jueves, 2 de mayo de 2013

ENAMÓRATE DE UN GRAN HOMBRE Y NO VOLVERÁS A LLORAR:

Un día mi hermana lloraba en su habitación... Mi padre se le acercó y le preguntó el motivo de su tristeza. Hubo una frase especial que le dijo mi padre esa tarde, que hasta el día de hoy, recuerdo cada día.
Mi padre acariciándole el rostro, le dijo: "Hija mía, enamórate de un gran hombre y no volverás a llorar”. Me pregunté tantas veces, cual era la fórmula exacta para llegar a ser ese gran hombre y no dejarme vencer por las pequeñeces...
Conforme pasan los años, descubrimos que si tan solo todos los hombres lucháramos por ser GRANDES DE ESPIRITU, grandes de ALMA y grandes de CORAZON... ¡el mundo sería completamente distinto! Aprendí que un gran hombre no es aquel que compra todo lo que desea, pues hay tantas personas que compran el cariño y el respeto de quienes los rodean...

Mi padre siempre le decía: No busques a un hombre que solo hable de sí mismo, sin preocuparse por ti, ni aquel que se pase las horas halagando sus propios logros. No te aferres a un hombre que te critique y que te diga lo mal que te ves. O lo mucho que deberías cambiar.
Me costó trabajo comprender que un GRAN HOMBRE no es aquel que llega más alto, ni el que tiene más dinero, casa, coche, ni el que vive rodeado de mujeres, ni mucho menos el más guapo.
Un verdadero hombre y gran hombre es aquel ser humano lleno de transparencia, que no oculta sus verdaderos sentimientos, ni se refugia en vicios y evasiones, es el que abre su corazón sin rechazar la realidad, es quien admira a una mujer por sus sentimientos morales y su grandeza interior.
Un gran hombre, es que el camina de frente, si bajar la mirada, es aquel que no miente y sabe llorar su dolor.

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