viernes, 5 de julio de 2013

NOTICIAS CAIROTAS

Lucía Etxebarria
Mi amiga Andrea Morante, periodista, vive en El Cairo, dónde ejerce como docente. Tarek, su recién estrenado marido, es egipcio y el joven matrimonio viene participando activamente desde el principio en las protestas contra Morsi.
Andrea nos cede su testimonio para que conozcamos de primera mano lo que se mueve en el país de las pirámides. A veces, los medios de comunicación distorsionan la realidad y ahora tenemos la oportunidad de que quien la vive decida compartirla con nosotros:
Fotografía realizada por Andrea Morante el pasado 30 de mayo en el Palacio Presidencial de El Cairo
Fotografía realizada por Andrea Morante el pasado 30 de junio en el Palacio Presidencial de El Cairo
 Viendo que lo que está pasando aquí no se está entendiendo en el extranjero, no me puedo morder la lengua más, cada vez que abro un periódico me enveneno. A lo que vamos, hay mucho que explicar y mucho que contextualizar, de hecho llevo todo el día pensando en como ordenarlo todo. Pero viendo que es imposible explicarlo claramente en un solo post, haré una serie con diferentes partes de la historia. Hoy vamos con lo más inmediato, con como surgió el movimiento que ha llevado a todo ésto, y lo sucedido en los últimos días.
Supongo, o espero, que en algún medio habréis leído el nombre de “Movimiento Tamarod”. Tamarod significa “Rebelde” en árabe. Éste movimiento comienza de la mano de una veintena de chicos y chicas jóvenes, que deciden convocar manifestaciones masivas para el 30 de Junio de 2013, aniversario de la proclamación de Morsi como presidente de Egipto. Y a la vez, comienzan a recoger firmas pidiendo la dimisión del presidente. Tarek firmó esta petición hace 2 MESES. Es decir, ni ayer, ni la semana pasada. Ésto se lleva moviendo MESES, de forma pública y a la vista de todo el mundo. Me parece relevante destacar ésto, porque creo que si el gobierno egipcio quería hacer algo, ha tenido mucho tiempo para hacerlo. No ha sido el caso. El movimiento Tamarod anunció el fin de semana pasado que habían conseguido 22 MILLONES  de firmas. Si hacemos caso al dato, estamos hablando del doble del número de votos que llevaron a Morsi a la presidencia.
Sobre la situación del país actualmente habría mucho que hablar, pero lo dejaremos para el capítulo de las bondades y maravillas del expresidente. Solo un par de pinceladas: Gran parte del país comiendo con 1€ al día, la libra egipcia a 9,6€ (cuando yo vine a Egipto por primera vez estaba a 7,3), cortes de luz constantes, falta de gasolina, con colas de muchas horas para poder repostar, y constantes conflictos en el Sinaí. Y esto es solo la superficie del problema.
La noche del 26 al 27 de Junio, Morsi da un discurso de 2 horas y media, como resumen de su año como presidente. Sabiendo que 3 días después iba a ver protestas masivas, podría haber calmado el ambiente, anunciado reformas…. Obviamente, no solo no lo hizo, si no que aprovechó para añadir leña al fuego. Por lo visto, todo el mundo era responsable de los problemas menos él.
Con ésta situación, los días previos a la manifestación eran tensos. Yo misma hice la compra para una semana, solucioné todo lo que tenía que hacer de manera urgente en los próximos días y me preparé para un encierro en casa. No sabíamos por donde podía salir la cosa, podía haber disturbios entre los manifestantes y los simpatizantes de Morsi, se hablaba incluso de Guerra Civil… y además no había gasolina, así que tampoco estaba la cosa como para moverse mucho. Pero la mañana del 30 llegó, y yo también me tuve que rebelar. Yo quería salir a la calle y ver que pasaba. Sin arriesgarme, sin hacer locuras, pero quería verlo, así que convencí a Tarek para acompañarle a la salida de la marcha, que estaba precisamente a unos 500m de mi casa (las marchas salían de diferentes puntos de Cairo y se iban uniendo, terminando todas o en Tahrir o en el Palacio, según la zona de Cairo de la que salieran. Nosotros vivimos cerca del Palacio). A regañadientes accedió, así que me puse el uniforme de revolucionaria y salimos a la calle.
