Quienes creen en el PSOE que el tiempo de Alfredo Pérez Rubalcaba está agotado vuelven a la carga, esta vez con ocasión de la reunión que el Comité Federal celebrará el 20 de julio en Madrid. Será su última oportunidad, antes de la Conferencia Política (25-27 de octubre), de cambiar un calendario que no quieren: primarias para elegir candidato a la Presidencia del Gobierno tras las elecciones europeas del 25 de mayo de 2014. Creen que la debacle socialista en esos comicios «no tiene por qué estar escrita» y plantean la elección previa de un nuevo liderazgo que actúe de revulsivo ilusionante. De momento, lo único que une a sus integrantes es la ansiedad por «hacer algo» ante la sangría de las encuestas, pero no tienen una posición única. Unos pocos abogan directamente porque el Comité Federal del 20 de julio sustituya directamente la Conferencia Política por un congreso extraordinario –implicaría la dimisión de Rubalcaba allí mismo–, como ya pidiera el madrileño Tomás Gómez el pasado diciembre; mientras, la mayoría se conforma con irse de vacaciones de verano con un calendario claro. Y si las primarias son este otoño, mejor que en primavera.
Malestar con Page y López
Ni que decir tiene que la Dirección Federal, con Rubalcaba a la cabeza, se va a resistir como gato panza arriba a estas propuestas con el acuerdo del Comité Federal del 12 de enero pasado en la mano. El partido no puede echar por tierra todo el trabajo previo a la Conferencia Política, dicen, muy particularmente el nuevo modelo federal que el Consejo Territorial habrá aprobado en Sevilla dos semanas antes del Comité Federal del 20 de julio. Y Rubalcaba tiene poderosos aliados en el envite. Una mayoría silenciosa que forman el PSOE andaluz, el PSC (ver despiece a la izquierda), Asturias, Castilla y León, Cantabria, Rioja y Aragón, entre otros.
Distintas fuentes de esas federaciones consultadas por ABC ven con malestar que «personas de la propia dirección federal» pongan en cuestión el calendario «un día sí y otro también», en clara alusión a Patxi López y al castellano-manchego, Emiliano García-Page. López acariciaba semanas atrás la idea de un congreso extraordinario que le encumbrase tras las europeas, pero la fría acogida por parte de Andalucía, clave en cualquier congreso, y el malestar de Rubalcaba, le han hecho replegarse al discurso de primarias cuanto antes.
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