miércoles, 2 de octubre de 2013

Curiosidades de los siglos XV - XVI

 Al visitar el Palacio de Versalles, en París, se observa que el suntuoso palacio, no tiene baños.
En la Edad Media no existían cepillos de dientes, perfumes, desodorantes y mucho menos papel higiénico.
 Las heces y orinas humanas eran tiradas por la ventana del palacio.
En un día de fiesta, la cocina del palacio era capaz de preparar un banquete para 1500 personas sin la más mínima higiene.
Vemos en las películas a la gente siendo abanicada.
La explicación no está en el calor, sino en el mal olor que exhalaban
las personas por debajo de los vestidos (eran hechas a propósito para contener los olores de las partes íntimas porque no se lavaban).
 Tampoco había costumbre de bañarse por la falta de calor en las habitaciones
y de agua corriente.
Así el mal olor era disipado por el abanico.
Pero solo los nobles tenían lacayos que hacían esta labor.
Además de disipar el aire también espantaban insectos que se acumulaban a su alrededor.
 Quien ha estado en Versalles se ha maravillado con sus jardines,
enormes y hermosos que en la época eran más usados que contemplados, ya que se usaban como retretes en las fiestas promovidas por la realeza, que no tenían baños y se reunía una gran cantidad de personas.
En la Edad Media la mayoría de las bodas se celebraba en el mes de junio, al
comienzo del verano.
La razón era sencilla: el primer baño del año era tomado en mayo, así, en
junio, el olor de las personas aun era tolerable.
Así mismo, como algunos olores ya empezaban a ser molestos, las novias llevaban ramos de flores, al lado de su cuerpo en los carruajes para disfrazar el mal olor.
Así nace mayo como mes de las novias y la tradición del ramo de novia.
 Los baños eran tomados en una bañera enorme llena de agua caliente.
El padre de la familia era el primero en tomarlo, luego los otros hombres de la casa por orden de edad y después las mujeres, también en orden de edad.
Al final los niños y los bebés los últimos.
Cuando se llegaba a ellos ya se podía perder un bebé dentro del agua de lo sucia que podía estar.
Los tejados de las casas no tenían bajo tejado y en las vigas de madera se
criaban animales, gatos, perros, ratas y otros bichos.
Cuando llovía las goteras forzaban a los animales a bajar.
De esto nació la expresión 'llueven perros y gatos' típica anglosajona

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