Nos bastaron 5 minutos para darnos cuenta de que a) esto era mucho más grande de lo que esperábamos b) era mucho menos peligroso de lo que se esperaba. La calle estaba llena de familias, de niños, de ancianos…. Gente de toda edad y condición con un solo propósito, dejarle a Morsi bien claro que era la hora de marcharse. Era una manifestación pacífica, incluso con aire festivo. Una fiesta para luchar por SU país, para que no les robaran SU revolución, para demostrar una vez más que la fuerza la tienen ellos. La cantidad de gente que había en la calle impresionaba, y cuando parecía que era imposible que cupiera más gente, seguían entrando grupos de manifestantes en la plaza. No hace falta contar para saber que ese 30 de Junio, había más gente en la calle que durante la revolución de enero de 2011. Principalmente, porque en 2011 la situación era bastante peligrosa y la gran mayoría de manifestantes eran hombres. Ésta vez, eran familias enteras. El miedo no iba a poder con sus ganas de decir basta.
Hubo un momento durante la manifestación en el cual ya se podía intuir lo que iba a pasar. Un helicóptero del ejército comenzó a sobrevolar la zona… y la gente estalló en aplausos. Y no una vez, si no cada vez que se les veía pasar. Que el ejército era más que bienvenido quedaba bien claro.
Se que en España muchos medios cifran a los manifestantes en cientos de miles. Ya he dicho mil veces que Cairo es muy grande y que aquí hay 25 millones de habitantes, cualquiera que haya paseado por Cairo y haya visto las imágenes de las protestas sabe que “cientos de miles” se queda muy corto. Y las manifestaciones no fueron solo aquí, si no también en en Alejandría, Suez, Ismailia, Luxor… Según medios internacionales y mediciones desde Google Earth, esa noche se manifestaron 16 MILLONES de personas. Estamos hablando de la mayor manifestación de la historia.
Pero el 30 pasó, y había que ver que pasaba después. Calma tensa en las calles y en casa, esperando a ver por donde salía la cosa. De momento, el movimiento Tamarod ya había dado un plazo al presidente Morsi: Tenía hasta el martes a las 5 de la tarde para dimitir, o comenzarían con actos de desobediencia civil. Y eso si que se podía poner feo, porque no muy lejos del palacio estaba el grupo de manifestantes Pro Morsi, que ya sabemos por experiencias previas como se las gastan. Eso si podía desembocar en disturbios muy graves, y muchos muertos en las calles. Y todo el mundo esperaba la reacción del ejército, que ya había dicho durante la semana anterior que ellos se pondrían de parte del pueblo (De hecho, y por entrar en detalle, la misma guardia presidencial recordó que su labor era proteger el palacio y al presidente y su familia. Pero en ningún caso atacar manifestantes). Por tanto, cuando se emitió el comunicado del general Al Sisi, todo Egipto se puso alerta. Sin el apoyo del ejército, se podían complicar mucho las cosas.
Sisi lo dejó claro. Si Morsi no escuchaba al pueblo y se marchaba por las buenas, le tendrían que sacar por las malas. El plazo, 48 horas, que se cumplían ayer miércoles a las 5. Tras éste comunicado, las calles se convirtieron en una fiesta, la mejor comparación, lo que se vivió en España cuando la selección ganó la primera Eurocopa. Nosotros volvimos al palacio y nos encontramos con música, gente bailando, celebrando, cantando… y hasta un concierto en directo en plena manifestación. Estábamos eufóricos, y no teníamos duda de que el ejército iba a cumplir su palabra.
Esa misma noche, de nuevo discurso de Morsi. Mi opinión personal es que decir que defendería su legitimidad con su propia sangre no fue lo más responsable, y esa noche precisamente hubo graves disturbios en Cairo con casi 20 muertos.
