economista, hizo sus cálculos. En la Asamblea de Madrid cobra 14 pagas de 5,329 euros brutos cada una. De ellos, 3.503,46 euros como cualquier diputado (de los que un 20% no tributa porque se consideran gastos de viaje) y otros 1.825,83 euros por ser el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. 

Por contra, en el Senado habría cobrado los 2.813,91 euros comunes a todos los senadores, más otros 1.431,32 euros como presidente de una comisión, en concreto la de Vivienda. En total, 14 pagas de 4.245,23 euros brutos, a los que habría que añadir 12 pagas de 869,09 euros libres de impuestos en concepto de indemnización mensual como senador por la circunscripción de Madrid.

Al margen de lo que gana como diputado de la Asamblea de Madrid, completa sus ingresos con lo que recibe del PSM por ser su secretario general, que atendiendo a la última declaración de bienes que presentó en el Senado (correspondiente al año 2010) anda en más de 51.200 euros limpios al año. Y otros más de 7.200 euros anuales como profesor asociado de la Universidad Carlos III 7.229,67 euros.

Aunque en términos económicos a Tomás Gómez no le suponga nada renunciar a su escaño en el Senado, en términos políticos sí, y mucho. Con ello el PSM en general, y él en particular, pierden un altavoz nacional muy importante. Como si el socialismo madrileño estuviera sobrado de atenciones mediáticas. De ahí el enfado de Ferraz y también de parte del PSM