miércoles, 8 de junio de 2011

LA PARÁBOLA:

EL FARISEO Y EL RECAUDADOR

Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro recaudador. El fariseo se plantó y se puso a orar en voz baja de esta manera: "Dios mío, te doy gracias de no ser como los demás: ladrón, injusto, o adúltero; ni tampoco como ese recaudador. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que gano". El recaudador en cambio, se quedó a distancia y no se atrevía a levantar los ojos al cielo; no hacía más que darse golpes de pecho diciendo: "¡Dios mío!, ten compasión de este pecador".
Comentarios:1- La autoalabanza es la mejor manera de anunciar nuestras carencias.
2- Reconocer nuestros defectos y debilidades nos hace mejores 

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