lunes, 16 de septiembre de 2013

“Me llamo Janice Keihanaikukauakahihuliheekahaunaele y no pienso acortar mi nombre”


… Así que tendréis que ampliar el espacio del carnet de conducir. Este es el órdago que lanzó a las autoridades de tráfico de Hawai una vecina de la isla, cuyo apellido (36 caracteres) no lograba entrar en los 35 espacios destinados al nombre y el apellido de las licencias de conducir del Estado. Janice Keinhanaikukauakahihuliheekahaunaele ha ganado la batalla por mantener su nombre.
Durante los últimos 22 años, Janice ha acarreado dos carnets, el de conducir, con el nombre incompleto, y el de identidad, para demostrar que la última “e” y su nombre, Janice, también le pertenecen. Y es que la señora de Janice Keinhanaikukauakahihuliheekahaunaele es muy suya. En realidad, nació en Nueva York (trabajaba de bróker en Wall Street hasta 1991) y podría utilizar su nombre de soltero, pero su manera de honrar a su difunto marido utilizar su apellido de casada. E impedir que lo mutilen.
Señor y señora de Keinhanaikukauakahihuliheekahaunaele, el día de su boda.
Recientemente la mujer tuvo que renovar su DNI y comprobó que los recortes también llegan a Hawai: el espacio dedicado a su nombre había mermado en un carácter, de modo que su nombre desaparecía y su apellido quedaba en un mutilado Janice Keinhanaikukauakahihuliheekahaunael. El  funcionario de turno sugirió a la mujer recuperar su apellido de soltera para ajustarse al formato del documento. Mala idea: la viuda convirtió aquella sugerencia en una afrenta a su país de adopción: “La cultura hawaiana está siendo pisoteada –exclama la mujer- Y ese policía trata mi apellido como si fuera jerigonza”.
Tras denunciar su caso ante un periódico local, las autoridades movieron ficha. El Departamento de Transportes se puso manos a la obra para ampliar de 35 a 40 los caracteres disponibles para escribir el nombre completo, una ampliación que, por cierto, sigue dejando a Janice sin dos letras pero que suponen un pequeño paso para Hawai pero un gran paso para la Humanidad.
Un caso parecido al de Janice le sucedió a la vasca Nerea Aguirregomezkorta Gabikagogeaskoa, quien tuvo que acortar su nombre a Nere Aguirre Gabika para poder entrar en el DNI, aunque peor lo hubiera tenido el señorBurionagonatotorecagageazcoechea, el apellido vasco más largo que se conoce (32 caracteres), perteneciente a un empleado del Ministerio de Finanzas de Madrid en 1867, cuando no había ni DNI ni carnet de conducir ni Guinness de los Records.

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