lunes, 2 de enero de 2012

Rajoy aprueba avales de 100.000 millones para la banca en el decreto de ajuste


La garantía cubrirá el principal y los intereses en caso de impago de nuevos bonos.- Las entidades prefieren financiarse con el fondo de rescate europeo

El decreto ley de prórroga de los Presupuestos que incluye duras medidas para los contribuyentes como la subida del IRPF y del IBI trae también dos buenas noticias para la banca. La primera es la posibilidad de que las cajas de ahorros eviten quedar convertidas en fundaciones si pasan a controlar menos del 50% del capital del banco con el que ejercen la actividad financiera. La segunda es la autorización al Estado para otorgar avales de 100.000 millones de euros a la banca durante el año recién comenzado.
El decreto ley de prórroga de los Presupuestos que incluye duras medidas para los contribuyentes como la subida del IRPF y del IBI trae también dos buenas noticias para la banca. La primera es la posibilidad de que las cajas de ahorros eviten quedar convertidas en fundaciones si pasan a controlar menos del 50% del capital del banco con el que ejercen la actividad financiera. La segunda es la autorización al Estado para otorgar avales de 100.000 millones de euros a la banca durante el año recién comenzado.
Esos 100.000 millones servirán para el otorgamiento de avales a las "emisiones de bonos y obligaciones nuevas que realicen las entidades de crédito residentes en España con una actividad significativa en el mercado de crédito nacional", según el texto de la norma. El aval garantizará tanto el principal de la emisión como los intereses ordinarios.
Por error, el decreto atribuye al "ministro de Economía y Hacienda" (ahora hay un ministro de Economía y otro de Hacienda) fijar los requisitos para la concesión de los avales, entre los que podrá haber condiciones de solvencia establecidas por el Banco de España, así como el procedimiento para otorgar los avales y las comisiones que se cobrará por ellos a la banca.
El otorgamiento de avales públicos a la banca ha sido una práctica común de los Gobiernos europeos, entre ellos el de José Luis Rodríguez Zapatero, durante la crisis financiera ante la desconfianza de los inversores en el sector financiero. Se usaron con abundancia en la primera fase de la crisis financiera, pero cuando esta se convirtió en una crisis de la deuda pública, en países como España dejaron de tener utilidad debido a su coste prohibitivo (el precio del aval más la prima de riesgo del avalista).
Ante la sequía de los mercados de financiación mayorista ha sido el Banco Central Europeo el que ha asumido todo el protagonismo para la financiación de la banca. En la subasta realizada el mes pasado a un plazo de tres años, prestó a los bancos de la eurozona casi medio billón de euros.
Para los bancos, ese recurso al BCE es mucho más barato que el del aval público de las emisiones, por lo que podría ocurrir que eso avales no fueran finalmente utilizados.
Además de los 100.000 millones para la banca, el decreto de prórroga de los presupuestos prevé también avales de otros 3.000 millones para fondos de titulización de activos y de 92.543 millones para el fondo de rescate europeo.

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