Ayer contábamos las horas para que se cumpliera el plazo dado por el ejército. Y lo que más nos desquiciaba es que todo estaba tan en calma que parecía que no estaba pasando nada. La información iba apareciendo en los medios entre rumores y desmentidos, y lo único que veíamos eran las fotos que la policía iba colgando en su perfil de Facebook (no os extrañéis, ya sabéis que aquí todo es posible). Que si Morsi estaba retenido, que si habían tomado la televisión… venga vale, pero cuando van a salir a dar un discurso??? Lo esperábamos como agua de mayo, mientras hacíamos turnos para ir a a cocina o al baño, no vaya a ser que empezara y no nos diéramos cuenta. Finalmente, la ley de Murphy se volvió a cumplir y Al Sisi apareció en la televisión justo cuando Tarek estaba en el baño. Y yo, sin mi traductor particular me entero de menos de lo que me gustaría. A voces de “corre, corre” y con el riesgo de quedarme viuda porque Tarek se desnucara mientras corría como un loco al salón, escuchamos atentos el discurso más esperado de los últimos días.
No había terminado cuando ya se escuchaban aplausos y gritos en la calle, pero nada comparado con lo que pasó cuando acabó. Cairo explotó de alegría, con fuegos artificiales, gritos, aplausos, mis perros ladrando histéricos y yo gritando que no estábamos en Fallas, leñe. Salimos a la calle a celebrarlo, pero había tanta gente y tanto coche que era imposible llegar al palacio, nos conformamos con una vuelta por el barrio. Además, era una noche para celebrar, pero también para pegarse a la tele y enterarse de todo.
Tras todo ésto, y viendo como los medios españoles y extranjeros están tratando el tema, yo me pregunto:
- ¿Cómo es posible que se esté hablando de un golpe de estado del ejército? ¿Es que nadie ha visto a los millones de personas que había en la calle pidiendo la marcha de Morsi? Yo no voy a ser la que niegue que el ejército le tenía ganas, pero nunca jamás se hubieran atrevido a hacer lo que han hecho si el pueblo no lo hubiera pedido. Esto ha sido cosa de todos, el ejército no hubiera podido sin el pueblo y el pueblo no podía sin el ejército.
- Resulta que la mayoría de los egipcios están felices, pero en el extranjero esto se pinta como si hubiera pasado lo peor de lo peor. ¿Qué pasa, que los egipcios son tontos? ¿No saben lo que significa tener al ejército  en el poder? Lo saben muy bien, han vivido 30 años así. Y si tras la revolución, están apoyando todo lo que está pasando… ¿No será que tienen muchos motivos para preferir ésto a lo que ya tenían?
- Parece ser que ahora Morsi es un pobre corderito que fue elegido democráticamente y que los malos del ejército le han dado la patada. Morsi no estaría en esta situación si hubiera escuchado lo que la gente pedía. Ha tenido tiempo y ha tenido oportunidades, y no lo ha hecho. La democracia no es meter un voto en una urna. Un voto no es un cheque en blanco, y eso en España lo sabemos bien. No se puede hablar de legitimidad con 16 millones de personas manifestándose en la calle, porque estaba bien claro que ya la había perdido.
- Para analizar todo ésto, hay que conocer muy bien el país. No se puede hacer un análisis de lo que ha pasado comparándolo con ningún país europeo, porque no tiene nada que ver. Cuando gran parte de la población apenas sabe leer y tienen que luchar cada día por comer, no se les puede pedir que se esperen 3 años a que lleguen las siguientes elecciones, porque posiblemente en 3 años quede poco país por el que pelear.- ¿Por qué se interpreta la derogación de la Constitución como algo negativo? La Constitución egipcia no estuvo exenta de polémica, ya se produjeron disturbios muy graves cuando se redactó, y además ganó por los pelos en unas votaciones muy poco claras. Os aseguro que no la vamos a echar de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario